En Dinmarca, el Festival de Roskilde de Dinamarca, Live Nation Denmark, Smukfest, Tinderbox y NorthSide escriben una carta abierta pidiendo apoyo político
Las consecuencias para los grandes festivales, conciertos y eventos podrían ser enormes si también se cancelan los eventos de 2021. Pero la industria de los festivales y conciertos cree que hay un buen camino a seguir. Para llegar hasta el final, se necesita apoyo político y apertura de mente.
En un año normal, en la industria de festivales y conciertos en el país nórdico venden 1,7 millones de entradas para conciertos en salas de todo el país, más de 1,1 millones de entradas para los numerosos festivales de música de verano y otros 4,3 millones de entradas para conciertos organizados por asociaciones, organizaciones o bandas locales en el ayuntamiento.
Sin embargo, la pandemia ha creado una nueva realidad en la que es imposible poder continuar con la actividad con normalidad.
2021 no tiene por qué ser como 2020
Pero el ritmo de 2020 no tiene por qué continuar en 2021. Se debe seguir trabajando en encontrar soluciones sobre cómo poder vivir en una sociedad con el virus. Se sabe más sobre el virus ahora que en la primera ola de la pandemia: las opciones de tratamiento son mejores, las opciones de prueba son mejores y las vacunas están en camino.
Es momento de que se piense y trabaje de manera conjunta en todas las disciplinas para encontrar nuevas soluciones una vez más, cuando sea el momento adecuado, unirnos en comunidades y aflojar las restricciones.
Los organizadores de festivales y conciertos, pueden contribuir, no solo en relación con sus propios eventos, sino en relación con toda la comunidad. Como industria, tienen la experiencia necesaria para que eventos y grandes masas de personas sean gestionadas de forma segura. Con su trabajo pueden contribuir a que otros sectores e industrias tengan mejores oportunidades para volver a su ritmo y nivel de actividad normal.
Necesidad apoyo político
Sin embargo, el apoyo, la priorización y la cooperación de la población, las autoridades de salud y el gobierno son cruciales. Solo con la ayuda política en primera instancia, es posible tener una vida activa y vibrante en festivales y conciertos en 2021.
Están en diálogo con el ministerio de cultura y otras autoridades relevantes. Estan felices por eso. Pero tienen que trabajar más rápido y de forma más estructurada en todas las disciplinas si quieren prepararnos para la próxima temporada.
A este respecto, por supuesto, se ha seguido el trabajo de permitir la celebración del Campeonato de Europa de Balonmano, y se complacen de que la prueba rápida para la detección sea parte de un plan más amplio de implementación, donde la capacidad de prueba pública se utiliza antes, durante y después de los eventos.
Creen que tienen la responsabilidad de asegurarse de que eso suceda. Una responsabilidad que se extiende más allá de ellos mismos.
Tienen una responsabilidad con los cientos de miles de compradores de entradas, así como con los muchos artistas, proveedores grandes y pequeños y organizaciones voluntarias que tienen su principal ingreso con el sector.
Han sido necesarias décadas para construir la sólida cultura de festivales que tienen en Dinamarca. Los entornos y la creatividad que como organizaciones han creado en toda su diversidad corren el riesgo de perderse en la crisis de la corona.
Por eso piden apoyo político. Solo pueden alcanzar la meta con su ayuda, conocimiento y paciencia cuando desarrollan y prueban nuevos formatos. Necesitan de la confianza en que en Dinamarca pueden lograr allanar el camino y resolver este reto.
Con esa confianza, están convencidos de que podrán encontrar el ritmo adecuado y volver a reunir a mucha gente para un baile que se trate de encontrar la alegría de la música, la comunidad y la vida.
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