Tras la publicación del pasado artículo sobre la estrategia de la No-Promoción sois varios los que nos habéis escrito planteando algunas cuestiones. Os animamos a que sigáis haciéndolo y seguiremos actualizando este post para dar cabida a vuestras peticiones.
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Como ya vimos en el pasado post del que dejé el link al principio, que sea fácil para los fans promocionarte no significa que no tengas que hacer nada. Y Tampoco resultará si te vuelves loco con tu propia autopromoción.
La intención no es ser exhaustivos si no más bien, daros cancha para que participeis en las respuestas 😉
Vamos allá con las cuestiones planteadas.
– Mis conciertos tiene una buena base, una imagen cuidada y considero que somos buenos, sin embargo, hay muy poca actividad medible generada por los fans. ¿Cómo es posible?
Puede que en realidad no seas lo suficientemente bueno, tienes un débil posicionamiento y la gente no te recuerda o puede que estés confinado en un pequeño nicho. Recuerda que la Red está llena de alternativas que compiten por la atención del usuario. Habría que aumentar esfuerzos y trasladarse a una ciudad más grande.
– Tengo canciones que serían grandes para una banda sonora de una película. ¿Realmente necesito todos esos puntos de contacto, menciones e impresiones para obtener una colocación?
No es tanto la cuestión de que necesites las impresiones pero demuestran que tu canción es notable, y en las industrias culturales, como mercados opacos que son, los compradores (sean de la naturaleza que sean -cliente final, empresa, institución…) utilizan como filtro dicha relevancia para encontrar canciones y artistas. Buena suerte.
– Existen artistas que están haciendo cosas de manera diferente y artistas que apalancan esfuerzos de su proyecto musical en la promoción agresiva. ¿Y bien?
Siempre hay excepciones a todo. Parece que siempre algún artista al azar inventa un truco de promoción de prensa. Buena suerte con eso. La promoción agresiva cuesta tiempo y dinero. Lo que habría que preguntarse acerca de dicha promoción es acerca de su efectividad, que fin de cuentas, lo que cuentan son los euros que consigues de vuelta por cada euro invertido. Es más, cuidado con eso. La semana pasada justamente, tras solicitar presupuesto para anuncios en su web (dirigida a proyectos musicales) si hablaban de las decenas de miles de visitantes únicos y de los años que llevaban online, pero no fueron capaces de mandar sus datos de Google Analytics, ¿sospechoso?. Para los que sepáis de que va el tema, ¿habrá tenido el pingüino o el panda un gran festin?
– ¿El contenido / los mensajes generados por el fan tienen el mismo alcance que el contenido / mensajes generados por el propio artista?
Considera el mar de amigos-redes en Facebook, el océano de tweets por hora en Twitter, miles de millones de mensajes de texto / imágenes del día, los vídeos de fans, y remezclas. Para cualquier artista al azar, ¿su entidad propia genera más vistas, clics, menciones y retuits o la suma total de sus fans?
Evidentemente a más influencer sea el artista, más poder como medio propio posee y mayor impacto en sus medios ganados. Pero en caso de no tener una especial influencia ni posicionamiento, obviamente, además de crear un plan de comunicación, necesitas estar en boca (y pantallas) de tu núcleo de fans.
– ¿Qué pasa con el modelo de los 1000 verdaderos fans?
Dependiendo de la forma de ejecutarlo (pasiva o agresiva), el modelo de los 1.000 verdaderos fans es un subconjunto de este modelo. Sería una estupidez quiere dejar artificialmente a 1.000 fans por el hecho de pensar «Yo hago No-Promoción». La idea no es que impactes publicitariamente hablando, si no que te relaciones, que crees una comunidad y eso no tiene nada que ver con un folleto o una imagen de tu cara o tu cartel del próximo concierto. La gente hablará de ti como consecuencia de. De modo que ojalá consigas cultivar las relaciones como para tener 1.000 verdaderos fans, que por otro lado, si los cuidas como debes, será capaz de desafiar el Número de Dunbar?
– El contenido generado por el fan no es lo suficientemente llamativo.
El contenido generado por el fan es lo suficientemente convincente para sus amigos en redes sociales. Aunque como se decía antes, todo depende de las relaciones entre las personas. Un contenido en sí mismo no significa absolutamente nada, son las experiencias compartidas, las relaciones y las personas las que dotan de significado, ahí está la clave. Es mejor ser significativo para una sola persona que se vaya contigo al fin del mundo que resultar indiferente a 10.000 personas. Piensa en si tuvieras un problema y cada uno de esos 10.000 te dan la espalda.
¿Cuántos amigos prefieres 1 bueno o 10.000 «saludados»? Por otro lado, el hecho de enganchar aunque sea a uno, mostrará a otros seres humanos lo genuino de la relación, y ¿a quién no le apetece formar parte de algo genuino?