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Claves para Reconocer un Buen Acuerdo de Sincronización Musical

Este monográfico trata uno de esos contratos que todo artista, compositor y productor debería conocer. Incluye términos y contratos que los abogados de artistas deben impedir que firmen.

Se explicará lo básico en cuanto a acuerdos y contratos dentro de la industria de la música y se enfoca en el uso de la música en trabajos audiovisuales como películas, televisión, spots  de televisión y videojuegos.

La introducción, ubicada abajo, explica los conceptos fundamentales, provee ejemplos de las cantidades de dinero que los artistas pueden esperar obtener, explica el rol que tienen las Organizaciones de Derechos de Autor (conocidas en inglés como Performing Rights Organizations  o PROs) a la hora de recolectar ingresos adicionales en beneficio de los compositores, discute las provisiones claves en licencias estándar y, finalmente, describe brevemente el rol de las editoriales, los representantes de sincronización y otros agentes de licenciamiento.

Esta entrega también provee comentarios detallados en las tres siguientes licencias. Si uno ve un acuerdo similar, un abogado sabrá qué es lo necesita buscar, cómo hacerlo más justo, y, si la compañía que quiere usar la música de su cliente no quiere negociar, esto puede ayudar a decidir si aún vale la pena firmarlo.

Bien es cierto que tratan del mercado en EE.UU. pero nos permitirá sacar a la luz muchos de los aspectos que intervienen en un contrato de sincronización.

Vamos allá.

Dos copyright: Grabaciones de sonido y Trabajos Musicales

Las licencias de sincronización son acuerdos para el uso de música en proyectos audiovisuales.

Siendo usadas en su sentido más estricto, una licencia de sincronización hace referencia al uso de una composición musical en un trabajo audiovisual.

El término licencia de “uso del máster” es utilizada a veces para referirse al uso de una grabación musical (llamada a veces máster) en un trabajo audiovisual.

Las licencias de sincronización y de uso del máster pueden generar dinero para los compositores, y las licencias de uso del máster pueden generar dinero para los cantantes.

Es posible que en una licencia se incluyan ambos repertorios de derechos en una canción y un máster si la misma persona compuso la canción y produjo el máster.

Las leyes de copyright protegen los trabajos musicales, incluyendo las canciones y cualquier  serie de palabras adjuntas en la misma, al igual que protege trabajos orquestales, libretos, y otras composiciones musicales.

El copyright también protege grabaciones de sonidos, las cuales son grabaciones de composiciones musicales. Los artistas y compositores independientes que graban sus propias canciones por lo general poseen los derechos de dichas canciones y maestros.

No obstante, una vez que el artista y/o compositor firma un acuerdo de editorial musical, se transfieren los derechos de las canciones a la editorial, y ésta paga al compositor una regalía por la explotación comercial de las canciones, incluyendo las sincronizaciones.

Si el mismo artista o compositor firma un contrato de grabación estándar, cualquier grabación que él o ella realice durante el periodo del acuerdo es usualmente un producto para la compañía de grabación. De ser ese el caso, como se explica más adelante, la discográfica posee los derechos de las grabaciones, y paga regalías al artista, tanto por las ventas de las canciones como también por las licencias de uso del máster.

Sin embargo, en este monográfico, las licencias de sincronización y de uso del máster van a ser vistas desde la perspectiva de los compositores y artistas que aún no han firmado ningún acuerdo editorial o grabación exclusivos.

Como artista/compositor que no tiene una editorial o discográfica con la cual negociar las licencias de sincronización o másters, es importante buscar el apoyo de un abogado, o como mínimo tener el conocimiento suficiente para evitar los malos contratos.

El objetivo del presente artículo es educar a los artistas independientes, compositores y productores acerca de acuerdos que no ofrecen condiciones ventajosas y términos de mercado son mejorables, enseñarles qué preguntas hacer, cómo pueden hacer que el contrato que reciben sea más justo, y cuándo deberían simplemente negarse a firmar.

