De acuerdo a un informe de la compañía de investigación Music Watch, las personas que descargan canciones de manera ilegal podrían ser los que más gastan dinero en música.
El informe divulgado recientemente indica que aquellas personas que utilizan páginas web y aplicaciones no autorizadas para descargar canciones de manera ilegal son las mismas que están dispuestas a pagar gran cantidad de dinero por música. En promedio, el ciudadano estadounidense gasta un promedio de $19 anualmente en CDs y descarga de música de pago, pero aquellos que descargan ilegalmente gastan un promedio de $33 anuales en los mismos productos. La mitad de los que descargan la música ilegalmente también compran el CD, mientras que ese porcentaje es mucho más bajo en el público general. Dichas personas están dispuestas a utilizar un servicio de streaming, lo cual puede parecer extraño, ya que dichos servicios pueden ser gratuitos y estar autorizados por las discográficas.
Si obviamos la fuente de dónde la sacan, el ciudadano estadounidense gasta alrededor de 45$ anualmente en productos relacionados con la música. Esto incluye a los que consiguen los discos y singles de manera gratuita y aquellos que pagan por ella.
Esta información evidencia, a pesar de que estas personas están «robando» a la industria siguen estando interesados en la música en general. A algunas personas simplemente no les importa la industria del entretenimiento, por lo que obtienen su dosis de canciones mediante la radio o cuando son lanzadas al público de manera gratuita. Todos los sujetos en este estudio están dispuestos tanto a descargar las canciones y discos que les gustan de manera gratuita como a pagar por ellos, entonces, ¿por qué siguen descargándolos gratuitamente?
El informe hace hincapié en el hecho de que aunque muchas canciones están disponibles de manera gratuita en plataformas totalmente legales como Spotify y Pandora, muchas personas desean ser los dueños de su música favorita, incluyendo a los más jóvenes, que han crecido con ella a su disposición y desean tenerla en sus ordenadores, bibliotecas y smartphones.
De acuerdo con el informe, la piratería ha crecido en los Estados Unidos, aunque no está ocurriendo en las mismas plataformas donde solía hacerlo. Ahora hay nuevas tecnologías que permiten al usuario descargar música de diferentes maneras, y no siempre le queda claro a la persona que está descargando, haciendo streaming o copiando la canción si lo está haciendo legalmente o no.
Entonces ¿qué piensa hacer la industria con respecto a este problema?
Está claro para muchas personas cuáles son los discos y canciones que desean escuchar, pero también que no están dispuestos a pagar por ellos. Tal vez si fueran ofrecidos a un precio más bajo las personas los comprarían, pero las ganancias provenientes de las ventas musicales están bajando año tras año, bajar los precios probablemente tendría más pérdidas que beneficios. Ha habido gran presión proveniente de los grandes sellos discográficos para cerrar todas esas páginas web que ofrecen descargas y música gratis, y aunque ha funcionado para acabar con grandes proveedores de música ilegal, aún no existe la manera de acabar con la piratería.
Más usuarios son conscientes y son introducidos a los servicios de streaming, y estos puede que pasen menos tiempo buscando música gratuita y sin licencia. Además, las compañías de streaming pueden hacer que las descargas para escuchar música sin conexión sean una prioridad, ya que la falta de promoción de dicha opción (o la falta de ella) hace que los usuarios descarguen música ilegal. Si las personas no desean descargar las canciones que les gustan individualmente, esta sería una buena manera de pagar por acceso ilimitado y sin restricciones a todo lo que desean escuchar.
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