En un intento de complacer a los accionistas al obtener un poco más de dinero de sus artistas, Spotify adquirió SoundBetter, una compañía que ayuda a los músicos y productores a hacer reservas mientras toman comisiones por el servicio.
Podríamos convenir que Spotify podría estar obteniendo buenas ganancias, pero no es lo suficiente para los accionistas. Por eso mismo, la compañía sigue buscando nuevas formas de obtener ingresos, y una de las mejores formas podría ser a través de los propios artistas. Es por eso que la reciente adquisición de SoundBetter podría ser un movimiento decisivo para la empresa – o no.
SoundBetter es un mercado donde los creadores pueden recibir ayuda de productores, compositores, vocalistas, músicos e ingenieros profesionales. Es una base de datos de contribuidores que cubre 176 países y posee cientos de miles de contactos profesionales, incluyendo “cientos de ganadores a los Grammy”. También posee cerca de 180.000 usuarios registrados.
La forma en la que la compañía hace dinero es tomando pequeñas comisiones por cualquier servicio comprado a través del sitio. Los productores y músicos freelance también pueden suscribirse a una versión Premium por 59 dólares al mes.
Lo que Spotify quiere es poder ofrecer más servicios a los artistas, y con esto podrá realizar cobros mayores por el streaming. La industria del streaming se ha convertido en un producto gracias a la fuerte competencia con el mismo contenido y costes de suscripción restringidos.
La compañía recientemente intentó hacer algo similar con la adquisición parcial del distribuidor digital Distrokid, pero ha abandonado esos planes tras haberse dado cuenta de que los márgenes eran muy pequeños para la cantidad de recursos necesarios para hacer que funcionaran.
Los términos del acuerdo de SoundBetter no fueron publicados, ni tampoco lo fue la forma en la que Spotify planea integrar la compañía dentro de su plan estratégico.
En base a movimiento pasados, habáan voces que dirán que esto podría terminar como pasó con Distrokid. Cierto es que los recursos necesarios no son tantos, pero podría terminar siendo un mercado más pequeño de lo que estimaba la compañía.
A medida que el crecimiento del streaming comienza a reducirse, Spotify continua buscando otras fuentes de ingresos potenciales para poder mantener a sus accionistas satisfechos.