Productores Independientes y Derechos de Autor en Composiciones Musicales Contenidas en Sus Másters

Durante muchos años, los productores no crearon música nueva hablando desde un plano general.

Simplemente grababan música creada por compositores y tocada o cantada por artistas. Sin embargo, eso ha cambiado. Es usual ver que en el Pop, R&B y Hip-Hop, los productores sí crean música nueva al brindar beats o incluso pistas musicales completas para que los artistas canten. En ese caso, el productor está creando dos copyright: 100% de la grabación del sonido y una parte de la composición musical.

Los productores pueden firmar acuerdos editoriales debido a que los beats o la parte instrumental que crean son composiciones musicales al igual que las grabaciones de sonido. En ese caso, el productor generalmente va a tener que transferir el copyright de cualquier parte de la composición musical que creó, como lo son los pulsos.

Pagos por sincronización y uso del máster

Por lo general, aunque no siempre, la compañía que desea utilizar la música de un artista independiente para una película, anuncio, show de televisión o videojuego, va a ofrecer un pago por adelantado de una única ocasión, el cual suele llamarse pago por sincronización (incluso si el compositor transfiere los derechos de la canción y el máster) La suma del pago, si es que hay, va a depender de una serie de factores incluyendo:

El perfil profesional del músico.

Por ejemplo, si una agencia de publicidad busca ciertos productores para crear música para un cliente, es probable que tenga una tarifa estándar con ese productor.

La naturaleza del trabajo audiovisual para la cual es creada la música, y si la canción fue un éxito.

Por ejemplo, una película de alto presupuesto va a pagar usualmente desde 10.000 a 25.000 dólares por una canción o máster creado por un compositor, artista o productor independiente.

En contraste con eso, un éxito pop en un estudio cinematográfico puede fácilmente alcanzar 100.000 dólares o más. Aun así, un cineasta independiente podría gastar sólo 5.000 dólares o menos por canción o máster. No debería ser sorpresa si la oferta para el artista o compositor sólo se limita a ser nombrado en los créditos.

Al comenzar tu carrera musical, el tener tu nombre en los créditos y en IMDB (Una base de datos en línea que contiene información pertinente a películas, programas de televisión, y videojuegos, incluyendo el equipo de producción, compositores musicales y músicos, biografías, curiosidades y criticas) podría ser algo que te abra muchas puertas.

Algunos otros factores son:

En el caso de una película, como se mencionaba anteriormente, el asunto más importante en torno a las tarifas y pagos es si la película es una producción con alto presupuesto, o si es una producción independiente. Aunque otros factores incluyen, como la cantidad de veces que se toca la canción en la película, y si es utilizada al inicio o al final de la misma. Además, existen tarifas adicionales si la música es usada en un tráiler.

En el caso de un anuncio de televisión, el factor más importante es si el comercial es a nivel nacional (el cual podría resultar en un pago que podría ir desde miles de dólares a más de diez mil dólares por una canción o maestro independiente), o si va a ser reproducido en uno o varios mercados específicos (en dado caso, cobrarías menos). Un hit, por otro lado, puede generar una tarifa bastante grande, y más aún cuando se trata de un hit de algún artista famoso como los Rolling Stones.

En el caso de un programa de televisión, el factor más importante es si es el programa es por cable o no. Usualmente, aunque no siempre, los programas por cable pagan mucho más que aquellos que no son de cable. El dinero para un compositor o productor independiente podría no ir más lejos que las regalías pagables al compositor por parte de su PRO (ver más abajo), yendo desde 2.500 a más de 10.000 dólares, dependiendo de qué tanto quieran usar tu música las compañías de producción o televisoras.

En el caso de un productor de videojuegos, la tarifa de sincronización podría ser un par de miles de dólares. Un abogado puede tratar de incluir la cláusula de naciones más favorecidas, la cual declara que, si el productor paga una tarifa más altas por otra canción distinta a la que se está negociando actualmente, entonces el compositor va a obtener la misma cantidad (si es más alta).

