Con la industria musical cambiando y desarrollándose a un ritmo de vértigo, es importante estar preparado para cualquier cosa que venga. En el siguiente artículo veremos varios conceptos utilizados por start ups para que los tengas en mente como empresario musical.
Los músicos/emprendedores luchan día a día por hacer de su música un negocio en la era digital. Después de darle vueltas pensamos que los aspectos más importantes en cuanto a hacer dinero con la música son el marketing de autogestión (DIY), los conciertos, el streaming, la publicidad y regalías.
Cada vez más músicos se han dado cuenta que su música también debe ser tratada como un negocio comercialmente viable. Y aunque una versión bastante alejada de este concepto se esté volviendo como la cultura dominante, y sin ignorar las fuentes de ingreso que antes mencionamos, los músicos deben desarrollar una cantidad ideas para empezar a emprender y transformarse en empresarios musicales.
Las tecnologías de emprendimiento nos han enseñado el camino. Tratamos algunas de ella a continuación.
1. Prototipo MPV (Mínimo Producto Viable)
Se trata de que el músico lance una versión impecablemente grabada de su música, y de que empiece a venderla. Lo mismo en cuanto a sus conceptos creativos, aquellos que fueron diseñados para darle profundidad y contexto a su arte.
La noción de ‘perfecto’ tiene que quedar a un lado.
Los empresarios musicales no se desilusionan por querer lanzar el contenido perfecto (en tu caso, el disco o concepto perfecto). En vez de esto, lanza algo en el corto plazo y de manera continua, incluyendo a su comunidad en el proceso va puliendo el material a través del mismo proceso.
Hablando a efectos prácticos, los demos son herramientas bastante valiosas, ayudando a los empresarios musicales a darse cuenta cuando tienen un hit delante de sus narices, antes de adentrarse en el (caro) estudio para grabarlo como un producto final.
¿Por qué es esencial este proceso? Por la percepción de la audiencia en cuanto al valor del producto final (álbum terminado) a través de la experiencia del proceso creativo (demos de una canción o disco). La audiencia quiere ser parte de tu historia, además de tu buena música.
2. Recursos limitados.
Las start ups muchas veces tienen recursos limitados cuando están empezando – lo mismo se aplica para los músicos.
¿Cómo se supera esta desventaja?
Probando cosas, tomando decisiones más inteligentes y manteniendo los costes bajos.
Las limitaciones ayudan a las start ups a ser flexibles y creativas en cuanto a la resolución de sus problemas.
Compañero empresario musical, he aquí tu oportunidad: las compañías emergentes (start ups) no son pequeñas versiones de grandes compañías, los empresarios están activamente buscando algo que funcione antes de llamar la atención, lo que hacen es buscar su modelo de negocio. Aprender a vivir con tus limitaciones te ayuda a crecer como artista y como persona, dándole forma a tu visión. Ama tus limitaciones.
3. Lejos de la perfección.
“Ningún plan de negocios sobrevive después del primer contacto con el cliente” – Steve Blank
No importa lo que hayas planeado, una vez que estás en el mundo real, todas las probabilidades desaparecen. Estás tratando con seres humanos con comportamiento irracional, no con computadoras que reciben una materia prima y producen algo y se comportan exactamente como has leído que iban comportarse en un libro.
No eres perfecto.
Un ejercicio interesante (y necesario) consiste en escribir 10 razones por las cuales podrías fallar. Luego discútelas con tu banda, compañeros o audiencia e intenta encontrar maneras de resolver esos problemas. A través de discusiones, experimentación y ejecución prematura, la idea es intentarlo y aprender de tus errores y dicho sea de paso, tantas veces y tan rápido como sea posible (¡sin morir en el intento!)
Los empresarios musicales son pensadores estratégicos, no spammers. Prefieren escuchar en vez de llamar la atención. Esto implica preguntar más en vez de responder más. Ellos no asumen saberlo todo.
4. Modelo de negocios.
Sin ingresos, los músicos nuevos nunca se convertirán en grandes músicos (Intuyo que dependiendo de lo que entendamos por arte VS Negocio habrá división de opiniones, pero estaremos de acuerdo en que para llegar a mayor cantidad de gente se necesitan mayores recursos (si, como dinero). Desafortunadamente, la mayoría de ellos crean discos y discos simplemente esperando que el dinero aparezca. Aquí es donde los modelos de negocios entran, optimizando el valor de lo que has creado, y te muestran nuevos modelos para obtener ganancias. Una definición pensamos que válida de esto es:
“Un modelo de negocios describe cómo tu compañía crea, entrega y captura el valor comercial”
Súbete al tren del negocio musical, anota tus suposiciones, y encuentra tu propio modelo de negocios validando esas hipótesis una por una. No te limites a solo contemplar – convierte las suposiciones en hechos. Te sorprenderás en lo errado que estabas en cuanto a quienes son tu audiencia, lo que estarían dispuestos a pagar, y el valor de tu negocio musical.
5. Humanización.
Esta es la gran oportunidad para los empresarios musicales.
Las start ups pueden humanizarse – las personas saben que están hablando con gente real al otro lado de la tablet, oc o smartphone. Sé uno, habla como uno. Eres una marca pública en progreso, no pretendas ser un perfil corporativo falso.
Las personas (tu y yo) no escuchan a las corporaciones sin cara, escuchan a otras personas.
No hay mucho que se pueda esconder en la era de Twitter y Google. Tampoco se quiere decir que debas revelar todo de una sola vez, sin embargo, sigues siendo un artista. Los artistas de hoy en día se destacan cuando son auténticamente interesantes, no por sus estrategias de marketing.
Para culminar con los modelos de negocios, tu valor verdadero se encuentra en la parte izquierda del campo de juego. Estoy hablando de tu proceso creativo, tu extremadamente interesante historia, tus conversaciones únicas con tu audiencia, tu lado humano, TÚ.
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