Tras casi veinte años de corrupción, la CISAC suspendió la membresía de la SGAE de la sociedad española de autores y editores.
Entre 2003 y 2007, los ejecutivos de la SGAE, malversaron conscientemente millones de euros en pagos de regalías. Las autoridades arrestaron a Enrique Loras, Director General de SGAE, y Ricardo Azcoaga, Director Financiero de la sociedad.
En 2011, los oficiales de la guardia civil entraron la sede de la sociedad de gestión de derechos en Madrid. Cuatro ejecutivos de la SGAE, incluido el presidente de la Junta, Eduardo «Teddy» Bautista, se habían involucrado en un plan de corrupción a gran escala. La policía lo había acusado, junto con otros cinco empleados, de malversación, fraude y administración fraudulenta. Bautista sigue luchando contra estos cargos hasta el día de hoy.
En 2017, las autoridades descubrieron que la sociedad de gestión colectiva, incluido su presidente, había participado nuevamente en un fraude a gran escala.
En un esquema conocido como ‘La Rueda’, los ejecutivos de TV retransmitían canciones a altas horas de la noche. Habían asignado los nombres designados por la SGAE como el editor, escritor y compositor de las canciones. Tras la recopilación, los ejecutivos de televisión y los miembros de la SGAE dividieron las regalías entre ellos. Posteriormente, la policía entró en la sede de la sociedad de gestión colectiva y arrestó a dieciocho ejecutivos.
La Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) trató de ayudar a la SGAE a cambiar su forma de actuar. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, parece que cesado en sus malas prácticas de gestión.
La coalición global había trabajado estrechamente con esta sociedad española durante los meses del año pasado (2018). La CISAC había investigado durante mucho tiempo las quejas sobre el trato discriminatorio de los titulares de derechos, las prácticas desleales y la distribución desleal de las regalías.
En abril de 2018, la coalición global presentó a SGAE un informe completo que detalla las recomendaciones para implementar cambios en las reglas de gobierno de la sociedad, los estatutos y las prácticas de distribución de regalías. Sin embargo, la sociedad recolectora española se había negado a implementar los requisitos necesarios. Esta negativa llevó a una expulsión de un año de la CISAC el mes pasado.
Ahora, la sociedad de recaudación de derechos ha votado en contra de la aprobación de las recomendaciones anticorrupción de la CISAC.
Decir «No» para detener la malversación, el fraude y la administración fraudulenta.
La sociedad de recaudación de regalías celebró el 24 de junio una votación para cambiar la situación.
De ser aprobada, la SGAE implementaría las reglas necesarias para cumplir con las demandas de la CISAC y del Ministerio de Cultura de España. Las prácticas comerciales de la sociedad de recaudación finalmente se adaptarían a la legislación de propiedad intelectual de la UE.
Con la esperanza de garantizar que la asediada sociedad se encuentre en el camino correcto, Pilar Jurado, la recientemente elegida Presidenta de la SGAE, dijo que promulgaría los cambios.
“Creo en la legalidad y en hacer las cosas como se debe hacer. Si la CISAC ve que hemos cumplido y que la organización está funcionando efectivamente, podrían levantar las sanciones».
Desafortunadamente, durante una asamblea general, los miembros de la SGAE no votaron los cambios necesarios.
Solo el 62,3% de los miembros, menos del 66.7% necesario para promulgar las reformas, aprobó los cambios de Jurado. 1.356 de los 18.000 miembros de la sociedad recaudadora participaron en la votación.
Tras años de problemas en la sociedad de gestión colectiva, se estableció Unison, otra sociedad de gestión colectiva. El pasado mes de febrero, el Ministerio de Cultura de España, José Guirao, le dio a SGAE solo «seis meses» para cambiar sus formas.
Pero parece que la sociedad de recaudación española simplemente no quiere cambiar, ni tampoco parecen interesados en resolver la situación.
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