Si el máster y la canción le pertenecen a distintos entes (por ejemplo, si el compositor hizo la canción, pero el productor es el dueño de la pista), entonces una licencia será emitida por parte de ambos entes.

Ingresos adicionales por presentaciones públicas

Cuando la música es tocada en público, como en una transmisión como parte de un show de televisión, o a través de internet como un videojuego en línea, el compositor puede ganar ingresos en base a las PRO del compositor (por ejemplo, ASCAP, BMI, SESAC, SGAE o la recientemente organizada Global Music Rights). Este ingreso es un añadido a la tarifa por sincronización, o puede que sea el único ingreso que un compositor independiente recibe.

Cada organización tiene sus propias reglas que determinan la cantidad de dinero que deberá ser pagada por cada uso de la música en un trabajo audiovisual. El ingreso por presentaciones en público de una canción dentro de un trabajo audiovisual puede ser substancial en ocasiones. Por ejemplo, si la música es utilizada en un spot de televisión nacional el cual se lanza en televisión por cable, la regalía recibida por la organización podría superar la tarifa de sincronización. No obstante, este ingreso también puede ser muy poco en otras situaciones – por ejemplo, cuando una pequeña cantidad de la canción es utilizada de fondo en una sola escena de un programa de televisión básico.

Cuando estos ingresos se vuelven sustanciales, el compositor podría decidir aceptar una tarifa de sincronización más baja, en vez de perder el acuerdo por completo. Es importante recordar que sólo estamos hablando del ingreso por presentaciones o usos públicos de la composición musical.

Las mismas consideraciones no aplican al dueño de la grabación del máster– por ejemplo, un artista o productor. Bajo las leyes de derechos de autor de los Estados Unidos, los dueños de grabaciones maestras, a diferencia de los dueños de las canciones subyacentes, no se les permite recibir ingresos por presentaciones o usos públicos que podrían generarse por la transmisiones de sus grabaciones, excepto por transmisiones digitales como Spotify, Youtube y Pandora. Si un anuncio va a ser lanzado en televisión por cable, la compañía que lo posee va a tratar de obtener los derechos de internet por poco o sin coste adicional.

SoundExchange, al igual que las organizaciones para las composiciones, suele recolectar ingresos por el uso público de grabaciones musicales, pero sólo para servicios de audio por internet como Pandora.

La situación es diferente fuera de Estados Unidos, al igual que en muchos otros países, pues los artistas pueden ganar derechos de regalías por los usos públicos de sus grabaciones de másters en televisión al igual que las transmisiones de radio.

En resumen, los ingresos del dueño de la grabación del máster, provenientes de EE.UU., van generarse a través de la tarifa de pago por adelantado, la cual recibe de la compañía solicitante para un comercial, película o show de televisión.

Si el dueño del máster no es el compositor, entonces no va a recibir ningún ingreso por el uso público por parte de las organizaciones (o SoundExchange), por lo que podría necesitar más que ayuda que la puede darle el compositor para negociar el pago más alto posible.

Registro Adecuado de la Canción en la Entidad de Gestión

Cada organización tiene sus propios requerimientos que vuelven a los compositores responsables del registro correcto de sus canciones, y de notificarles de cualquier proyecto audiovisual que podría generarles ingresos.

Existen casos en los que por ejemplo, han pasado un año tratando de hacer que una organización le pagara por una canción suya que sonó en un talk show debido a que el compositor no proveyó la “hoja de referencia” antes de la transmisión del programa en cuestión.

Una hoja de referencia es un cronograma de la música contenida en una película o programa de televisión (o cualquier otro trabajo audiovisual) y es esencialmente el documento necesario para que las organizaciones puedan distribuir las regalías por transmisiones y usos a través de los medios. Es típicamente preparado por la compañía de producción, pero el compositor no va a recibir su pago a menos que dicha compañía realmente lo haga con anticipación.

Aquí tienes un ejemplo de hoja de referencia en inglés.

