Prepárate para la carretera, y amarás cada segundo que pases de gira. Como vocalista, esto significa que debes aprender a cuidar tu instrumento y a cantar sin tensión en este largo y maravilloso camino.
Como vocalista de conciertos, tienes una caja de herramientas diferente al resto de los músicos en escena, la cual debes cuidar. Cuando sólo tienes un par de bolos al mes, normalmente tu voz puede recuperarse fácilmente y a tiempo para actuaciones y ensayos, sin mayor problema – incluso cuando tu técnica es deficiente y atacas“gritando” las notas más agudas. Pero digamos que sale tu nuevo disco, entras en un nuevo proyecto profesional o consigues ir a la tele y las cosas comienzan poco a poco a ponerse serias.
De repente cada vez más fans quieren verte lo más a menudo posible. Si gritaste en el disco, será difícil repetir eso cada vez que te subas al escenario en tus bolos semanales. Cuando grabas, te puedes permitir el lujo (en algunas ocasiones) de descansar la voz, y volver al estudio y grabar cuando te hayas recuperado. Las actuaciones en vivo, no permiten eso. Y si comienzas a tener éxito y a contar con un equipo cada vez más grande, pues… cada vez más gente dependerá de que seas capaz de cumplir con tu cometido de cantante y artista en primera fila del escenario.
El cuidado y la alimentación de tu voz
1. DEJA DE GRITAR CUANDO CANTES. Cuida MUCHO tu voz, por favor. Lo diré de nuevo: NO GRITES cuando hagas notas agudas. De hecho, esta “no técnica” pocas veces refleja la verdadera emoción que la letra de la canción quiere transmitir.
2. APRENDE BELTING EN LA VOZ MIXTA. Aprender técnica de Belting desarrollando tu registro MIX o incluso desembocando en sonidos faringes de cabeza, te aliviará la presión subglótica y te permitirá un mejor equilibrio sin perder POWER. Pide ayuda a un profesor de canto o Coach Vocal, para alcanzar tus notas agudas con una carga emocional correcta, y a dar al público de esa noche lo que esperan, así como al público de la noche siguiente. Piensa: siempre habrá otro público esperando al día siguiente deseando de que les hechices con tu magia. Si pierdes la voz hoy, será muy frustrante para tí, para tu banda y sobre todo para tus fans.
3. USA MONITORES IN EAR. Los monitores In Ear son la mejor solución para evitar que grites y que tenses la voz. Te permiten escucharte TAN BIEN, que podrás manejar a la perfección tu técnica y evitar la tensión que causa tantos problemas. Si no puedes oírte, vas a pasarlo francamente mal intentando no sonar desafinado. Cuando yo estaba en mis primeras bandas de Rock, toqué en mil sitios en los que ni siquiera tenían monitores tipo cuña para el escenario. No sabía ni lo que el público podría estar oyendo y cantaba básicamente gritando y por intuición. Me hice una lesión que podría haber sido bastante seria – de la cual por suerte y gracias a grandes profesionales ya me he recuperado 100%-, y sé que fue por eso. Ni más ni menos.
Cuidado porque la ignorancia puede cargarse tu carrera antes de que incluso haya empezado.
Muchos músicos que se forman de manera correcta en técnica vocal y técnica de instrumento antes de embarcarse, son capaces de cantar y/o tocar a lo largo de exigentes giras sin dañarse. Ese debelara ser un objetivo obligado de cualquier profesional de la música.
4. CUIDA TU INSTRUMENTO. Vuélvete tan friki de la voz como lo son tus compañeros con sus instrumentos. Ellos conocen sus guitarras, amplis, pedales, bajos, platos… y cómo cuidarlos. Analiza, aprende, investiga y cuídalo también. Ellos por su parte, se dejan la pasta en escoger buenas fundas, y limpian y mantienen sus equipos. Saben que deben llevar púas de sobra, cuerdas, baquetas de tal o cual grosor…
Y por supuesto no te olvides de lo más importante: ellos siempre pueden reemplazar instrumentos si se rompen, y tú amigo vocalista… tú NO. Así que trata tu voz de forma extremadamente delicada, para que te dure concierto tras concierto, y año tras año.
De veras. Una vez se daña irreparablemente… no hay vuelta atrás.
Sé consciente de esto y trata de no hablar mucho durante el día. Puede que tengas entrevistas que hacer, o un trabajo de cara al público o al teléfono que desempeñar durante algunas horas. Pero trata de estar todo lo callado que puedas, cuando puedas hacerlo. Haz calentamientos cada día, vayas a actuar o no. Los ejercicios de enfriamiento tras los conciertos, son VITALES (tal y como se hace por ejemplo después de correr, cuando realizas estiramientos). De este modo tus cuerdas vocales y tus músculos laríngeos no se sentirán cargados y rígidos al día siguiente.
