¿Te resulta familiar? Son las 11 de la noche de un viernes cualquiera. Tus amigos han salido de fiesta o se han cogido unas vacaciones de lo más relajantes en el Caribe. Mientras tanto, tu estás tirado en el sofá zampándote una bolsa entera de patatas grasientas, trabajando duro en una canción, página web, artículo, plan de marketing, o poema. Una miga cae en el teclado de tu ordenador, haciendo que la barra espaciadora por un momento deje de funcionar. Una mezcla de rabia y tristeza se apoderan de ti. Piensas: ¿realmente es así la vida de una persona creativa? Bueno, a veces sí, pero hay que saber mantener el equilibrio entre perseguir incansablemente tus ambiciones creativas y encontrar algo de tiempo para relajarte.
Los terapeutas están de acuerdo: “A menudo, la gente creativa intenta quemar la vela por los dos extremos y, a veces, por mucho tiempo”, dice Jonathan Alpert, psicoterapeuta y autor de Sé valiente: cambia tu vida en 28 días. “Esto lleva al desgaste, no a la productividad. Es importante distribuirse el tiempo, un tiempo en el que no tener obligaciones ni tener que contestar a nadie”.
Aquí tienes unas cuantas formas de crear tiempo para ti y estar de vuelta al trabajo con un sentido de la creatividad renovado (y quizá con unas zanahorias en vez de patatas chips).
Come sano
Ya que hablamos de ella, es muy importante alimentar bien a tu cuerpo para que la creatividad siga fluyendo. Alimentos como los arándanos, el pescado y los frutos secos pueden mantener tu cerebro en perfectas condiciones. Eso puede que te ayude a escribir canciones como las de Paul Simon, a ser el próximo Steve Jobs o a sacar al Picasso que llevas dentro.
Muévete
Si te bloqueas, lo mejor es dejarlo todo durante un rato y despejar la mente. Encuentra alguna actividad que te libere, como por ejemplo hacer ejercicio. Correr, ir en bici, salir a pasear… Lo importante es encontrar una actividad que te encante, una que no te recuerde al trabajo. Si te gusta hacer footing, ¡pues haz footing! Quizá prefieras Zumba, Yoga o Pilates. ¿Qué tipo de ejercicio sientes que es más liberador para ti?
Canta como si no hubiera un mañana
Conducir por la carretera con la música puesta también es una buena manera de relajarse. Pon una de Jerry Maguire y canta “Free Fallin” a pleno pulmón, o canta los hits de Mariah Carey en la ducha. Algunos estudios afirman que cantar puede cambiar tu estado físico y mental, y promover la liberación de más endorfinas, la hormona de la felicidad.
Crea una “aroma” de tranquilidad
La lavanda, al igual que otras hierbas, es conocida por dar sensación de tranquilidad. De hecho, un estudio de la Universidad de Miami que analizó los efectos de la aromaterapia descubrió que la gente que experimenta la aromaterapia con lavanda queda adormilada, según la actividad detectada en su cerebro.
Haz algo creativo
Estarás pensando: “¿Porqué voy a utilizar la creatividad para la creatividad si estoy tratando de relajarme? Las personas creativas suelen tomarse muy en serio cualquier tentativa creativa, así que, para cambiar, intenta solamente dibujar, pintar o escribir sin ninguna presión. Quizá quieras hacer un dibujo a base de garabatos en una hoja en blanco o escribir libremente en tu diario. Tal vez quieras perderte en un cuadro. En EE.UU. existe una iniciativa llamada “Wine and Canvas” que consiste en beber vino mientras se pinta en comunidad. Tú también puedes hacerlo en casa, pero intenta no emborracharte mientras creas una obra de Expresionismo abstracto al estilo Pollock.
Ríete
Las personas creativas pueden angustiarse muy fácilmente, así que, a veces, lo mejor es distanciarse un poco, verlo con perspectiva y reírse de ello. Quizá quieras dar un vistazo a las noticias sobre gatos de BuzzFeed, quedar con el amigo más chistoso que tengas y que te haga reír hasta casi mearte encima, o también puedes asistir a una clase de “yoga de la risa”. Sí, eso existe.
Sal de la ciudad
Si no puedes permitirte unas buenas vacaciones, plantéate visitar un pueblo vecino como si fueras un turista más. Si ese pueblo tiene playa o un lago, ¡todavía mejor! No hay nada más relajante que darse un baño. Y no te olvides del sonido increíble del romper de las olas en la costa. Cuando estés ahí, resístete a la tentación de revisar tus emails o pensar en algo relacionado con el trabajo. Solo vive el momento.
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