Algunas licencias requieren que un compositor ceda todos los derechos de la canción y se los otorgue a la compañía. En ese caso, el compositor no tiene el derecho de recibir ninguna regalía de las organizaciones. No obstante, existen casos donde la compañía requiere que se transfiera el copyright de la canción, pero permite que el compositor reciba ingresos por usos públicos. En ese caso, el compositor tiene que asegurarse que la compañía ha registrado correctamente la canción, proveyendo las hojas de referencia a la organización, y terminando de llenar cualquier otra forma que haga falta.

Trabajos por contratos Vs Licencias no-exclusivas

Un asunto muy importante, que en algunos casos es incluso más importante que el dinero, es si la licencia es un trabajo por contrato.  En un trabajo por contrato, el compositor, artista o productor pierde todos los derechos de su música, incluyendo el copyright y el derecho a utilizar esa música de nuevo para cualquier propósito.

Por el otro lado, si se trata de una licencia no exclusiva, el creador mantiene los siguientes derechos: El copyright de su música, para distribuirla como grabación musical, y la posibilidad de hacer otros acuerdos.

Aquí hay una clausula típica para un trabajo por contrato:

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TRABAJO POR CONTRATO

El artista (compositor y/o productor) accede que todos los resultados y productos de sus servicios serán considerados como “Trabajo por contrato” para la compañía bajo el Copyright de Estados Unidos. Asimismo, el artista reconoce y accede que la compañía es y deberá ser considerada el autor y el dueño exclusivo de todas las grabaciones y composiciones musicales contenidas aquí para todos los propósitos, y el dueño exclusivo a lo largo de todo el mundo de los derechos de cualquier tipo comprendidos en el copyright(s) del mismo, y cualquier renovación o extensión de los derechos en conexión con eso, y cualquier otro derecho subyacente,  y esa compañía tendrá el derecho de explotar cualquiera o todas las grabaciones a través de cualquier medio, siendo creado ahora o posteriormente, a lo largo del universo, de forma perpetua, en todas las configuraciones que la discográfica determina, incluyendo sin limitación (nombre de la película, show de TV, comercial de TV, etc).

En conexión con eso, artista otorgará, a través de este medio, el derecho como representante de hecho para ejecutar, reconocer, entregar y grabar en la Oficina Estadounidense de Derechos de Autor o cualquier otra parte, y otorgará también todos los documentos pertinentes a las grabaciones si él o ella falla en ejecutar la transacción en un plazo de (5) días desde el primer momento de la petición por parte de la compañía.

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Siempre es la mejor decisión que los artistas, compositores y productores mantengan sus derechos de autor. No obstante, el trabajo por contrato podría ser no negociable en ocasiones, por lo que el creador tendría que preguntarse a sí mismo: ¿El pago (y en el caso de un compositor que podía mantener ingresos a través de regalías de las organizaciones) compensará la pérdida de los derechos de autor de su música?

Otros términos básicos de contratos

Suponiendo que la licencia no es un trabajo por contrato, existen otros términos importantes en las licencias de sincronización y uso del maestro como las que verás abajo:

Duración (o término): La compañía buscará tener el derecho de explotar el producto durante los usos de duración:

  1. Películas: Generalmente durante toda la existencia del copyright. Dicho de otra forma, la compañía adquiere el derecho a usar la música siempre y cuando esté protegida por la ley de copyright: Tanto como pueda vivir el compositor, más 70 años.
  2. Televisión: Generalmente aplica de la misma forma que antes.
  3. Anuncios/Comerciales: Por lo general, la duración es de un año, con la opción de renovar por una duración similar posterior a un pago adicional por el licenciamiento (el cual suele ser el mismo que el primero, aunque uno podría intentar negociar un pago más alto, por ejemplo, 125% del pago original).
  4. Videojuegos: Podría ser toda la vida del copyright, o una duración más corta, como tres o cinco años. Existen algunos juegos que tienen un tiempo de vida de más de uno o dos años, así que en la mayoría de los casos las compañías no ven que sea revelante tratar de obtener licencias que cubran demasiado tiempo.

