Realizando el Corporate Compliance de una de nuestras empresas, nos surge la duda, de la posible ilegalidad de las plataformas de reventa online.
Es un ámbito complejo, ya que, según El Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, solo sería ilegal la reventa callejera o ambulante de localidades. El problema surge con plataformas como Viagogo, TicketSwap, Stubhub, que obtienen beneficios por gestionar y revender online entradas o abonos para cualquier tipo de espectáculo.
Incluso algunas plataformas autorizadas de venta de entradas (Caso reciente EEUU), destinan parte de su aforo, a plataformas de reventa, suponiendo ello un aumento del precio de las entradas, y un lucro que afecta muy directamente a los usuarios.
Todo ello se incrementa con espectáculos de gran relevancia, y con aforos limitados, lo que supone un aumento del precio, a veces por cantidades desorbitadas.
La normativa, como la gran mayoría en nuestro país, está obsoleta y anticuada, y como en cualquier otro ámbito, surgen nuevos emprendedores y diferentes formas de negocios que se aprovechan de estos vacíos legales. Sin embargo, hay alguna pionera como la Ley 10/2017, de 27 de diciembre, de espectáculos públicos y actividades recreativas de Galicia, que establece un precepto que parece ser invisible para todos estos nuevos emprendedores: Se prohíbe la reventa de entradas en papel o en cualquier medio o soporte electrónico. Todavía nos queda esperanza normativa…
Mi planteamiento jurídico no termina aquí, porque si observamos y analizamos profundamente esta práctica, podríamos cuestionarnos si podría corresponderse, con los elementos del tipo penal del delito de Estafa:
Un engaño precedente podría haberlo, si este tipo de plataformas “alegales” han adquirido directamente de plataformas autorizadas un número de entradas, y posteriormente la ponen a disposición del público a un precio mucho mayor; tal engaño, es por tanto bastante, para la consecución de un beneficio propio; produciéndose un error esencial en el usuario, ya que, compra las entradas a un precio mucho mayor al que debería corresponderle; un total desplazamiento patrimonial ya que hay un grave perjuicio económico, pero no solo del público, sino de los propios artistas que están dejando de obtener beneficios por la venta de sus entradas; y por su puesto un nexo causal entre el engaño de estas plataformas, que incrementan el precio y el perjuicio patrimonial de los usuarios.
Pero es que, además, se trata de una regulación, que le corresponde a las Comunidades Autónomas, de las que ninguna se ha hecho eco de este problema. En 2017 se intentó una conciliación de todas ellas, por parte del Ministro de Cultura, intento nulo, del que todavía estamos esperando noticias por parte del gobierno.
Y otro problema añadido, ¿qué pasaría si se cancela el evento?, ¿se podría reclamar alguna indemnización?, ¿a quién le correspondería el pago?, ¿a la propia plataforma de reventa, a las oficiales, a los vendedores particulares que venden sus entradas a estas plataformas? ¿O el usuario se quedaría totalmente desprotegido? Muchas cuestiones de las que ya desde hace tiempo, no obtienen respuesta alguna…
La posible solución que desde Los Asesores de la Gente Creativa proponemos, sería la comprobación en la entrada de festivales y conciertos, de nombre o DNI, siendo la entrada o abono nominativo, o la limitación de que por persona solo se pueda comprar un número limitado de entradas o abonos.
Artistas nacionales como Joaquín Sabina, Alejandro Sanz o internacionales como los Artic Monkeys ya hicieron eco de este problema, y aunque no sería una medida del todo efectiva, ya que una sola persona podría comprar varias entradas, y luego revenderlas, si impediría que plataformas online se lucren de este vacío legal, protegiendo así, de manera directa tanto a usuarios como a artistas.
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