Firmar con una gran discográfica solía ser la única manera de tener éxito. Ahora, en un mundo dominado por el streaming, esto le podría costar muy caro al artista. Vamos a descubrir que no hace falta tener un contrato con una discográfica para que aumenten tus ingresos por streaming.
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Quizás la primera pregunta que podemos obtener de los artistas es la siguiente: «¿Cuánto pagan los servicios de streaming en realidad?» .
Hemos estado metiendo el hocico en algunos medios especializados que han recogido directamente facturas de streaming de artistas (sin pasar por las plataformas de streaming o discográficas a fin de evitar cierta capa de «maquillaje»).
Finalmente, se ha legado a los a números estimados relacionados con cuánto le pagan los diferentes servicios de streaming a los artistas.
Estas son figuras de royaltíes por streaming, las cuales nos ofrecen orientación con respecto a lo que los artistas pueden esperar recibir de servicios como Spotify. Pero esto supone que los artistas están recolectando esos royaltíes directamente. ¿Qué ocurre con los artistas que están firmados por grandes discográficas, como Warner Music Group?
¿Cuánto se les está pagando realmente?
Según nuevos cálculos publicados por Manatt, Phelps & Phillips, LLP, ser firmado por una discográfica grande le puede costar muchísimo al artista cuando se trata de los royaltíes por streaming. Específicamente, un artista que no ha sido firmado puede esperar recibir casi 4 veces más el valor de los royaltíes, comparado con lo que un artista firmado por una gran discográfica pueda recibir.
A continuación se muestra un desglose rápido de lo que un artista firmado por una discográfica puede recibir por cada dólar de ingreso por streaming. Esto supone que el artista escribió el 100% de la música, y que es el único artista intérprete.
Al final, el artista de una discográfica recibió 18.4 céntimos por cada $1 de los ingresos por streaming.
Unas aclaraciones. Los 58.25 céntimos es la cantidad que un servicio como Spotify le paga al sello discográfico, en conjunto con otros 12-13 céntimos para el editor (usualmente es la misma compañía). Como pueden ver, la edición está dividida en licencias de ejecución (para la reproducción) y una licencia mecánica (el derecho de ‘reproducir’ y utilizar digitalmente esas grabaciones).
Como también se puede observar, la discográfica grande y el editor reciben un gran porcentaje por esas reproducciones, dejándole al artista un recorte general del 16%.
Comparemos esto con el artista que no ha sido firmado.
Marcando un fuerte contraste, el artista independiente recibe un recorte muchísimo mayor. De hecho, según Manatt, este artista puede esperar recibir hasta 64.18 céntimos por cada dólar generado por streaming. Lo cual es casi 4 veces mayor que el pago emitido por una gran discográfica.
Echa un vistazo.
Unos detalles sobre esto. La investigación supone un recorte del 10% por parte de un distribuidor digital, con un profesional encargado de recolectar el ingreso. Así que todavía existen los intermediarios, pero nada tan grande como una discográfica destacada. Existen muchas otras agregadoras digitales para distribuir tu música y que aparezca en los servicios de streaming más importantes, algunas de ellas incluso no se quedan ninguna comisión de tus ingresos. Puedes echar un vistazo a la Guía de Distribución Digital que tenemos en PromociónMusical.es.
El último punto es el siguiente: una discográfica sí toma un recorte mayor, pero ellos podrían terminar gastando una gran cantidad de dinero transformando al artista en una superestrella. Esto puede marcar la diferencia en una carrera, pero si un artista ya tiene fans, entonces ¡definitivamente no vale la pena ser firmado por una discográfica mayor!