La aplicación de video de formato corto Clash compró Byte, el sucesor de Vine. Clash dice que planea fusionar sus funciones de monetización con Byte para cambiar el nombre de la aplicación usando el nombre de Clash.
Por su parte, Clash espera que la compañía tenga mejores herramientas de monetización para atraer a la creciente base de usuarios de TikTok.
Brendon McNerney, el cofundador de Clash que orquestó el acuerdo, describió la estrategia al New York Times. Dice que los dos productos se fusionarán con relativa rapidez.
“El mercado de aplicaciones que te permiten crear y publicar videos desde tu teléfono se ha saturado enormemente”, dice el creador de Byte, Dom Hofmann. “Hay muchos competidores con conjuntos de características similares (o mejores) y mucha más distribución”, continúa.
Clash y Byte surgieron como alternativas de TikTok cuando el poder del gobierno de EE. UU. se centró en prohibir la aplicación. Las preocupaciones por la seguridad nacional estaban en la raíz de esas prohibiciones, pero ahora está al mando una nueva administración.
Hasta ahora, el presidente Biden no ha hecho ninguna propuesta para revisar el tema de la prohibición de TikTok. Eso allana el camino para que TikTok continúe con su crecimiento constante. Una prohibición de TikTok en EE. UU. habría ayudado a otras aplicaciones como Clash y Byte a prosperar de forma independiente como una alternativa natural. No ayuda que las Big Tech hayan estado clonando TikTok.
Instagram presentó Reels, mientras que YouTube está probando cortos en versión beta, ambos clones de TikTok.
Instagram incluso llegó a reemplazar la función de búsqueda con el botón Reels en su aplicación. Por lo tanto, no es de extrañar que estos players más pequeños en el espacio de video de formato corto se estén duplicando para intentar abordar TikTok. Brandon McNerney cree que el sistema de monetización integrado en la aplicación Clash puede darle una ventaja.
«Queremos cambiar la forma en que los creadores monetizan», dijo a The Verge. «Muy a menudo, los creadores han jugado a este juego en el que tienen que sacrificar su contenido o su horario solo para descubrir cómo pagar el alquiler».
Byte se ha instalado 4,5 millones de veces desde su lanzamiento, mientras que Clash ha alcanzado las 500.000 instalaciones. Dicho esto, a día de hoy se desconoce cuánto pagó Clash por la adquisición de Byte puesto que McNerney se negó a compartir el precio de adquisición. Por su parte, Hofmann seguirá desempeñando un papel de asesor para Byte.
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