La industria musical es global y, en todo el mundo, organizaciones y comunidades se están uniendo para garantizar que los músicos, intérpretes y compositores obtengan las regalías que les corresponden por ley.
La transparencia y la confianza están reemplazando al antiguo favoritismo y las tácticas clandestinas para convertir la propiedad intelectual en una vibrante potencia económica y creativa.
IPOA (la Asociación de Propietarios de Propiedad Intelectual; ipoa.ge) es la última organización de gestión colectiva que ha adoptado este enfoque.
Representa a los artistas de Georgia, una democracia joven en la frontera entre Europa y Asia con milenios de rica herencia cultural.
Elegida y creada por artistas georgianos y acreditada por el Centro Nacional de Propiedad Intelectual SAKPATENTI para hacerse cargo de la recaudación y distribución de regalías, la nueva organización está comprometida con una mejor manera de hacer negocios, asegurándose de que sus miembros puedan acceder a su dinero de forma precisa, rápida y transparente.
“Los artistas georgianos querían aprovechar los beneficios de los enfoques europeos en materia de rendición de cuentas y transparencia, combinados con la experiencia estadounidense en gestión de derechos, todo ello manteniendo su espíritu y visión artísticos únicos”, explica Stefan Schulz, veterano ejecutivo de innovación musical y sello discográfico y director de relaciones internacionales de IPOA. “El mundo necesita saber más sobre la música distintiva e impresionante de Georgia, y sus artistas merecen ser recompensados por sus contribuciones”.
Desde que recuperó su independencia en la década de 1990, durante el colapso de la Unión Soviética, Georgia ha trabajado arduamente para armonizar su régimen de derechos de propiedad intelectual con el del mundo, utilizando las mejores prácticas modernas.
La legislatura del país aprobó las leyes correspondientes y, durante las décadas siguientes, comenzaron a hacerse valer los derechos y a cobrar regalías a los compositores y artistas georgianos.
Sin embargo, pronto se hizo evidente que era necesario seguir trabajando. La comunidad musical de Georgia se dio cuenta de que la organización de gestión colectiva que se había creado no estaba funcionando de manera eficaz. Se unieron para proponer una nueva organización, IPOA, que ahora abarca al 99% del talento musical de Georgia.
IPOA ganó un concurso abierto patrocinado por el gobierno de Georgia y se le concedió el derecho a cobrar en nombre de los titulares de derechos musicales.
IPOA funciona de manera diferente a su predecesora, con barreras de seguridad para mantener los costes bajos y la eficiencia alta. “Nuestros gastos están limitados por ley”, explica Giorgi Nikolaishvilli, director general de IPOA, “y nuestro compromiso con el servicio es alto, en parte porque somos una empresa fundada por artistas”.
También tiene la ventaja de desarrollar tecnología y sistemas que se adaptan al negocio musical actual, que es complejo, digital y global.
La organización aprovecha una única solución tecnológica integrada para garantizar una gestión de derechos eficiente y transparente.
La plataforma integral de IPOA abarca la supervisión, el reconocimiento, el seguimiento, la gestión de derechos y la contabilidad de la música, lo que elimina la necesidad de varios proveedores y agiliza todo el proceso.
Los artistas pueden acceder a informes detallados sobre sus regalías a través de cuentas privadas en el sitio web de IPOA. Además, las empresas que reproducen música con licencia (hoteles, restaurantes, cafés y otros lugares públicos) pueden verificar que los honorarios se acrediten correctamente a los artistas georgianos, lo que fomenta la confianza y la motivación dentro de todo el ecosistema.
La IPOA demuestra que un nuevo tipo de CMO puede prosperar y contribuir al florecimiento de las artes musicales de una nación.
«Resultó que podemos vivir de una manera diferente y tener más tiempo para nuestro arte, estableciendo una mejor base comercial para los artistas aquí», explica el respetado compositor y profesor de música Kakha Tsabadze. «Ahora que se ha construido esta base, los artistas georgianos están descubriendo que pueden financiar sus propias ideas con los ingresos de su creatividad. Es realmente inspirador».
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