La partitura musical es una forma escrita a mano o impresa de anotaciones musicales que utilizan símbolos de música moderna para indicar las melodías, ritmos y acordes de una canción o pieza instrumental.
Como su análogo, el libro impreso o panfleto en inglés, en lenguas arábicas u otros idiomas, el medio de la partitura musical suele ser en papel (o, en los primeros siglos, papiros o pergaminos), si bien el acceso a las notaciones musicales desde la década de los 80 ha incluido la presentación de la notación musical en pantallas de ordenador y el desarrollo de programas de computadora de notación musical que pueden escribir una canción o pieza electrónicamente y, en algunos casos, «reproducir» un sintetizador o instrumento virtual.
El término “partitura” se usa para diferenciar formas escritas o impresas de música de sonidos grabados (en vinilo, cassettes, cd), radio o retransmisión televisiva o presentaciones en vivo grabadas, que pueden capturar películas o imágenes de vídeo de la presentación, así como el componente de audio.
En el uso cotidiano de “partitura” puede referirse a la publicación impresa de partituras de música comerciales en conjunción con el lanzamiento de una nueva película, programas de televisión, álbum musical, u otros eventos especial que involucre a la música. La primera partitura musical impresa con una imprenta fue en 1473.
Las partituras son la forma básica en la cual la música clásica occidental es anotada, así que puede ser aprendida y representada por un solista, un instrumentista o un grupo musical. Muchas formas de la música occidental tradicional y popular son comúnmente aprendidas por cantantes y músicos “de oído”, en lugar de utilizar partituras.
Elementos de la partitura
Título y créditos
Las partituras musicales del siglo XX y XXI normalmente indican el título de la canción o compositor en una página de título o portada, o en la parte superior de la primera página, si no hay título o portada.
Si la pieza es de una película, un musical de Broadway, u ópera, se puede indicar el título de la obra principal de la cual se toma la canción/pieza.
Si el compositor o escritor es conocido, frecuentemente se indica su nombre junto con el título.
La partitura musical también puede indicar el nombre del escritor de la letra.
Si ésta ha sido escrita por otra persona que no sean el compositor o escritor, recibe el nombre de arreglista, si la canción o pieza ha sido arreglada para la publicación.
Si se trata de música folclórica, canciones tradicionales en géneros como el blues y bluegrass, e himnos y cánticos tradicionales muy antiguos, puede que no sea indicado el nombre de ningún escritor o compositor porque para esta música, los autores son generalmente desconocidos.
Notación musical
El tipo de notación musical varía mucho según el tipo de género o estilo de la música.
En la mayoría de las canciones clásicas, la melodía y el acompañamiento (si está presente) se anotan en las líneas de un pentagrama usando notas de cabeza redondeada.
En partituras clásicas, el pentagrama siempre contiene una clave, a menudo una clave de fa o clave de sol, además de los tiempos del compás, que normalmente tiene dos números indicando las unidades que lo componen (por ejemplo 4/4 indica que hay cuatro tiempos por compás y que el segundo 4 es la unidad de cada uno de los tiempos).
Muchas canciones y piezas de periodo clásico (ca. 1750) y en las épocas más tardías para indicar el tempo se utilizaban unas expresiones italianas como Allegro (rápido) o Grave (lento) y las dinámicas (más fuerte o más bajo) utilizando expresiones como “forte” (fuerte) o “pianissimo” (muy suave). Las líricas, si están presentes, se escriben cerca de las notas de la melodía.
Sin embargo, la música de la época barroca (ca. 1600-1750) o anteriores pueden no tener tempo ni inducción dinámica.
Se esperaba que los cantantes y los músicos de esa era supieran en qué tempo y en qué tonalidad tocar o cantar una canción o pieza acorde a su experiencia y conocimiento musical.
