En una historia recogida en el medio Recode se indicaba que el año pasado el número de compañías que utilizaba términos como “tecnología” en sus documentos había tenido un descenso del 12%. Esto es un claro indicador de un concepto mucho más fundamental – es posible que hayamos alcanzado el punto máximo en el sector tecnológico, un sector que ha impulsado la cuarta revolución industrial.
Algunos dirán que la transformación hacia la era del internet fue el inicio de una nueva revolución industrial construida en torno a la Inteligencia Artificial, el Big Data y a la automatización, pero el factor subyacente es que la tecnología ha moldeado el mundo moderno (ya sea para bien o para mal). Más que nada en los países desarrollados, pero independientemente los ha moldeado. Sin embargo, con la tecnología tan involucrada en nuestras vidas, y con los servicios y empresas que la facilitan, ¿se ha vuelto la tecnología tan ubicua que ahora es una forma ambigua de definir a una empresa?
La tecnología es el mundo moderno
Cuando Tim Berners Lee inventó el World Wide Web (WWW) en 1989, no se imaginaba el impacto global que habría tenido su creación a futuro. A medida que nos vamos acercando a la segunda década del siglo 21, es casi imposible imaginarse una vida sin el internet.
El penetrante alcance de la web y del internet puede verse representado por el reciente lanzamiento de doce nuevos dispositivos por parte de Amazon, incluyendo un horno conectado, un anillo inteligente (sí, un anillo) con dos micrófonos, y una lámpara nocturna para niños o»Portal», una pantalla para videollamadas creada por Facebook.
Siendo ésta última (facebook) una compañía que recolecta información nos hace preguntarnos: ¿Es este tu portal hacia el mundo, o es el portal de Facebook hacia tu mundo?
Independientemente de la razón por la cual las grandes compañías del mundo quieran poner su hardware en nuestras casas, esta es sencillamente la nueva frontera para el consumo tecnológico.
Ahora que disponemos de potentes computadoras personales que nos acompañan a todos lados, siempre estamos conectados a nuestras colecciones, aplicaciones y servicios personales. La tecnología es el mundo moderno.
El surgimiento del tech-washing
Con la tecnología operando gran parte de lo que hacemos, surge la duda de si “tecnología” es un buen término para distinguir o destacar algo. Si todo es tecnología, entonces ¿qué es tecnología?
Esa es una pregunta que grandes inversores en todo el mundo están comenzando a hacerse. De hecho, ya hemos llegado a un punto donde:
a) La tecnología es un concepto sin significado – todo es tecnología
y
b) Muchas compañías están haciendo algo llamado “tech washing”, que consiste en utilizar el término “tecnología”, ocultando el hecho de que en realidad no son compañías tecnológicas gracias a que utilizan plataformas y tecnología para manejar sus operaciones.
En la era donde todo es operado por tecnología, sería casi imposible crear un nuevo negocio sin tecnología.
Compañías como Uber, WeWork y la recién llegada Peloton han logrado obtener sustanciosas ganancias y todo gracias en gran medida a que se han posicionado como compañías tecnológicas.
De hecho, cuando la etiqueta “tecnológica” se quita, vemos que sólo son una compañía logística, un negocio de rentas comerciales y una compañía de equipos para ejercicios. Si se hubieran mantenido con esas etiquetas, sin duda alguna habrían tenido valoraciones mucho más pequeñas, y muchos de sus inversores no habrían aportado nada. Los inversores, por su parte, están comenzando a ver esta tendencia, tal y como se evidencia en el descenso súbito en las acciones de Peloton, la crisis de WeWork y los continuos problemas de Uber.
Pseudo-tecnología
El apodar a una empresa como “tecnológica” es algo que han estado realizando muchas nuevas compañías, ayudándolas a recolectar fondos con valoraciones altas, sin mencionar que logran persuadir a los inversores para que se enfoquen en la “historia”, y en los costes y ganancias a favor del desarrollo, innovación y por supuesto, el término favorito de las compañías tecnológicas: la disrupción.
En aquellos días del primer boom de las tecnológicas, el mantra de las compañías de esa época era que “las métricas de la era antigua”, como la rentabilidad, no aplicaban para ellas. Eso si… tan pronto como se acababan las inversiones, esas “antiguas métricas” se llevaban todo a su paso.
El actual acceso al capital, permitido en parte por la baja tasa de intereses, ha permitido girar en el mismo sentido a toda una nueva generación de compañías. Pero independientemente de si estamos frente a una recesión global, o de un aumento en el escepticismo de los inversores, lo más probable que es vaya a ocurrir lo mismo con los “disruptores” de la actualidad.
La crisis de internet separó los buenos de los malos, lanzando lejos a compañías como Pets.com, pero viendo crecer y triunfar a muchas otras como eBay y Amazon.
Pero sin duda alguna, también se perdieron muchas otras compañías prometedoras. Hacia lo que apuntan algunos analistas es a quitar del medio a las compañías pseudo-tecnológicas para que los inversores puedan segmentar mejor el mercado y saber qué es lo que desean apoyar, todo esto dentro de lo que seguramente será un turbulento ciclo económico.
La tecnología es el centro de la economía global en el presente, y las previsiones apuntan a que seguirá incrementándose, al menos hasta que el mundo comience a desarrollar una economía en torno la crisis climatológica.
Es necesario que las genuinas compañías de tecnologías e inversores comiencen a tomar una visión más crítica en torno a qué es lo que constituye realmente la tecnología. De lo contrario, es posible que el sector tecnológico descienda como acción de las compañías que buscan usurpar este concepto.
Fuentes:
- https://edition.cnn.com/2019/09/10/tech/peloton-ipo-raise-billion/index.html
- https://techcrunch.com/2019/09/25/everything-amazon-announced-at-its-alexa-event-today/
- https://sadafshallwani.net/2015/08/04/majority-world/
¿Te gustó el artículo?
(1 Votos, Promedio: 5,00 de 5)
Cargando...
