Cuando los que no son músicos piensan en bandas de gira, por lo general evocan escenas de lugares llenos de gente y la bandera del famoso lema «sexo, drogas y rock and roll» hondeando a los 4 vientos.
Los estereotipos asociados con las giras a menudo son erróneos y, por lo general, solo se refieren a artistas establecidos con recursos y seguidores importantes.
Si observas más de cerca el segmento de giras de la industria de la música y verás un lado completamente diferente y mucho menos glamuroso de las giras. Cada noche en todo el mundo, hay miles de pequeñas bandas con problemas que no normalmente no salen a relucir en sus publicaciones de redes sociales o entrevistas en los medios especializados o incluso llegando a tocar frente a audiencias de pocas personas…
La siguiente es una breve descripción de cómo es la gira para bandas que no son famosas, ricas o aclamadas por la crítica. Es decir, el 99%.
Reservar tours es un infierno, ya que es una serie de tareas sumamente tediosas.
Las bandas con muchos seguidores generalmente tienen agentes de reservas (booking) y manager u oficina para reservar y planear sus recorridos. A diferencia de las bandas y artistas no establecidos que se las apañan solit@s.
Hacer llamadas no solicitadas y enviar emails son una parte esencial, y a la vez horrible, de los tours. Con meses de anticipación, las bandas suelen dividir las tareas de contactar a diferentes lugares y solicitar espacios para los conciertos. La mayoría de los emails y mensajes de textos que las bandas pequeñas envían, nunca reciben respuestas, y por una buena razón.
Incluso cuando los locales no les pagan a las pequeñas bandas para que toquen (a menudo no lo hacen), corren el riesgo de perder dinero al reservar el lugar, porque no tienen seguidores asegurados que vengan a ver el espectáculo y consumir. Esto demuestra ser un gran desafío para las bandas pequeñas que intentan formar un público nacional y, a menudo, se ven forzadas a dedicarse a espectáculos por poco o ningún pago donde sea que puedan encontrarlos.
Todos los detalles no musicales son gestionados por ti, el/la artista.
L@s músicos que tocan en bandas no establecidas manejan todos los aspectos no musicales de las giras, desde pagar a la persona de taquilla del lugar después del espectáculo hasta conseguir lugares para dormir a lo largo de la ruta.
Esto significa que los músicos no solo tienen el trabajo de tocar bien en el escenario, sino que además tienen una gran cantidad de obligaciones desagradables que cumplir.
Si tú y tus compañer@s de banda estaban de mandangueo hasta las 4:00 AM en la ciudad dónde tocasteis, ¿cuál de vosotr@s va a mover la camioneta a las 7:00 AM para que no se la lleve la grúa?
¿Quién se asegurará de tener suficiente efectivo para los peajes?
Cuando el amigo con el que se suponía que te quedarías se retracta en el último minuto y no tienes dinero para un hotel, ¿qué vas a hacer?
La mayoría de l@s músicos obviamente aman el aspecto de los conciertos en las giras, pero situaciones como estas a menudo resultan ser grandes desafíos de gestión para bandas no establecidas.
Los espectáculos son poco concurridos y, a menudo, suelen resultar en historias dignas de contar.
Desde los miserables equipos de sonido, hasta la experiencia de tocar en frente de literalmente nadie excepto por el staff del establecimiento, los shows de este tipo de gira pueden ser experiencias realmente duras para las bandas no establecidas. Todo se reduce a la economía de las giras, lo cual no favorece mucho a las bandas pequeñas.
Los artistas y bandas no establecidas no siempre tienen la capacidad de atraer a las personas y, a su vez, su dinero, por lo que generalmente se conforman con lugares que no son ideales para albergar espectáculos, lugares nuevos sin reputación. Tanto hombres ricos de mediana edad que ya pasaron sus mejores años, pequeñas cafeterías que quieren que tú y tu banda cambien de religión.
Estos lugares casi siempre carecen del público y el dinero para pagarle a las bandas y artistas en gira. Con algunas excepciones, esto significa que las bandas pequeñas se ven obligadas a hacer sacrificios financieros para hacer una gira. No solo no se les paga, sino que también están voluntariamente sin fuentes de ingresos confiables durante el tiempo que viajan.
Pregúntele a una banda no establecida acerca de sus experiencias durante las giras, y es probable que te inunde con historias de miembros de la audiencia borrachos, historias de terror sobre el feedback de los equipos de sonido y la búsqueda interminable de boletos para bebidas.
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- Guía para conseguir conciertos (Parte 1 de 3): Qué hacer antes de buscarlos
- Estudio sobre la situación de las salas de conciertos en Europa
Dormirás en muchos pisos.
Dado que el dinero es difícil de conseguir en las giras de este tipo, la reserva de hoteles o AirBnBs es casi siempre imposible. Las bandas no establecidas casi siempre pasan la noche acampados en el piso de un fan o algún/a amig@. Esto, combinado con el hecho de que hay bandas que beben y se drogan después de los shows, inevitablemente se traduce en falta de sueño.
Noche tras noche, esto comienza a desgastar a los miembros de la banda, incluso si se compone de músicos enérgicos de 20 años. Pero gastar incluso $50 en una habitación por una noche no tiene sentido cuando su banda solo ganó $27 la noche anterior y todavía tiene que pagar por la gasolina para llegar al próximo espectáculo.
Podrías tener el mejor momento de tu vida.
Sí, hay grandes inconvenientes en las giras, pero las giras para bandas pequeñas también pueden traer beneficios de por vida.
Para bandas nuevas sin experiencia en interpretación, tocar el mismo conjunto una y otra vez es una oportunidad para desarrollarse musicalmente y forjar una verdadera identidad musical.
L@s amig@s que las bandas no establecidas hacen en la gira a menudo terminan siendo conexiones y recursos importantes más adelante en sus carreras. Y hay algo casi sagrado en el hecho de salir con un grupo de músicos para desafiar las probabilidades y encontrar el éxito.
Las giras hacen o rompen bandas porque es un trabajo increíblemente duro e ingrato. Los músicos que pueden manejar los muchos escollos de las giras de bandas jovenes son más propensos a abrazar la creación musical a largo plazo que aquellos que no pueden.
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