Sobre el bloqueo creativo

¿Qué ocurre cuando tienes que enfrentarte al folio en blanco?

Las ideas, normalmente, fluyen por la mente a lo largo del día de forma natural y cuantiosa, puesto que la creatividad es un concepto innato en el ser humano, tal y como dijo Pablo Ruiz Picasso:

“Todos los niños nacen artistas. El problema es cómo seguir siendo artistas al crecer”.

Porque, seas consciente de ello o no, en este preciso momento estás teniendo una gran idea. No obstante, ¿qué pasa cuando quieres exteriorizar, de manera práctica, esa percepción ingeniosa que reside solo dentro de tu cabeza?

En ocasiones, cuando sientes la presión de que tienes que sacar tu ingenio de la manera más creativa posible para crear un proyecto, ya sea la letra completa de una canción, una melodía o una simple rima, la mente te juega la mala pasada de quedarse totalmente en blanco y te invade una frustración con la que no sabes cómo lidiar.

Estos bloqueos creativos, usualmente, aparecen por miedos subconscientes que limitan tu inspiración a modo de defensa. Y quizás te resulte extraño que tu bloqueo esté ahí para defenderte, ya que no hace más que alejar a tu musa artística, pero así es.

El miedo a no cumplir expectativas, a ser rechazado, al fracaso e, incluso, a la responsabilidad en caso de éxito, generan barreras irracionales que te separan de tu objetivo creativo.

¿Cómo superar estas barreras?

El simple hecho de racionalizar la creatividad, ya es una limitación en sí, puesto que el arte es más intuición que razón, pero al abordarlo desde la inteligencia racional para ajustarlo a las mediciones sociales que lo hagan innovador, pegadizo o influyente, cuestiona la parte más intuitiva y emotiva del cerebro, sin dejar fluir la creatividad más pura y salvaje. Aquella que brota libre de prejuicios racionales.

Para ello, eliminar la auto-imposición de pensar “tengo que” ayuda a que no te sientas obligado a hacer algo tan sencillo como exteriorizar tu ingenio a través de la creatividad artística. En su lugar, el uso de “elijo hacer” te invita a ser partícipe del proyecto que tienes en mente y es un buen comienzo para abrir tu mapa mental a nuevas perspectivas que te ofrezcan grandes ideas a desarrollar.

Sin duda alguna, no es lo mismo pensar que tienes que componer una canción, que elegir componerla para compartir con el resto tu talento, con lo cual, si empiezas a ser consciente de cómo te expresas, tanto mental como verbalmente, puedes aumentar notablemente tu libertad creativa.

Otra clave fundamental para evitar bloqueos es suprimir cualquier tipo de comparación con el resto de artistas, aunque los admires profundamente. Tus ideas te hacen único/a y el querer superar una idea o proyecto ya llevado a cabo, contamina esa unicidad que te convierte en una persona exclusiva.

Así, aunque estés compuesto de influencias que afectan a tus gustos y declinaciones, considera la posibilidad de generar tu marca personal contigo mismo como punto de referencia. Verás que la creatividad aparece por sí sola.