Sony Music Entertainment ha presentado una demanda contra Gymshark, empresa de indumentaria deportiva con sede en Solihull, Inglaterra.
El sello discográfico, junto con Sony Music Entertainment US Latin, Zomba Recording, el desaparecido LaFace Records (cuyo catálogo es gestionado por RCA), Arista Records entre otros, presentaron recientemente la demanda a un tribunal federal de California por infracción directa, contributiva y subsidiaria de derechos de autor.
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El negocio de ropa deportiva, «ha logrado su éxito al infringir grabaciones de sonido y composiciones musicales pertenecientes a varios propietarios de contenido diferentes en una escala masiva«, según se puede leer en el documento (en inglés) habiendo sucedido la supuesta infracción principalmente en anuncios en las redes sociales, según los demandantes.
«Si bien estos ‘anuncios’ de redes sociales han sido fundamentales para el éxito de Gymshark, Gymshark no ha pagado por el privilegio de utilizar las grabaciones de sonido que aparecen en ellos», prosigue el texto.
«Gymshark se ha apropiado indebidamente de cientos de las grabaciones de sonido más populares y valiosas del mercado, utilizando esos trabajos creativos para impulsar ventas masivas».
Gymshark, que comenzó como una compañía de suplementos, ha utilizado específicamente trabajos de creadores de Sony Music de alto perfil, incluidos Britney Spears, Beyonce, Harry Styles, Usher, Travis Scott y The Chainsmokers.
A partir de ahí, reconociendo que Gymshark crea algunos de estos videos por sí mismo y compensa a terceros influyentes por crear otros, los demandantes afirman que los clips promocionales a menudo integran activamente las grabaciones de sonido, incluso cuando los actores sincronizan los labios con una parte de la letra antes de comenzar a lucir la ropa de dicha tienda.
De manera similar, el texto enfatiza que la compañía que supuestamente generó 330 millones de dólares en 2020, paga a ciertas personas influyentes sumas sustanciales y crea anuncios con tecnologías de grado profesional similar a un comercial de televisión tradicional para ropa deportiva.
Además, un empleado de Gymshark supuestamente se acercó a Sony a finales de 2020 para obtener una licencia para una pista en las redes sociales, demostrando así la conciencia de Gymshark de que se requería una licencia pero las conversaciones fracasaron y, sin embargo, la canción se convirtió en un anuncio publicitario, según afirman los demandantes.
Actualmente, el 21% de Gymshark, pertenece a General Atlantic despúes de un acuerdo el pasado agosto de 2020.
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