En la era de la música clásica contemporánea (siglo XX y XIX), y en algunos casos antes (como el periodo romántico en las regiones de habla alemana), los compositores usualmente utilizaban su idioma nativo para indicaciones del tempo, en vez del italiano (por ejemplo “fast” or “schnell”) y/o agregaron metrónomos (por ejemplo, la negra = 100 golpes por minuto o beats per minutes).
Estas convenciones de la notación de la música clásica usos y en particular el uso de las instrucciones de tempo en inglés, también son utilizadas para versiones de canciones de música popular de partituras musicales del siglo XX y XXI.
Las canciones de música popular generalmente indican tanto tempo como género: “slow blues” o “uptempo rock”.
Las canciones pop suelen contener nombres de acordes sobre el pentagrama usando nombres de letras (por ejemplo, C Maj, F Maj, G7, etc.), de modo que un guitarrista acústico o un pianista pueda improvisar un acompañamiento en esos mismos acordes.
En otros estilos de música pueden ser usados diferentes métodos de notación musical.
En jazz, mientras que la mayoría de los músicos profesionales pueden leer notaciones “clásicas”, muchas melodías son anotadas utilizando tablaturas de acordes, lo cual indica que la progresión de acordes de una canción (por ejemplo, C, A7, d minor, G7, etc.) y su forma.
Los miembros de la sección rítmica del jazz (un pianista, un guitarrista y bajista) utilizan la tablatura de acordes para guiar su parte del acompañamiento improvisado; los “instrumentos guía” en un grupo de jazz, como lo es el saxofonista o el trompetista, utilizan los cambios de acorde para guiar sus improvisaciones en los solos.
Como en las canciones populares, las melodías del jazz a menudo indican tanto el tempo como el género el “slow blues” o el “fast bop”.
Músicos profesionales de sesión de música country normalmente utilizan notaciones musicales en el sistema numérico de Nashville, el cual indica la progresión de acordes utilizando números (esto permite al líder de la banda cambiar la clave en el momento).
Las tablaturas de acordes utilizan nombres de letras, números o números romanos (Ej. I-IV-V) también son muy usados para anotar música por músicos de blues, R&B, rock music y heavy metal.
Algunas tablaturas de acordes no proporcionan ninguna información rítmica, pero algunos utilizan barras oblicuas para indicar los tiempo del compás y la notación rítmica para indicar síncopas que el compositor de la pieza quiere que la banda toque junta.
Muchos guitarristas o bajistas eléctricos aprenden canciones y anotan melodías usando tablaturas, las cuales son una representación gráfica de la cuerda y traste que el intérprete debe de tocar.
Las “Tab”´s son muy usadas por los guitarristas de rock y heavy metal.
Los cantantes en varios estilos de música popular aprenden a cantar utilizando solo con una hoja con la letra, aprendiendo la melodía “de oído” de la grabación.
Propósito y uso de la Partitura
Las partituras pueden ser utilizadas como una grabación, una guía, o un medio para tocar, una canción o pieza musical.
Las partituras permiten a los músicos que son capaces de leer notaciones musicales (un pianista, instrumentistas de orquesta, una banda de jazz, etc.) y/o cantantes a cantar una canción o pieza.
En la música clásica, se puede obtener información musical autorizada sobre una pieza estudiando los bocetos escritos y las primeras versiones de las composiciones que el compositor pudo haber retenido, así como la partitura final autografiada y las marcas personales en las pruebas y partituras impresas.
Para comprender las partituras se requiere una forma especial de literatura: la habilidad de leer las notaciones musicales.
La habilidad de leer o escribir música no es necesaria para componer música.
Han sido un buen numero de compositores y escritores los que han sido capaces de producir música sin la capacidad de leer o escribir en notas musicales, siempre y cuando un amanuense de algún tipo esté disponible para escribir las melodías que piensan.
Los ejemplos incluyen el compositor siego del siglo XVIII John Stanley y el escrito del siglo XX Lionel Bart, Irving Berlín o Paul McCartney.
Así como en el estilo de música tradicional como lo es el blues y la música folclórica, hay muchos compositores prolíficos que no podían leer música, y en cambio tocaban y cantaban música «de oído».
