El pasado sábado 22 de agosto 1.500 voluntarios pasaron diez horas dentro del estadio de Leipzig como parte de un experimento científico que tenía como objetivo mostrar cómo se propaga el coronavirus en eventos en interiores.
Los científicos detrás del proyecto Restart-19, que invitaron a miles de voluntarios a participar en tres conciertos experimentales en Alemania, indican que el estudio debería proporcionar datos valiosos sobre los riesgos de infección por Covid-19 que plantean los grandes eventos en interiores.
Mil quinientas personas participaron en el experimento, que se llevó a cabo en el Quarterback Immobilien Arena con capacidad de 12,200 personas en Leipzig como parte de Restart-19, un proyecto de investigación financiado parcialmente con fondos públicos dirigido por el Hospital Universitario de Halle (Universitätsmedizin, UKH).
Como se reportó en julio, el estudio comprendió tres conciertos del cantante Tim Bendzko: uno sin distanciamiento social, estilo pre-coronavirus; uno con “medidas de higiene optimizadas”, como más entradas/salidas y cierta distancia entre los asistentes al concierto; y uno con total distanciamiento social, con los asistentes sentados a 1.5 metros de distancia.
Si bien el equipo de UKH inicialmente planeó que el experimento involucrara a 4,000 personas, los datos de los 1,500 voluntarios, de los cuales cada uno estaba equipado con un dispositivo de seguimiento, proporcionaron suficiente información para “trabajar muy bien”, comenta el Dr. Stefan Moritz, director de Restart-19.
Para los tres escenarios, que tomó un total de diez horas, se les solicitó a los asistentes (quienes se sometieron a pruebas de Covid-19 con anticipación, y se les midió la temperatura antes de entrar) que usaran una mascarilla y desinfectante de manos que contuviera tinte fluorescente. El desinfectante mezclado con tinte marcaría las áreas de «alto contacto» cuando la audiencia simuló ir al baño o visitar a los vendedores de alimentos y bebidas entre los espectáculos, según lo solicitado por el equipo de Moritz.
“La adquisición de datos salió muy bien, por lo que tenemos información de calidad; el estado de ánimo es genial; y estamos sumamente complacidos con lo disciplinado que han sido los asistentes al usar la máscara y el desinfectante»
Otras pruebas incluyeron el uso de máquinas de humo para reproducir la propagación de aerosoles en un entorno de estadio cubierto (se cree que el coronavirus puede sobrevivir en el aire hasta tres horas) y la simulación del tráfico del transporte público hacia y desde el lugar.
«Estamos emocionados de ver lo que resultará del estudio” comentó Matthias Kölmel, director de operaciones del estadio ZSL Betreibergesellschaft, quien, sin embargo, enfatiza que «esto no es un remedio«.
En Saxony, de la cual Leipzig es la ciudad más poblada, actualmente se permiten eventos con distanciamiento social de hasta 1,000 personas. En Alemania, que incluye todo su territorio, existe una prohibición federal en curso sobre las reuniones sociales a gran escala no distanciadas hasta al menos noviembre.
El cantante Bendzko declara que espera que el programa Restart-19 pueda ayudar a acelerar el regreso de los «conciertos reales», por el bien de la industria de la música en Alemania.
«Espero que los resultados nos ayuden a volver pronto a tocar en conciertos reales frente a una audiencia” comenta, y añade que la gran mayoría de las personas involucradas en la música y los eventos trabajan de forma oculta. «Nos acercamos a un gran desastre y necesitamos encontrar soluciones con urgencia.”
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Lo que ha pasado con los conciertos musicales es lo que esta pasando ahora con el futbol. Sinceramente no podemos dejar que el covid nos prohíba escuchar la música de nuestras bandas favoritas en cualquier concierto, aunque cierto es que con los mínimos requisitos de seguridad.
Muy buen articulo.
Saludos.