¿Cuál es el valor actual del rock clásico?
¿Cómo continua acumulando relevancia la música de los años 60 y 70 a pesar de que el número de artistas de esa época disminuye con el paso del tiempo?
¿Alguna vez has escuchado de las Islas Cook?
No te sientas mal, yo tampoco lo había hecho. Resulta que son una cadena de 15 islas en el Pacifico sur, conectadas políticamente con Nueva Zelanda. A nivel económico están limitadas debido a su aislamiento. Por su puesto, hay turismo, agricultura e incluso perlas negras… Pero cuando vives en un lugar tan remoto como este, es mejor que seas creativo.
Con respecto a la moneda de las islas, se tiene el dólar de las Islas Cook, una divisa que se ha vuelto común en este sitio. Tienen monedas de dos dólares, con tres caras e incluso un extraño billete de tres dólares.
Pero hay algo más interesante en torno a una serie de monedas de colección (aunque son utilizables en las islas) que hacen referencia a AC/DC. Estas dos nuevas monedas son parte de una versión conmemorativa en honor a la banda que Angus y Malcom Young formaron allá en 1973. Estas nuevas monedas le brindan tributo a “For Those About To Rock (We Salute You)” –una moneda de dos dólares- y a “The Razors Edge” –una moneda de 10 dólares-.
La Reina Elizabeth II está en el anverso de ambas monedas.
Y no son para nada baratas de conseguir – 65 y 199 libras esterlinas para ser más exactos (o cerca de 81 y 249 dólares estadounidenses).
Pero eso nos demuestra que aún existe un valor restante en los objetos coleccionables de rock clásico, y realmente existe ese valor en todo lo nuevo con referencias a esas icónicas bandas con las que crecimos.
Por otro lado, y a pesar de las increibles virtudes de La Era Dorada del Rock, especialmente los años 60 y 70 (lo que ahora llamamos Rock Clásico), no podemos negar por ley de vida cada una de las estrellas del rock de este increíble periodo de tiempo morirá en la próxima década o menos.
Muchos de ellos puedan ser lo suficientemente afortunados para llegar a los 90 años, pero tal y como hemos estado viendo, ese estilo de vida que tienen muchas estrellas del rock han acortado considerablemente sus esperanzas de vida.
La realidad nos abofetea en forma de mortalidad cuando nos pilla desprevenidos con la triste noticia del deceso de Glenn Frey, Prince, John Lennon o Tom Petty. Las causas de muerte varían bastante, pero el resultado es siempre el mismo.
Podemos celebrar sin embargo que como con todos los actos monumentales de creatividad, los artistas fueron impulsados por la aspiración a trascender más allá de su propia finitud, para crear algo que tuviera un valor duradero, algo que viviría mucho más tiempo que aquellos que lo crearon.
Dicho esto, si el objetivo de los artistas y música en cuestión era crear arte y cultura que perdurara más que sus propias vidas, lo lograron, sin duda.
La típica cita que dice “Espero morir antes de volverme viejo” (“Hope I die before I get old”) no es más que un cuento de hadas. Los hombres más famosos que la han cantado o siguen cantándola (por ejemplo Pete Townshend y Roger Daltrey) están en sus setenta años.
Paul McCartney ha superado tiene 77 años, Neil Young 74 años, Mick Jagger tiene 76 años y Keith Richards 75 años al momento de escribir estas líneas.
¿Pero es eso realmente una sorpresa?
Puede que no quieras aceptar la realidad.. Pero lo sabes, al menos de forma intuitiva.
Por otro lado tenemos las prematuras muertes de Jim Morrison, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Kurt Cobain entre otros, que no han hecho que su música pierda ni un ápice de su encanto. Lo mismo es cierto modo puedes intuir para artistas de la talla de Michael Jackson, Elvis, Freddie Mercury, Frank Sinatra y Mozart…
Nuestros recuerdos – a pesar de ser afectados por el paso del tiempo – preservan el poder de su música cuando más nos importaba.
Después de todo, sabemos qué es lo que le ha pasado a la música clásica después de que aquellos ingeniosos compositores fallecieron. Las bandas de tributo a los compositores clásicos– mejor conocidas como orquestas sinfónicas – duplican y honran cada nota y parte de esa música, noche tras noche, año tras año, siglo tras siglo.
¿Qué será de esta música después de la desaparición de esta increíble generación de roqueros? ¿Desaparecerá junto con los cuerpos físicos de los músicos?
Por supuesto que no. Será tocada en vivo, disfrutada en la radio, escuchada en dispositivos, y honrada en grandes escenarios.
Estos son nuestros recuerdos, nuestras vidas, nuestro Rock Clásico.
Tenemos que disfrutarlo mientras podamos, y en muchos casos, mostrárselo a nuestr@s hij@s y a nuestr@s niet@s.
Sin duda cuando la vida siga su curso y la muerte de esos músicos suceda será triste, y lamentaremos sus muertes, y al mismo tiempo, lamentaremos la pérdida de una parte importante de nuestra juventud pero nos queda celebrar su música todos los días, ya sea que estos artistas estén en este mundo ahora, o ya sean sólo recuerdos del pasado.
Y eso nada lo puede cambiar.