Universal Music Group (UMG) se ha convertido en la última empresa de la industria musical en dejar de operar en Rusia debido a la invasión de Ucrania.
La multinacional discográfica eliminó recientemente a Universal Music Russia de su lista oficial de divisiones globales, y los altos ejecutivos confirmaron en una declaración ampliamente difundida que UMG había suspendido “todas las operaciones” en Rusia “con efecto inmediato”.
En este sentido son varias empresas de la industria de la música que también se han retirado de Rusia.
Por su parte, Spotify ha cerrado su oficina en el país de más de 144 millones de personas, y la versión premium de la plataforma con sede en Estocolmo no está disponible para su compra en Rusia debido a «las nuevas restricciones externas relacionadas con nuestros principales proveedores de pago».
PRS for Music suspendió formalmente su relación con la Sociedad de Autores de Rusia, mientras que McDonald’s, Starbucks, General Electric, Pepsi y Coca-Cola anunciaron que reducirían sus operaciones en el país.
En su declaración, Universal Music Group también indicó que está apoyando iniciativas de ayuda para los refugiados de la región.
“Con efecto inmediato, estamos suspendiendo todas las operaciones en Rusia y cerrando nuestras oficinas allí”, dijo UMG. Instamos a que se ponga fin a la violencia en Ucrania lo antes posible. Nos adherimos a las sanciones internacionales y, junto con nuestros empleados y artistas, hemos estado trabajando con grupos de una variedad de países (incluidos EE.UU., Reino Unido, Polonia, Eslovaquia, Alemania, República Checa y Hungría) para apoyar los esfuerzos de ayuda humanitaria para traer ayuda urgente a los refugiados en la región” dijo UMG.
Sin embargo, en medio de estos pasos para ayudar a quienes sufren a causa del conflicto de Ucrania, Universal Music Group está intentando enérgicamente reforzar su alcance en China, donde el Partido Comunista Chino (PCCh) prohíbe la libertad de expresión, encarcela arbitrariamente a activistas y comete muchos otros violaciones flagrantes de los derechos humanos.
Poco antes de debutar en el Euronext Amsterdam el año pasado, el sello discográfico detalló una expansión significativa de sus operaciones de música grabada dentro de China. En noviembre siguió la apertura de una oficina de Universal Music Publishing Group en Shanghái; los ejecutivos en el comunicado de prensa correspondiente promocionaron las sólidas relaciones que habían forjado con los funcionarios del PCCh. Otra expansión significativa llegó la semana pasada con el lanzamiento de Capitol Records China en Beijing.
No está claro si la presión pública finalmente obligará a Universal Music Group a reconsiderar su postura de mantener estrechos vínculos con el PCCh, que ha detenido y sometido a trabajos forzados en Xinjiang a más de un millón de uigures, kazajos étnicos, kirguises étnicos y miembros de otros grupos minoritarios musulmanes, según el Departamento de Estado de EE.UU.
Está por ver si las empresas anteponen las ganancias a las personas y priorizan su imagen en lugar de acciones concretas.
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