Bruce Springsteen acaba de firmar uno de los acuerdos de adquisición de derechos musicales más importantes de la historia. Según se informa, el acuerdo de más de 500 millones de dólares con Sony Music Entertainment involucra todo el catálogo de música del Boss, incluidas las grabaciones y los activos editoriales.
Hoy hace aproximadamente un año, Bob Dylan impactó con un gran acuerdo de derechos editoriales por valor de 300 millones de dólares que involucra a Universal Music Group Publishing. Ahora, Sony Music Entertainment, supera esa cifra con un trato en más de 200 millones de dólares.
Varias fuentes procedentes de The New York Times y Billboard, informan que “The Boss” ha finalizado los trámites sobre una venta de derechos de 500 millones de dólares a Sony. Pese a que no se ha publicado un anuncio oficial, la información preliminar sugiere que el acuerdo cubre todo el catálogo editorial y de grabaciones de Springsteen.
Eso incluye una serie de clásicos como “Born to Run”, “Dancing in the Dark”, “Born In the USA”, “Glory Days”, “Hungry Heart” entre otros. Al entrar en el acuerdo, parece que Springsteen ejerció un control de propiedad considerable sobre esos activos, lo que ayudó a elevar el precio del acuerdo.
Sin duda 500 millones de dólares es una oferta ganadora, para hacerse con los derechos de Springsteen un heritage artist que ha estado creando grandes éxitos desde los 70.
Ahora, la pelota está en el tejado de Sony. ¿Este acuerdo realmente tiene sentido financiero?
No es una respuesta sencilla. A pesar de la experiencia y las previsiones financieras de Sony, es difícil predecir el valor del catálogo de Springsteen en las próximas décadas. The Boss es claramente un ícono rentable en 2021, aunque las sociedades y sus culturas pueden cambiar drásticamente con el tiempo. Las generaciones futuras pueden disfrutar de clásicos como “Born to Run”, pero no tendrán el mismo apego cultural a la música.
En algún momento en el futuro, todo se vuelve anticuado y olvidado. Y aunque las protecciones de derechos de autor duran mucho tiempo, no duran para siempre.
Seguiremos de cerca lo que suceda alrededor de estas operaciones de compra-venta de IP musical.
- Amplia información con el artículo del NYTimes.