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El «negocio» de las plataformas de streaming

plataformas de streaming

Los músicos muestran su descontento por la difusión de su producto vía streaming

En la actualidad son numerosas las plataformas que ofrecen la posibilidad de escuchar en streaming la música que más nos gusta. Spotify, Pandora, Deezer son algunas de las plataformas que se encargan de difundir la música en Internet para todos los usuarios.  Según los últimos estudios realizados la música en streaming equivale hoy día a un 15% del mercado global de la industria musical. La expansión de este tipo de servicios es innegable y probablemente en un par de años se hagan con una gran parte del pastel pero, ¿favorece esto a los artistas?

 

Músicos descontentos

Son los grandes estandartes y a la vez en muchas ocasiones los más perjudicados. En más de una ocasión hemos podido escuchar críticas por parte de artistas como Thom Yorke, cantante de Radiohead o de bandas que no necesitan presentación como Led Zeppelin; todos reclaman que los beneficios que reciben por las escuchas de sus canciones en estas plataformas musicales son “mínimos”. El caso de Thom Yorke merece especial atención, ya que el año pasado abandonó Spotify como “pequeña rebelión”.

Este acto y las constantes críticas del cantante tuvieron como consecuencia la contestación de la plataforma Spotify en la web Spotify Artists, donde detallaron que los autores reciben un 70% de las ganancias por escucha de su música, mientras que las royalties obtienen el 30% restante.

 

¿Es el reparto equitativo?

Si algo nos preocupa en el mundo de la música es la continuidad y supervivencia de los artistas, que finalmente son los que realizan el producto y merecen por ende un reconocimiento por el trabajo realizado. A todos nos parece lógico que los sellos discográficos y estas plataformas de streaming reciban un porcentaje de las ganancias generadas por el músico, pero de ¿qué porcentaje estamos hablando?

Según recoge el estudio sobre La remuneración justa para los creadores musicales en la era digital, del Consejo Internacional de Creadores de Música (CIAM) se debería aplicar un reparto “equitativo” en donde primara la “transparencia”, ya que apenas conocemos los porcentajes que se reparten entre las partes. El estudio establece que la cuota de mercado para la escucha de música a través de servicios de streaming debería corresponder a un 80% de los ingresos brutos, partiendo al 50% estos ingresos entre discográficas e intérpretes.

Desde el estudio se hace hincapié en que el actual modelo de reparto no es para nada justo, ya que de los ingresos brutos mencionados anteriormente, los sellos discográficos obtienen un 97% del total, quedando el 3% restante para repartir entre artistas, editores musicales, administradores etc.

 

Lichis alza la voz

En unas declaraciones de Lichis, miembro de la mítica Cabra Mecánica, recogidas por El Confidencial, encontramos parte de ese descontento del artista con las formas de distribución: “Ahora mismo estamos en pelotas. Los beneficios son cada vez menores. Estas plataformas dominan el mercado y dictan las normas”. Lichis acaba de publicar un nuevo disco en solitario titulado Modo Avión, que ha sido autoeditado por su sello discográfico Carne de Canción con el cual se siente muy ilusionado, sin embargo no deja de ser un poco pesimista y es que desde su punto de vista “Es imposible vivir de estos formatos digitales, pero no nos queda más remedio que estar ahí”. En conclusión el cantante expone que “El problema es que músicos y público hemos mordido el anzuelo”.

 

Conclusión

Según datos del Anuario de la SGAE, el apartado digital abarca actualmente casi la mitad del mercado musical español, moviendo este a través de las plataformas de streaming un total de 20,3 millones de euros en el pasado año 2013. Como hemos detallado anteriormente los artistas reciben un porcentaje bastante ridículo de estas ganancias, por tanto podemos decir que los servicios de streaming infravaloran en parte a la música.

Un músico por sí mismo no puede acceder a negociar con una plataforma de música streaming como Spotify o Deezer, necesita un intermediario o sello discográfico que le ponga en contacto con la plataforma. Sin duda alguna Spotify se ha convertido en la gran plataforma de streaming, y según ellos el fruto de su éxito reside en que cada vez cuentan con más usuarios de pago, algo que beneficia a los artistas.

Veremos si en un futuro esta forma de distribuir la música resulta rentable para todas las partes, y si realmente se cumple el objetivo que es hacer llegar la música al público; lo que está claro es que el músico casi nunca recibe lo que merece.

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Sobre el autor

Carlos Saura Cebrián

Periodista y guitarrista a tiempo parcial. Redactor jefe en In Through the Rock.

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