El CBD, o cannabidiol, es poseedor de propiedades complejas pero terapéuticas, además de no producir el efecto psicotrópico de otros compuestos hermanos. Pese a sus buenas cualidades y su impacto en la persona, esto puede hacer pensar que sus contraindicaciones son nulas, lo que sería una interpretación indiscutiblemente equivocada. Veamos cómo nos puede incidir este cannabinoide.
¿Qué es el CBD?
El cannabidiol es un ingrediente del cáñamo enriquecedora para la salud del ser humano y sirve de refuerzo para disipar los síntomas de alguna que otra enfermedad o trastorno. Así lo amparan cuantiosos estudios.
No son para nada minoría las personas que convierten a este remedio en su aliado para contrapesar los signos de algunos achaques ya que puede actuar como ansiolítico, relajante muscular, antiinflamatorio o analgésico. Pero, la recomendación es consumirlo con cautela y asumiendo que sus resultados son variables dependiendo de quién lo consume y otros factores significativos.
Diferentes clases de aceite de CBD
Existen varias maneras en los que podemos consumir este aceite, ya sea por ingestión, en cremas o en modo de vaporizador.
La forma más segura y recomendada es tragarse unas gotas. Esta opción es muy sencilla de administrar ya que por norma general viene en un envase con gotero para ajustar su dosis. Solo tendrás que echar unas gotitas de este aceite debajo de la lengua para obtener su efecto.
El aceite se obtiene de las flores del cáñamo y suele acoplarse con terceros elementos también naturales para obtener este conformación. También es crucial destacar que en el mercado se pueden hallar aceites con diferentes concentraciones de CBD y que deben tenerse en cuenta según lo que quiere mejorarse. La sugerencia es comenzar con dosis bajas e ir aumentando en función de los requisitos individuales.
Conoce las contraindicaciones del aceite de CBD
Existe el riesgo de que cualquier compuesto que se metabolice en nuestro organismo, el cannabidiol lo altere, y aunque los experimentos sobre si su uso puede no ser seguro para cierta población son aún escasos, aparentemente, los esteroides, corticoides, los antibióticos, antidepresivos, anticonvulsivantes, antihistamínicos, bloqueantes β o hipoglucemiantes pueden tener un efecto perjudicial si se combina con el CBD, por lo que no es aconsejable su mezcla.
Nuestro cuerpo procesa los fármacos de diferentes formas, su efectividad es más rápida en unos casos que en otros. El CBD puede ocupar las enzimas que se necesitan para procesar algunos medicamentos. Por eso, la ingesta de ambos puede ser fatal para la salud. Si quieres tomar cannabidiol y estás tomando algún fármaco, es mejor que lo consultes primero con tu doctor para no verte perjudicado.
Y qué hay sobre los efectos secundarios del CBD
Si bien tiene más beneficios que inconvenientes, esto no entraña que los efectos no deseados no existan y esto estará en manos de diversas circunstancias. Si echamos un vistazo a los miles de artículos científicos que hablan sobre el CBD, apenas hacen referencia a reacciones peligrosas. No obstante, sí que las hay, aunque estas sean mínimos e inofensivos:
Las evidencias científicas han demostrado que utilizar esta elaboración puede suscitar sequedad en la boca, ya que afecta a los receptores de la secreción de saliva, también se pueden apreciar cambios en la presión o en la fatiga si se abusa de él y, en casos extraordinarios, es posible que produzca mareos, vómitos, diarreas o sopor.
En la mayoría de las veces, estos síntomas suelen ocurrir durante las primeras semanas al aumentar las porciones vertiginosamente, pero se solucionaba una vez se establece o disminuye la dosificación.
Como cualquier otra sustancia que empleamos para aliviar dolores o síntomas, pueden darse reacciones adversas, aunque es cierto que estas no son muy frecuentes ni son dañinas a largo plazo y, en caso de producirse, pueden arreglarse reduciendo la cuantía y desaparecen al suspender la administración. Si experimentas esta situación, puedes optar por esperar una semana, bajar la toma o dejarlo.
Conclusiones
Cuando empezó a popularizarse, y en virtud de sus grandiosas utilidades, se extendió la idea de que este químico no producía ninguna reacción adversa, siendo una sustancia que no empeora las cosas. También es una realidad que, en contraste con otros fármacos o sustancias, este constituyente ocasiona efectos secundarios más leves, pero nunca está de más tenerlos en cuenta a la hora de tomarlos. Pero, en general, tiene una tolerancia buena.
Si bien es cierto que el aceite de CBD se considera un género natural, hay que tener cuidado con la cantidad, al igual que con cualquier otro medicamento, independientemente si se utiliza con fines de mejoría o como suplemento o producto cosmético: no se debe abusar de él.
A causa de una demanda cada vez más alta del autoconsumo de cannabidiol, y que se puede comprar sin receta, es elemental que los consumidores concienciados con su serenidad tengan en cuenta los plausibles efectos adversos y sus contraindicaciones.
También es determinante saber dónde adquirir esta mercancía y fijarse muy bien en las etiquetas porque existen fabricantes fraudulentos cuyas consecuencias perjudiciales pueden ser muy diferentes a las arriba mencionadas.