La habilidad de lectura a primera vista es la habilidad de un músico para realizar un trabajo musical inusual al ver la partitura por primera vez.
La habilidad de leer a primera vista es esperada de músicos profesionales y amateurs serios que tocan música clásica, jazz y formas similares.
Una habilidad aún más refinada es la habilidad de ver una nueva pieza musical y escuchar casi todos los sonidos (melodías, armonías, timbres, etc.) en su cabeza sin siquiera tener que tocar la pieza o escucharla siendo tocada o cantada.
Los compositores y directores hábiles tienen esta habilidad, siendo Beethoven el ejemplo histórico más notable.
Los músicos clásicos que tocan en orquestas, música de cámara, sonatas y cantan en corales usualmente tienen la partitura frente a ellos en un atril cuando están tocando (o sostenido delante de ellos en una carpeta musical, en el caso de un coro), con la excepción de las actuaciones solistas instrumentales de piezas en solitario o conciertos o piezas vocales en solitario (canciones líricas, óperas arias, etc.), donde la memorización está prevista.
En Jazz, que en su mayoría es improvisado, las partituras son utilizadas para dar indicaciones básicas de melodías, cambios de acorde, y arreglos.
Incluso cuando una banda de jazz tiene hojas guías, la carta de acordes o la música arreglada, se improvisan muchos elementos de una actuación.
La música escrita a mano o impresa es menos importante en la práctica de otras tradiciones musicales, no obstante, tal como la música tradicional y folclórica, en las cuales los cantantes e instrumentistas normalmente aprenden las canciones “a oído” o de tener una canción o melodía que les enseñó otra persona.
Si bien la mayoría de la música popular es publicada en notaciones de algún tipo, es muy común para la gente aprender canciones a oído.
Este es también el caso de la mayoría de las canciones folclóricas de occidente, donde las canciones y danzas son pasadas tradicionalmente de boca a boca.
La música de otras culturas, tanto clásica como folclórica, es mayormente transmitida oralmente, aunque algunas culturas no occidentales desarrollaron si propia forma de música tradicional y así como partituras.
Aunque la partitura suele considerarse una plataforma para la música nueva y una ayuda a la composición (es decir, el compositor «escribe» la música), también puede servir como un registro visual de la música que ya existe.
Los eruditos y otros han hecho traducciones para incluir la música occidental y la no occidental en formas legibles para su estudio, análisis, y ejecución recreativa.
Esto se ha hecho no solo con la música folclórica o tradicional (por ejemplo, el volumen de Bartók de Magyar y la música folclórica de Rumanía), pero también con las grabaciones de improvisaciones de músicos (por ejemplo, el piano del jazz) y actuaciones que sólo pueden basarse parcialmente en la notación.
Un ejemplo exhaustivo de este último en los últimos tiempos es la colección The Beatles: Complete Scores (Londres: Wise Publications, 1993), que busca transcribir en pentagramas y tablaturas todas las canciones grabadas por los Beatles en detalle instrumental y vocal.
Tipos de Partituras
Los tipos de partitura que podemos encontrar son
- Partitura completa: Muestra la música de todos los instrumentos y voces.
- Partitura miniatura: Similar a la partitura completa pero de tamaño mucho más reducido.
- Partitura de estudio: De tamaño similar a la partitura miniatura y ligada al estudio académico. Suele incluir anotaciones con fines didácticos.
- Partitura de piano: Es la transcripción literal para el piano de una pieza compuesta para una variedad de ejecutantes.
- Partitura vocal: Es la reducción de una obra vocal completa como una cantata u ópera que muestra en el pentagrama la parte vocal y bajo ésta, una reducción de la parte orquestal de piano.
- Partitura corta: Son partituras de corta extensión que los compositores usan para el desarrollo de la partitura completa.
- Partitura abierta: Es una partitura de una pieza polifónica que muestra cada voz en un espacio separado
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