El especial “One Night Only” de Adele en CBS fue más popular que los premios Grammy 2021 entre los televidentes.
El especial de Adele ha superado los 10,33 millones de espectadores, lo que lo convierte en el especial más visto desde los Oscar. 8,8 millones de personas sintonizaron para ver los Grammy este año, lo que significa que Adele superó la ceremonia de premiación para toda la industria de la música.
El concierto especial fue grabado en el Observatorio Griffith de Los Ángeles. Adele cantó “Easy On Me”, su último sencillo de su álbum, 30. Pero también cantó muchos de sus clásicos, incluidos “Someone Like You”, “Rolling in the Deep” y “Hello”. La actuación se empalmó con su entrevista con Oprah, donde la cantante habla sobre su vida, sus relaciones y las influencias de su música.
Su sencillo “Easy on Me” fue lanzado en plataformas de transmisión el 15 de octubre, rompiendo los récords de reproducción de canciones y reproducciones del primer día de Spotify. También fue la pista más reproducida de Spotify en una semana, con 84,95 millones de transmisiones en los primeros siete días desde su lanzamiento. El sencillo fue la primera canción nueva de Adele en seis años y es la pista principal de su próximo álbum, 30.
Mientras tanto, la gala de la 63ª edición de los Grammys sufrieron una caída interanual del 53% en el total de espectadores este año. Solo 8,8 millones de fans sintonizaron para ver actuar a Cardi B, Taylor Swift, Billie Eilish, Post Malone entre otros. Ese número es la audiencia más baja de cualquier transmisión televisiva de los Grammy hasta la fecha.
Una transmisión en vivo de BTS viendo el estreno de los Grammy casi superó a la transmisión oficial de los Grammy. Eso solo demuestra que el público estadounidense se ha desconectado en gran medida de la autocomplacencia de mirarse el ombligo en la que se han convertido la mayoría de los premios.
10 millones de estadounidenses sintonizaron para escuchar a Adele cantar y hablar sobre su vida. Esos números son aún más impresionantes cuando te das cuenta de que Adele estaba compitiendo contra un partido de fútbol americano del domingo por la noche entre los Kansas City Chiefs y las Las Vegas Raiders. Esa transmisión atrajo a 12,60 millones de espectadores, por lo que el fútbol aún superó el regreso de uno de los mayores talentos de la música.