La música es un arte que según las más recientes investigaciones, en el campo de la psicología y la educación, beneficia el aprendizaje de los niños y niñas.
A partir de esta consideración se ha determinado que los pequeños que siguen una práctica de algún instrumento musical, logran destrezas que involucran un mejor desempeño cerebral.
Debido a esta relación entre música y desarrollo de las funciones cerebrales, es por lo que hoy se considera importante aprender a tocar un instrumento a temprana edad, como la guitarra española.
Música para el desarrollo cognitivo
La comunidad científica se ha convencido, después de practicar múltiples experimentos, de la influencia que tiene la música en los niños. Especialmente del efecto que produce la práctica de un instrumento musical sobre el desarrollo cognitivo.
Estas apreciaciones se desprenden de diferentes indagaciones, en las que un número diverso de niños fueron expuestos, antes y después de la práctica musical a técnicas de resonancia magnética avanzada, con el propósito de identificar los cambios microestructurales a lo interno de su cerebro.
Las investigaciones acerca de los beneficios de tocar un instrumento musical se realiza desde hace algunos años. Y toman como punto de partida los aportes al campo de la psicología hechos por Jean Piaget, quien nutrió su teoría, a partir de las investigaciones centradas en el desarrollo cognitivo de los primeros años de vida de las personas.
Música como terapia
La terapia neuropsicológica es una de las propuestas que gana espacio en las investigaciones sobre la relación entre música y desarrollo cerebral. En este sentido, se afirma que la música mejora las habilidades de la memoria, el lenguaje, la inteligencia espacial y la conducta.
Uno de los hallazgos que se ha derivado de estos estudios, es que una vez que un grupo de niños fue sometido a un entrenamiento musical durante 15 meses continuos, se llegó a demostrar, de acuerdo a las evaluaciones realizadas, que todos los participantes manifestaron evidentes cambios en la anatomía cerebral.
De acuerdo a estas pesquisas, las regiones del cerebro involucradas con el ejercicio musical, comenzaron a cambiar progresivamente. Asì, en la misma línea de investigación, se señaló que esa transformación, apenas fue detectada a los cuatro meses.
Según este criterio terapéutico, las zonas del cerebro que se involucran en el procesamiento de la música, son las mismas que operan para la memoria y el lenguaje. Por lo que se concluye que si la música funciona bien para el cerebro, en consecuencia debería permitir también el avance del rendimiento cognitivo.
Por esta razón, se recomienda el aprendizaje de un instrumento musical como parte de una terapia neurocognitiva, pues la formación musical desde temprana edad, contribuye sustancialmente con las habilidades de la escritura, entre otros aportes.
Beneficios y logro social para los niños
Desde el punto de vista social, el aprendizaje musical en los primeros años de vida aplica, para que los niños alcancen un estado de ánimo positivo y se incremente armoniosamente su relación con el entorno.
Igualmente, los niños tras la práctica musical, obtienen una exigencia metodológica cuya tendencia se enfoca hacia el cuidado de los detalles. Al mismo tiempo, ellos alcanzan una visión planificadora y su capacidad de atención es superior.
Sin duda, los logros personales van a proyectarse en su desempeño social. Se trata de una conducta que replicará en su vida estudiantil, donde las exigencias se basan en resultados y rendimiento académico.
Además, como herramienta artística, los ejecutantes a través de la música pueden manifestar sentimientos y expresarse, por lo que también beneficia la autoestima de los individuos.
Otros valores que aportan el conocimiento y el desempeño musical son seguridad y confianza en sí mismos. A esto se suma, el compromiso por aprender. Y el ensayo, ejercicio reiterado para superar los errores de las piezas musicales que se interpreten, tiende a fortalecer el carácter.
Socialmente, como se ha dicho, la música convoca el espíritu grupal que trabaja por un objetivo. Y ese objetivo solo se logra con disciplina. La persona se esfuerza, para que la orquesta o el grupo musical suene coherente, afinado y armoniosamente.
Algunos aspectos a considerar del aprendizaje musical
Se afirma que los niños no distinguen entre los diferentes instrumentos musicales. Reconocen que suenan y lo más interesante es que buscan conocer por qué suenan. Los expertos en psicología infantil indican que la edad para que un niño comience el aprendizaje de un instrumento es a los 5 años.
Estos especialistas señalan que los padres no deben hacer sentir a los niños la obligación de elegir un determinado instrumento musical. Son los propios niños los que tienen que tomar sus decisiones al respecto.
Asimismo, manifiestan los psicólogos que la enseñanza musical dirigida a los pequeños debe estar a cargo de un profesor formado en educación musical infantil. Como se sabe a estas edades los niños mantienen activa una acentuada capacidad imaginativa y una actitud espontánea, que debe ser interpretada adecuadamente por el docente. Este profesional ha de reconocer que la enseñanza en esa etapa está directamente relacionada con el juego.
Los niños crecen con una guitarra
El interés por la música es diverso y muy personal, pero en la gran gama de instrumentos musicales, cada uno tiene un sonido especial. Los niños que son atraídos por las cuerdas, seguramente encontrarán en la guitarra una invitación a dejarse seducir por la armonía del sonido.
En sitios web como www.guitarrastriana.com todo aquel que quiera aprender a ejecutar una guitarra, podrá acceder a un universo amplio de combinaciones rítmicas.
Para lograr una ejecución individual o grupal, la práctica de los instrumentos de cuerdas debe ser paciente, pues los resultados serán progresivos y perfectibles en el tiempo. Nada se obtiene de manera espontánea, ya que dedicación, disciplina y ensayo/práctica, son la base de todo músico.
Las posibilidades armónicas que ofrece la guitarra española, que posee la facultad de integrarse a la orquesta con su particular sonido, hacen de este instrumento un detalle sonoro y rítmico sin comparación.
De manera que entrenarse en el exigente campo de la formación musical y hacerlo ejecutando una guitarra es una magnífica opción creativa para niños y niñas en edad de aprender a tocar un instrumento, algo que sin duda los beneficiará en su desarrollo y formación personal.