Medios: La compañía va a querer tener el derecho a explotar el trabajo audiovisual de las siguientes formas:

  1. Películas: Generalmente, un productor de películas, compañía o estudio va a querer utilizar una canción o máster durante un año en los festivales, con una opción para explotar la música, incluyendo la música, en todo lo demás, lo cual se conoce como amplios derechos.
  2. Televisión: Generalmente, la red o servicio de cable va a querer todos los derechos de su multimedia, porque un show de televisión puede ser reciclado en un gran número de plataformas, incluyendo streaming, descargas y video casero. Los abogados debería, por su parte, tratar de negociar una tarifa aparte para los videos caseros, incluyendo las descargas.
  3. Comerciales: Típicamente está limitado a internet y televisión, pero el compositor/artista o productor puede tratar de asegurar un pago adicional por el uso de la canción en la radio.
  4. Videojuegos: Generalmente van a querer todo lo actualmente producido y lo que será producido.

Territorio: La compañía va a querer tener el derecho de explotar el trabajo audiovisual de las siguientes formas:

  1. Películas: Generalmente son a nivel global.
  2. Televisión: El creador podría negociar tarifas adicionales para usos en el exterior.
  3. Anuncios: Locales, a través de distintos mercados de Estados Unidos, a nivel nacional o a nivel internacional.
  4. Videojuegos: A nivel global.

El Papel de Editoriales y Discográficas

Una vez que un acuerdo exclusivo con una editorial se realiza, la discográfica de un artista y la editorial de un compositor van a negociar las licencias de sincronización y uso del máster en beneficio del artista/compositor.

La división generalmente es de 50%, que son pagados a la discográfica, y de 25% a 50% a la editorial, luego de compensar los otros gastos (incluyendo, en el caso de las discográficas, costes de grabación), de lo que le pagan al artista o compositor.

Representantes y agentes de licenciamiento

Si uno está familiarizado con el negocio de la sincronización, existen compañías que podrían estar dispuestas a representar la música de un cliente para usos de sincronización o incluso en determinadas discográficas pueden que tengan este servicio subcontratado o tengan un departamento para ello.

Algunas son más selectivas que otras, y algunas son más pro-activas a la hora de comprar música en comparación a otras. Por ejemplo, librerías musicales que tienen clientes firmes, como las televisiones y agencias de publicidad, las cuales revisan continuamente la colección para buscar música de fondo o bien, para intermedios. Los pagos de los representantes van usualmente desde 65% en el caso de ciertas compañías, y va bajando hasta 20% o menos si el representante ama la música.

La controversia más grande en el negocio del licenciamiento de sincronización es la dicotomía entre exclusivo contra no exclusivo. El mejor argumento para dejar que un representante tenga derechos exclusivos es que él o ella estén más motivados a comprar música de tu cliente.

El mejor argumento para una licencia no exclusiva es que un representante exclusivo podría perder interés en la música de tu cliente, y se olvide de ella durante toda la extensión del contrato. Las diferencias primarias entre un representante y una editorial son:

  1. Los representantes, en rara ocasión, suelen pagar por adelantado, pero;
  2. Los acuerdos de los representantes están limitados a canciones o pistas específicas. Los acuerdos estándar de publicadoras cubren cualquier canción que un compositor haga durante la duración del acuerdo.

Tres Ejemplos de licencias de sincronización

Aquí están adjuntadas tres licencias de sincronización.

  1. Acuerdo que beneficia a la compañía
  2. Acuerdo que beneficia al artista
  3. Acuerdo que beneficia a ambos

Cada licencia cubre una situación diferente. La primera, el formato de inscripción de MTV, es para utilizar la música en cualquier sitio web, show o televisión distribuida por MTV o su compañía asociada (Viacom).

El segundo es por el uso de nueva música en un comercial de televisión.

La tercera licencia es para el uso de una canción relativamente vieja en un documental.

En cada caso, el acuerdo fue llevado a cabo por la televisión, la agencia y la compañía productora, respectivamente.

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