¿Conoces la teoría de las 10.000 horas?
Son las horas necesarias para lograr el nivel de experto en cualquier disciplina según la tesis de Malcolm Gladwell en su obra «Fueras de serie«.
Desde un punto de vista biológico la justificación de las 10.000 horas se debe a que la asimilación y consolidación del tejido neuronal requiere de práctica y con ello se logra incrementar el tamaño de la parte del cerebro ejercitada, gracias a la regeneración y remodelación de las huellas neuronales.
Si echamos cuentas y lo traducimos en años, significa que si ensayas 20 horas por semana dentro de 10 serás un maestro. Queda un poco lejos… ¿Verdad? Acortemos el plazo entonces! Ojo que eso implica mayor dedicación, más tiempo… A los números no hay forma de engañarles, son asquerosamente sinceros.
Si logras sacar 40 horas por semana para tocar, dentro de 5 años serás un maestro y si ya llevas recorrido serás un virtuoso. ¡Tu objetivo está cerca y es posible! Incluso si dedicas otras 40 horas en currar en algo que no te gusta only for the money. Eso no te convierte en un Dios, más bien te acerca al común de los mortales… Por cierto si seguimos con los números son 80 horas y una semana tiene 168 horas, aún te quedan 88, puedes dormir y hasta te sobra.
Ahora bien no estamos hablando de contar horas sino de poner todas tus emociones al servicio de la música. El interés conduce a una mayor atención y ello produce las reacciones necesarias para ir aumentando los niveles de aprendizaje gracias a los cambios neuroquímicos como la liberación de endorfinas y dopaminas que inciden en que la huella mnemotécnica sea más intensa.
Mozart empezó a tocar a los 7 años, en su adolescencia escribió magníficas obras, a los 21 escribió sus obras más apreciadas y reconocidas. Personalmente me fascina su Requiem, una obra que compuso en 1791 poco antes de morir y que no terminó.
Con nuestra expectativa de vida actual Mozart hubiera disfrutado de 3 vidas, imagina entonces el número de piezas… Es lo que tienen los números, son lapidarios, nunca mejor dicho.
Y ¿qué pretendo con este post? No es mi objetivo darte un curso de gestión del tiempo, aunque bien pensado… Pretendo más bien removerte de tu cómodo lugar si es que todavía estás instalado ahí.
La vida es injusta, corta y efímera, lo único que permanece es el arte y la música.
No te niegues, no mires a otro lado, no te rindas, no te salves. Comparte conmigo y con tu público tu mejor versión.
Si te interesa «Fuera de serie. Por qué unas personas tienen éxito y otras no» de Malcolm Gladwell, puedes obtenerlo aquí.