5. LA DISPOSICIÓN IDEAL DE LOS MONITORES EN EL ESCENARIO. Si no tienes monitores In Ear, trabaja con tu ingeniero de sonido en la colocación de los monitores de la forma óptima para escucharte apropiadamente en el escenario. Rod Steward solía colocar sus monitores cuña en frente y a los lados del escenario SIEMPRE, para poder escucharse bien.
Pero recuerda que cuantos más monitores utilices, más posibilidades de tener acoples y de que los compañeros tengan que subir sus volúmenes para oírse, y más mogollón puede haber. Así que de nuevo, mi recomendación es usar In Ear, aunque sean de los baratillos. Funcionan mucho mejor que los monitores de escenario por lo que ya hemos explicado más arriba, y ni siquiera tienen que ser wireless. Mira opciones.
6. TRABAJA TU CUERPO CON EJERCICIOS DE CARDIO Y SI PUEDES, SAUNA (LO IDEAL, A DIARIO). Haz ejercicio cardiovascular cada día. Aunque sea andar todo lo que puedas, o desplazarte en bicicleta. Y si tienes salas de sauna o spas en tu gimnasio o zona, no dudes en aprovecharlas. O si acaso hazte con un humidificador para casa o la oficina. O si no tienes un duro, vete a una tienda de menaje de tu barrio a comprar un cazo y (con el fuego muy bajo) haz vahos de eucalipto o manzanilla de vez en cuando con una toalla en la cabeza (cuidado de acercarte mucho, no te quemes la garganta o la cara con el vapor!). Esta buena costumbre, favorece la reducción de la inflamación en las cuerdas vocales. Aprende ejercicios de liptrill y tongue-roll, que puedas hacer mientras calientas en paralelo con tus colegas los músicos, haciendo escalas a la vez que ellos. Es una ventaja para tu profesión que hagas estas cosas para mantener tu laringe y cuerdas desinflamadas y flexibles, listas para una nueva actuación.
Si luchas contra tu voz, siempre perderás
Cuando gritas, estás cerrando el conducto por el que canalizas el aire desde los pulmones proyectándolo a tus cuerdas vocales (que es dónde principalmente se generan las frecuencias del sonido) y si no se genera una buena vibración de base, de nada sirve preocuparse luego por los resonadores. No habrá material para ellos pues trasladarás esa deficiencia empujando tan fuerte como puedas, para conseguir que salga el sonido. Tu laringe subirá y tus músculos extrínsecos deberán soportar toda esa presión innecesaria. MAL.
Las cuerdas vocales son sacudidas violentamente por esta presión de aire, que a la vez deben resistir para continuar en la nota deseada. No se necesita ser un doctor para darse cuenta de que estás practicándose a tí mismo un rápido y tremendo de desgaste por uso en las cuerdas, si continúas en esta línea.
Lo que necesitamos de tí como cantante es vigor. Y el vigor no viene del músculo. Viene de principalmente de coordinar, y cuidar tus cuerdas (que son membranas mucosas). Respecto al aire, respirar debe ser algo muy orgánico. Fácil. Equilibrado con el músculo. Así que por mucho que veas a gente “gritando” en un escenario… los cantantes realmente buenos, tienen su método y técnica para hacerlo. Si tu no sabes cómo, tan sólo piensa que someterte a esta tortura una y otra vez, hará que pierdas la voz con más frecuencia cada vez.
Mi mantra es “si luchas contra tu voz, siempre perderás”. Como cantante femenina de rock y metal, créeme he pasado mucho tiempo tratando de endurecerla de manera incorrecta: apretándola y metiéndole aire como si no hubiera un mañana. A día de hoy veo que no aceptaba su sonido y la forzaba a ser algo que no es, sin darme cuenta de que la coordinación y la técnica es lo primero y desde ahí podría crecer en fuerza y poderío sin renunciar a la esencia de su naturalidad. Tenia “el síndrome del imitador”. Con el agravante de que soy mujer y me encanta Russell Allen XD.
Por último recuerda: diviértete en la carretera. Relaciónate con los fans, pero guarda energía y voz para el siguiente show, y para los nuevos fans que estarán allí esperándote. Sino, puedes convertirte en el típico cantante que debe cancelar la gira a la mitad y convertirse en miembro VIP del otorrino y el foniatra (por cierto, un buen profesional o terapeuta en cuyas manos ponerse, no es barato).
No puedo repetir lo suficiente cómo de horrible es no sólo para tí, sino para cada persona involucrada, y para tus propios compañeros. Prepárate para la carretera y amarás cada segundo de ella. Lo sé por la cantidad de años que estuve subida a las tablas cantando y girando con varios grupos, y tú lo sabes también si has estado allí. Ahora me dedico a preparar a cantantes para las exigencias artísticas y técnicas que se encontrarán en este y otros ámbitos y sigo con mis proyectos musicales.
Ver crecer tu talento, tu proyecto y tu público es algo maravilloso. Así que prepárate, planifica, se responsable con tu voz y sobre todo DISFRUTA!
(Fotografía: Laura Borja)
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