Finanzas

El músico como emprendedor

El músico emprendedor
Escrito por Mario Hernández

El perfil de músico ha cambiado en estos últimos años, teniendo que diversificar su tiempo en otras actividades no tan artísticas como llevar sus cuentas, hacer un plan de promoción, etc gestionando labores propias de los sellos o discográficas hace unos años. En el siguiente artículo trataremos de dar ese enfoque más propio de un emprendedor para hacer nuestros proyectos sostenibles y poder convertirlos en rentables.

Estamos hablando de un tema en el cual se trata de vivir de nuestra pasión y volverla contagiosa para nuestro público o fans, pero si queremos vivir de nuestro arte, tendremos que trabajar como si de un negocio se tratara. Para ello, nos basaremos en una serie de puntos enfocados la mayoría al largo plazo:

  • Establecer los objetivos y el Business Plan

Empezaremos por escribir nuestros objetivos que nos hagan de guía para basar nuestras acciones y definir el espíritu que queremos transmitir. Por otro lado, tener un Business Plan nos ayudará a enfocarnos en el día a día y para saber qué necesitamos hacer o cambiar para mantenernos estables desde una perspectiva emprendedora.

  • Analizar qué te hará obtener beneficio de tu actividad artística

Tener en cuenta todos los gastos y costes que puedan derivar en cada área del proyecto musical tanto si esa área es autogestionada (por ejemplo adquirir un servidor y realizar nuestra propia página web) como si la cubrimos por medio de servicios contratados (delegar esta tarea a terceros), en cualquier ámbito siempre tendremos costes presentes. Como emprendedores, también debemos plantearnos en qué aspectos podríamos colaborar para obtener un beneficio mutuo, siguiendo con el ejemplo: contratar el servicio para que nos confeccionen la página web a cambio de componer música adaptada para el video corporativo de esta empresa.

A la hora de calcular los ingresos tendremos que tener en cuenta el número de actuaciones previstas, el precio que vamos a fijar al CD, otros tipos de ingresos posibles (merchandising, servicios profesionales,…) fijando un tiempo a dedicar para cada rama. Y lo más importante, prever cuando vamos a cobrar cada cosa (derechos que tengamos de nuestras obras: una vez al año).

  • Autofinanciación siempre que sea posible

Hoy en día con el equipo necesario y un ordenador podemos comenzar tareas de producción, grabación y promoción por nuestra cuenta sin tener un amplio presupuesto para ello. Sin embargo, habrá un punto en el que tendremos que decidir que es el momento adecuado para hacer una inversión en nuestro trabajo artístico contando con la ayuda de productores, estudios profesionales o agencias de promoción como servicios profesionales.

Llegados a este punto analizaremos si hay una alternativa mejor (seguro que la hay) que la de los bancos o préstamos ya que para proyectos emprendedores que se están iniciando nos puede suponer un coste de interés muy alto. Cuenta con diferentes posibilidades o plataformas: crowfunding, artistas consolidados que tengan experiencia en la industria musical y busquen nuevos proyectos en los que participar, estudiantes de administración de empresas, concursos de bandas, instituciones culturales y otras vías que se nos puedan ocurrir en función de nuestra situación actual y el ambiente al cual está enfocado el proyecto.

  • Crece coherentemente

Debemos analizar si el crecimiento que estamos teniendo es coherente o no con el siguiente paso que queremos dar. Por ejemplo: hemos autoproducido nuestro primer CD y hemos conseguido unas ventas de 1000€ a 5€ por CD. Nos planteamos grabarlo en un estudio profesional con productor incluido para darle más “cuerpo” a nuestro trabajo, pero desde una perspectiva emprendedora quizás sea mejor invertir ese dinero recaudado en promoción para que nuestra música llegue a más oídos en lugar de volver a venderle el trabajo con ese añadido profesional al mismo público que ya nos ha comprado.

  • Actúa como un profesional

Si vamos a comer a un restaurante  nuestras expectativas serán que sean higiénicos, nos traten amablemente y el precio sea correcto además de que esté buena la comida. Independientemente del género en el que nuestro grupo o nosotros como artista estemos definidos, nuestro público tendrá unas expectativas acerca de nosotros (que pasen un buen rato, les transmitas con tu música, les hagas reír o venirse arriba entre canción y canción) y debemos satisfacerlas e incluso superarlas como emprendedores (hayan descubierto un grupo o artista que les encanta, tratar con ellos un rato y quedar otro día para tomar algo).

Esto mismo lo tendremos que aplicar no solo a nuestro público, sino a las demás partes con las que nos relacionamos como gerentes de salas de concierto, salas de ensayo o estudios de grabación para poco a poco ir actuando de esta manera en cualquier ámbito, ¿quién sabe si estás esperando el metro y comienzas a hablar con la persona que tienes junto a ti, decide escucharte o ir a un concierto y resulta ser un fan incondicional?

El enfocar el proyecto como un emprendedor, ser organizado y profesional pagando tus facturas o servicios al día, acudiendo a tocar a las salas antes de la hora y tratando con tu público; hará que mantengas una reputación y el boca a boca haga que tu música y tu imagen  como artista se propague cada vez más y más rápido, al menos en conceptos emprendedores, la música es otro cantar.

[Foto: Anne Wonder – Tethered https://www.flickr.com/photos/wefi_official/14788979906/in/photostream/ ]

 

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Sobre el autor

Mario Hernández

Músico autodidacta y estudiante de Administración y dirección de empresas buscando nuevas posibles vías dentro de la industria musical. Actualmente comenzando un proyecto de composición musical para medios audiovisuales al mismo tiempo que trabajando en proyectos personales.

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