En el mundo musical han de encontrarse entrelazados una gran cantidad de factores como son la emoción, la constancia, la técnica, el oído… sin embargo el esfuerzo físico también ocupa un papel muy importante.
Este tema es el que vamos a tratar en este post. Es evidente que todo lo anterior es necesario para ser un buen músico, pero como bien hemos dicho, el esfuerzo físico es algo primordial a la hora de saber tocar un instrumento.
Cuando los músicos nos centramos en la práctica con nuestro instrumento, pasamos horas y horas centrados en dominar a nuestra fiera, ya se llame guitarra, batería, bajo, piano… no obstante, la postura no es algo que tengamos tan en cuenta (como guitarrista lo digo y hay días que acabo baldado jaja). Por ello, aquí entra en juego la Fisioterapia.
En el ámbito musical, somos conocedores de bastantes patologías muy frecuentes que se suelen dar en músicos de todos los campos. Es importante que sean tratadas ya que, dependiendo de su gravedad o de su estado evolutivo, pueden provocar el cese de la carrera musical o la ralentización del progreso de la técnica.
Con el fisioterapeuta, el músico podrá ganar velocidad, fuerza y precisión en su interpretación y agilidad.
Los fisioterapeutas atendemos a los músicos realizando varios estudios y desde varias perspectivas:
- Historia clínica del músico, enfermedades, patologías superadas, posturas durante la práctica, estrés, horas de sueño, horarios…
- Estudios preventivos sobre el cuerpo del músico, agilidad y técnica.
- Tratamiento del dolor y de su mejora funcional.
- Mejora musical y en la interpretación.
- Observación del músico al tocar en directo, para ver vicios o posturas inadecuadas.
Esencialmente nos podemos encargar de tratar el estrés muscular al que está sometido el músico, mediante tratamientos manuales en los que intentamos reducir sobrecargas y sobre todo mejorar las malas posturas.
Centrándonos en las patologías más frecuentes encontramos las siguientes:
- Sobrecarga muscular.
- Síndrome del túnel carpiano. Atrapamiento del nervio mediano, el cual pasa por el túnel del carpo (situado en la muñeca). El nervio se atrapa debido a una inflamación de los tendones musculares del antebrazo que lo rodean. Sus síntomas son principalmente el hormigueo en la mano y la pérdida de fuerza.
- Síndrome sub-acromial. Estrechamiento del espacio que hay entre el hombro y la escápula (omóplato) que provoca la compresión del conjunto de músculos que se encuentra dentro de él (manguito de los rotadores). Su síntoma característico es principalmente el dolor al realizar movimientos del hombro.
- Tendinitis de Quervain. à En el dorso del dedo pulgar hay dos tendones que bajan hasta la muñeca, los cuales al inflamarse dan esta patología. Los síntomas suelen ser el dolor en el pulgar al cerrar el puño, hinchazón o entumecimiento del pulgar y el índice.
- Epicondilitis/epitrocleitis. à Son el llamado “codo de tenista” y el “codo de golfista”. El epicóndilo y la epitróclea son dos prominencias óseas que encontramos una a cada lado del codo, fuera y dentro respectivamente. En estas zonas se insertan grupos de músculos con un tendón común, por ello al inflamarse dan la patología mencionada. Los síntomas suelen ser la debilidad, el dolor y la inflamación del codo.
- Alteraciones de la postura.
En la actualidad se está investigando la posibilidad de introducir a profesionales de la fisioterapia en orquestas, bandas y grupos musicales con el objetivo de controlar un buen desarrollo de su técnica musical y una buena prevención de posibles lesiones a largo plazo.
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