Miley Cyrus llega a un acuerdo sobre una demanda de derechos de autor por 300 millones de dólares sobre la canción “We Can’t Stop”.
En mayo de 2018, Michael May, quien actúa bajo el nombre de Fluorgon, demandó a Cyrus porque afirmó que “We Can’t Stop” era similar a su canción de reggae: “We Run Things”.
Este último fue grabado por May en 1988 y alcanzó número 1 en Jamaica.
May no solo demandó a Cyrus, sino tambien a RCA Records por malversación del material.
La siguiente letra pertenece a “We Can’t Stop”:
We run Things.
Things don’t run we.
Por su parte “We Run Things”, tiene la siguiente letra:
We run things.
Things no run we.
Anteriormente en 2019, los abogados de Cyrus intentaron desestimar la demanda, alegando que las letras en su canción son una frase jamaicana común. Pero el juez en el caso no estuvo de acuerdo.
Ahora, todas las partes de la demanda han llegado a un acuerdo no especificado. Este arreglo se alcanzó con prejuicio, lo que significa que May no puede presentarla de nuevo.
El acuerdo no ha sido algo inesperado puesto que en diciembre de 2019, los abogados de Cyrus indicaron que se había llegaado a un acuerdo y que solo estaban esperando por el “pago pendiente producto del acuerdo”.
Hasta ahora, ninguna de las partes de la demanda o sus representantes ha emitido declaración sobre el acuerdo.
En 2013, Cyrus lanzó “We Cant’t Stop” en su album “Bangerz”. Eventualmente alcanzó número 2
en las listas de Billboard Hot 100.
La única canción que evitó que “We Can’t Stop” alcanzara el número 1 ese año fue “Blurred Lines” por Robin Thicke, canción que también fue objeto de una demanda por infringir los derechos de autor.
El agente de Marvin Gaye insistió que la canción se asemejaba a la canción de 1977 de Gaye: “Got To Give It Up”, y estos fueron recompensados con el 50% de las ganancias de “Blurred Lines”.
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