Días que vienen, días que van… Mientras, la música se sigue lanzando.
Lo más reciente en lo que los sellos discográficos parecen trabajar es en la “narrativa”.
Esto tiene mucho sentido, ya que los sellos han sido siempre narradores por naturaleza. La historia original era que si tú querías tener tu música en las tiendas, en manos del público, debías firmar un pacto de grabación. Era una buena historia, una real, y pienso que todos podemos estar de acuerdo en que los sellos lo hicieron bastante bien contando ese cuento.
Varias décadas de rápido avance, y la historia comenzó a cambiar un poco. Los detalles se adaptaron pero el mensaje entre líneas es el mismo. En lugar de “somos los únicos que pueden llevarte a las tiendas”, la historia se convirtió en “somos el único camino para que puedas tener un hit,” debido a que la distribución se hizo más fácil.
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Sellos discográficos y su pérdida de poder
El poder de las discográficas se está desvaneciendo, y lo saben…
Es por eso que tienen una nueva narrativa, la cual es que ellos, con sus años de experiencia y artistas de última hora, son los mejores contadores de historias. Si quieres hacerlo – ¿y quieres hacerlo, no? – Debes tener una buena historia. Y ellos son los indicados para contarla.
Es un interesante, necesario, y sobre todo un inteligente pivote. La industria, como es bien sabido querido lector, está pasando por un cambio radical con la transición al streaming. No es una simple variación, sino un cambio completo en la manera en que los fans se comprometen con la música, y una transformación total en cómo los artistas la lanzan. Los días para enfocarse en los picos de venta de la semana 1, tirando la mitad de tu presupuesto afuera y en publicidad televisiva con la esperanza de posicionarte bien, no se han ido, pero están volviéndose cada vez menos importantes.
Lo que se si se está volviendo importante es el tiempo. Tu campaña dura ahora tanto como la gente quiera escuchar la música, lo que es mucho más largo que por cuánto tiempo podrían seguir considerando comprarla. Y no solo eso, sino que guiar a la gente hacia el stream no tiene ningún sentido económico en la manera en que lo hizo promocionar un CD o descargarlo.
Entonces, para mantener a la gente interesada a través del tiempo, necesitas contar una historia. Una historia con múltiples ritmos, múltiples momentos que atraigan la atención de la gente una y otra vez. Necesitas elevarte sobre el ruido. A menudo la historia fue una vez “aquí hay un álbum, es bueno,” pero ahora se necesita ser un poco más creativo que eso, y por mucho, mucho más tiempo.
Tu historia debe ser una novela, no un lanzamiento de prensa
¿Así que los sellos lo han descubierto? ¿Se han reconfigurado inteligentemente para ubicarse mejor y recorrer el paisaje de la música moderna?
Un poco lo que causa el problema es la inherente presunción – y la historia que la acompaña – de que son los únicos que pueden hacer esto.
A continuación se ilustrara la historia de un artista que te enseña la otra manera en que puede se funcionar hoy en día, y el por qué las discográficas están teniendo que intentar relanzarse a sí mismas nuevamente como indispensables. Esta es una historia real, que representa a una ola de artistas que construyen su carrera en estos momentos, tal vez seas tu mismo 😉
Este artista graba algunas pistas él mismo –literalmente- en su baño. Esto, por supuesto, no sería posible para un alto estándar incluso 15 años atrás, así que este es un nuevo comienzo de la historia aún cuando parezca vulgar.
Lanzan las pistas, pero a diferencia de años atrás cuando habrían tenido que ponerlas en SoundCloud, lo hacen en todos los servicios digitales; tal vez llamen la atención, pero ciertamente no al dinero en efectivo. Lo que principalmente importa aquí es, claro, Spotify, pero es solo por el momento ya que el espacio de streaming se va diversificando.
Las pistas son buenas. A la gente le gustan. Las pistas se pueden encontrar en algunas listas de reproducción hechas al gusto, lo que termina regando la música en otras listas – incluyendo Descubrimiento Semanal y Fresh Finds (de nuevo, Spotify específicamente por el momento, pero funcionan, así que serán copiadas.)
Detengámonos aquí y hagamos algunas cuentas.
Si tienes 4 pistas, para hacer 10,000€ cada una necesita apenas ser transmitida unas 500,000 veces. Si consigues adhesión con tu música en Spotify u otro servicio, este no es un gran número.
Entonces, ahora tienes 10.000 €
Usas eso para contratar un pequeño grupo a tu alrededor, principalmente de publicidad en tu mercado local. Tal vez alguna estación de radio también. También tienes un poco más de efectivo para trabajar en la grabación de tu próximo EP.
Este EP se hace mucho mejor aún. Estás construyendo una base de fans. Empiezas a tocar en eventos, que puedes hacerlo en función de las ganancias que estás obteniendo de los dos EPs que ya has sacado – no te olvides, el primero está aun en crecimiento, ya que tu base de fans crece. Los shows empiezan a venderse tan pronto como los pones en venta.
Pones una recopilación de canciones de un montón de cosas en las que has estado trabajando, pero no es tu álbum principal – no estás tan listo para eso aún. Todo esto va bien también. Tu catálogo ahora cubre cerca de 25 pistas, todo produciéndote constantes ganancias. Sacas otro EP. Obtienes una lista de reproducción en Radio 1. Vendes en 100 salas en Europa. Construyes tu equipo. Y puedes mantener esta trayectoria andando – construyendo tu equipo, trabajando con gente que va a cubrir todas las funciones de una discográfica, sin comprometer tu negocio, tu música. Ellos dicen que son cuenta cuentos, que pueden construir tu carrera, tú marca, y no hay duda de que son muy buenos en eso. Pero cuando puedes pagar por esa experticia tu mismo, ese cuento no parece sonar muy verdadero.
De todos modos, esta nueva historia hace las cosas mucho más interesantes.
Nuestra recomendación por encima de contratar a ciegas a una discográfica es que entiendas como funciona el negocio de la música, tu negocio, analices tu proyecto y seas consciente de tus necesidades en cada momento y no trabajes para nadie (contrato con discográfica), si no para tí mismo. Y ojo, que si las discográficas entienden esto, y se reformulan su oferta y al igual que tu, entienden que necesitas para tu proyecto artístico a lo mejor… terminas trabajando con una discográfica.