Cómo lanzar tu música a la industria discográfica

Aquí hay un poco de malas noticias: los músicos tienen que verse a sí mismos no sólo como almas torturadas que ponen el corazón en la manga y la púa de guitarra, sino vendedores.

Sí, por desgracia (y probablemente ya sabías esto en el fondo de todos modos), como inspirador, debes serlo tanto en el negocio de hacer una venta en frío como en hacer esa hermosa marca de neo-shoegaze-goth-dubstep-sucia-indie -post-rock.

Una vez que te enfrentas a lo inevitable y abrazas a tu papel como representante de ventas, invariablemente te encontrarás acercarte a los administradores, editores, productores, sellos discográficos, periodistas, bloggers, directores de cine y a los adolescentes tratando de convencerlos de los méritos de tu música; puede que incluso termines tratando de convencer a selectos programas de radio y empresas de relaciones públicas, por los cuales quieres pagar, son dignos de cobrar.

Y, como cualquier representante de ventas (o concursante Aprendiz desventurado) le dirá, el éxito que tengas vendiendo se reduce a la calidad en el lanzamiento.

Afortunadamente, hay algunas buenas noticias: os vamos a dar algunos consejos clave sobre cómo vender tu música a la industria de la música.

CONOCE A TU PÚBLICO

Investiga a quién te estás acercando en profundidad. No importa si estás hablando con un MD de una compañía discográfica, periodista de The Guardian o un adolescente que está haciendo unas prácticas en un estudio local, lo necesitas

Asegúrate de que en realidad consumen el tipo de música que haces y se capaz de demostrar a esa persona que estás familiarizado con el tipo de cosas que hacen, o artistas con los que trabajan.

De esa manera, puedes evitar hacerles perder el tiempo (incluyendo el tuyo) y personalizar tu aproximación. Un contacto de la industria es mucho más probable que trate contigo si es obvio que manejas esta información, y lo más importante, estás interesado en el tipo de cosas que hacen. Así que habla de su roster / último proyecto / nuevo corte de pelo y cuánto valoras hablar con ellos. Todos tenemos egos que necesitan ser acariciados.

HÁZSELO FÁCIL A LA GENTE QUE SE APROXIMA A ESCUCHAR TU MÚSICA

Como ahora vivimos en una aldea global digitalizada, la mayoría de los lanzamientos iniciales en estos días se llevarán a cabo por correo electrónico. Y la gente recibe toneladas de correos electrónicos. Y cuando abren un correo electrónico, en realidad no lo leen en profundidad.

Por lo tanto, es vital que lo hagas fácil y rápido para esa gente que se está molestando en escuchar realmente tu música. Por lo tanto, asegura destacar enlaces a stream y a zona de download en todos los emails (de modo que la gente pueda escuchar algo de inmediato y también bajarlas en su iPod y disfrutar sus dulces melodías más tarde). Soundcloud y Dropbox respectivamente – dos excelentes servicios gratuitos – son buenos para lo que te permite hacer esto. (Vale la pena ofrecer el envío de CDs físicos, ya que algunas personas tienen un apego extraño a este formato anticuado.)

NO SATURES EL CORREO DE NADIE

No adjuntes una versión sonido envolvente de 40MB de tu canción y lo envíes a cualquiera. (Puede pensar que el consejo anterior es tan evidente que no vale la pena que hable sobre ello, pero te sorprenderá la cantidad de archivos alarmante enormes que se envían y cómo knockeas nuestro email.

Incluso en esta era de la banda ancha súper rápida, los archivos grandes saturan los programas de correo electrónico y hay muy pocas cosas en la vida más irritante que la rueca/pantalla azul de la muerte que siempre aparece cuando un músico considera oportuno enviar archivos ridículamente grandes a un publicista música genial y sexy, pero confiad@, cansad@ y sobrecargad@ de trabajo.

Proporcionando enlaces a archivos WAV muy grandes que tardan siglos en descargar probablemente también te estás asegurando de que tu música nunca sea escuchada por la gente a la que se le envió. Un enlace a un stream y una descarga de un archivo MP3 bien producido pero relativamente pequeño suele ser el camino a seguir.

PROPORCIONA UNA VARIEDAD DE INFORMACIÓN A CERCA DE TU ACTUACIÓN – PERO NO EXAGERES.

Incluye un breve resumen de la trayectoria de la banda y tu música en tus mails de lanzamiento.

Da a tus contactos un buena imagen que respalde quién eres, qué tipo de música haces y una breve lista de los logros del pasado. Pero que no se te vaya de las manos y escribas un ensayo; proporciona enlaces relevantes.

Otra cosa más que es útil es el asunto incluir fotografías de alta resolución, videos en directo y así sucesivamente.

ASEGÚRATE DE QUE TU MATERIAL PROMOCIONAL SUENA Y SE VE BIEN.

Sé selectivo respecto a lo que le envías a la gente. Si tienes un desastre de fotos de banda, puede ser más sensato omitirlas de tu lanzamiento a enviar una discográfica un aburrido dossier, con fotos de baja resolución y poco profesionales.

Y por supuesto, asegúrate de que la música que envíes se produce a un buen nivel. Incluso si acabas de escribir el equivalente moderno de Bohemian Rhapsody, asegúrate de que no estas enviando una demo grabada en un dictáfono.

En estos días, en los que cada músico tiene Pro Tools en sus inodoros y los contactos de la industria musical generalmente esperan calidad de producción elevada.

NO HAGAS EL LANZAMIENTO HASTA QUE NO ESTÉ PREPARADO.

Es muy tentador, en la grabación con toda la adrenalina pensar: “Dios, es una canción increíble, que talento tengo, simplemente debo enviar esta demo a toda prisa a la Discográfica X de Fulanito, al que conocí el otro día en el Soho.

“Pero, espera un momento. ¿Y si a Fulanito le gusta la demo? ¿Tienes más canciones para ofrecer con las que despertar más su interés? ¿Hay conciertos planeados? ¿Tienes 100.000 fans en Facebook dispuestos a ayudarte a encajar en la categoría de “fruta madura” del artista que consigue firmar en estos días? Fulanito tiene una corta capacidad de atención.

Solo va a escuchar tu canción una vez. Pero incluso si le gusta, si no tienes nada más de material, conciertos o cualquier tipo de base de fans útil, lo más probable es que Fulanito deje de coger tus llamadas con bastante rapidez. La lección: no lanzar hasta que esté listo.