Streaming de música y el reparto de los ingresos generados

Dentro del debate entre los distintos stakeholders dentro del ámbito del reparto de los ingresos derivados del streaming, se apunta a que parece razonable para los proveedores de servicios digitales (DSP) tratar de conseguir aproximadamente el 30% del ingreso, para que aproximadamente el 70% se pague a la industria de la música en general. No obstante, gracias a las garantías mínimas y avances que los DSP se comprometen a pagar bajo sus acuerdos actuales, pocos servicios mantenían el 30% de sus ingresos.

Todos las partes a excepción de los representantes de las compañías discográficas sentían que la manera en que los ingresos se dividían entre los derechos de grabación y los derechos de edición – para que los propietarios del primero fueran pagados de 4 a 5 veces más que el último – es injusto. Pocos apoyan una división del 50/50, dentro del marco de que los sellos todavía toman riesgos considerables al lanzar nueva música, especialmente de nuevos artistas, aunque se siente que esos riesgos son menos significativos que en la era de los CDs. Los representantes de los sellos discuten que, de hecho, sus riesgos son actualmente más altos que nunca, a pesar de la bajada en los costes de grabación, fabricación y distribución.

El reparto digital en el streaming de música

Guía aproximada de como se dividen los ingresos entre las partes interesadas. Las partes del artista se basan en un contrato del 20% de los royalties. Las partes de compositor se basan en el editor tomando el 30% de los ingresos. Las deducciones y descuentos, discutidos luego, pueden reducir más el ingreso del artista.

Los artistas y sus representantes sienten que la división entre los artistas y los sellos también está desfasada. Esto obviamente varía bastante a través de la industria, porque cada acuerdo discográfico es diferente, pero una de las conclusiones a las que se llega es que los sellos deberían pagarle a los artistas un royalty más alto en streaming que en CDs, esto es, más que unos céntimos más, de nuevo por el sentimiento de que los riesgos de los sellos son menores en digital que en físico.

Se piensa también que se les debe pagar una tarifa más alta a los artistas catalogados como Heritage Artist (AC/DC, Bob Dylan, The Beatles…) quienes usualmente continúan en acuerdos con tarifas más bajas en parte reconociendo que la era digital ha reducido los costes de los sellos para explotar el catalogo. Esto es un problema que el Artículo 15 del borrador de la Directiva de los Derechos de Autor recientemente publicada por la Comisión Europea busca ajustarse través de un ‘mecanismo de ajuste de contrato’.

Los artistas y sus representantes también plantearon el problema de las deducciones y descuentos, las cuotas cobradas por los sellos antes de calcular la parte del artista y las reducciones en la tarifa de regalías pagadas por ciertas explotaciones de una grabación. Algunos sienten que este era el problema más grande, y que los ellos necesitan ser mucho más abiertos acerca de qué deducciones y descuentos se aplican a los ingresos digitales. Esto podría habilitar un debate informado entre sellos y managers acerca de qué deducciones y descuentos son apropiados, especialmente para los considerados Heritage Artists a los que algunas deducciones de la era física se les han aplicado a lo digital.