Hoy en día, tras haber llevado a cabo los dos primeros pasos necesarios en la elaboración musical, que son: la creación y la producción, llega ese tercer peldaño llamado difusión, en el que se encuentra la campaña promocional. Dicha campaña se define como un plan publicitario de la obra realizada, mediante propuestas atractivas, en todos los medios posibles para logran un mayor alcance de transmisión.
Al inicio de una temporada promocional es imprescindible estar presente en redes sociales e ir actualizando el contenido asiduamente. Estar disponible para conceder entrevistas, ya sean en prensa escrita, radio y, para los más afortunados, televisión. Establecer un vínculo más cercano con el público a través de la presentación de la pieza, con pequeñas actuaciones o firmas de discos. Y comunicar, una y otra vez, exactamente la misma información para difundir con claridad la evolución de la obra hasta su resultado.
Ante este proceso de promoción, el intento de adaptación al constante cambio y a las elevadas expectativas y exigencias del mercado musical actual, pueden llevar a experimentar sensaciones de tensión e incertidumbre que mal gestionadas, ya sea por su intensidad o por su prolongación en el tiempo, dan lugar al estrés.
Para el artista, ¿qué origina el estrés promocional?
El hecho de verte sometido a una excesiva carga de trabajo que no entiendes como correspondiente con tu profesión, hace que te cueste más la planificación y la gestión de estos cometidos que son indispensables hoy para tener un mínimo de presencia en el panorama musical. Esto puede aumentar tu nivel de ansiedad, disminuyendo tu capacidad para resolver correctamente las tareas previstas.
Por otra parte, el alto nivel de responsabilidad que tienes que manejar en este período, genera el riesgo de que aparezca en tu cabeza la idea preconcebida de que un pequeño error tenga graves consecuencias para la obtención de tu éxito.
Junto con ello, la falta de apoyo, de reconocimiento y de conocimiento sobre las directrices a seguir para una buena promoción, desarrollan niveles de inseguridad que ocasionan indecisión dentro de este momento clave de acción.
¿Cómo y para qué evitar el estrés promocional?
Mantener, en la medida de lo posible, un estado permanente de calma, es muy favorable para pensar con claridad y tomar las mejores decisiones sobre tu futuro musical. Esto significa, no solo perfeccionar tu talento hasta límites inesperados, sino descubrir nuevas habilidades que desconoces sobre tus aptitudes promocionales.
Aceptar que la promoción es ahora parte de tu profesión, es el primer paso para ayudarte a integrarla en tus capacidades creativas y artísticas, posibilitándote ideas novedosas e innovadoras de divulgación.
Antes de comenzar la promoción, el hacerte con una buena agenda en la que apuntar todas y cada una de las tareas que quieres realizar en cada momento, refuerza la planificación y el filtro de tus acciones promocionales para que no te dejes nada atrás, dando siempre un margen real de tiempo para la realización de cada cometido que quieras llevar a cabo.
Y, por supuesto, mantenerte constantemente en el “aquí y ahora”. Esto hará que tu mente se centre en lo que estás haciendo en ese preciso instante, evitando que se vaya a acciones futuras que te difundan el estrés de no estar abordando lo que tengas que hacer después.
Organizar una mente creativa es todo un arte, y tú, como buen artista que eres, estás totalmente capacitado para hacerlo. ¡Ánimo!
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