Ser cantante, músico o artista, como en cualquier otra profesión liberal independiente requiere de una serie de competencias y cualidades no solo artísticas sino también de gestión de la propia carrera artística, trabajo y desarrollo de una marca personal entre otras.
A continuación te presento el decálogo del cantante que bien puede servir como una especie de Estrella Polar que te será tu Pepito Grillo a lo largo del camino.
Decálogo del cantante
1. Al ser cantante, tu cuerpo es tu instrumento y tu cuerpo obedece a tus pensamientos y emociones.
2. Queremos y debemos tener el cuerpo relajado cuando cantamos.
3. Tu voz al cantar funciona exactamente igual que cuando hablas. Estás FONANDO, así que, con el objetivo de hacerlo lo más natural posible, cuando estés practicando tu canto pregúntate todo el rato: “¿Haría esto si estuviera hablando?”
4. Respirar es nuestra fuerza vital y se da de forma automática. En todo momento, nuestro objetivo es mantener un ciclo respiratorio natural, incluso cuando cantamos: esto nos mantiene relajados.
5. Tu éxito se define por tus metas personales. No te compares con los demás. Cada uno tenemos nuestras propias metas y todas son válidas.
6. Aceptar tu propia voz tal y como es AHORA MISMO, es la clave para el éxito. Si comprendes tu voz, sus parámetros e incluso sus limitaciones actuales, tendrás una visión clara de su potencial para proyectarte de mejor manera hacia tu meta personal.
7. Hazte autosuficiente como cantante pero fórmate con el mejor maestro que puedas encontrar. Tanto tu cuerpo como tu mente deben comprender el proceso del canto.
8. A veces dar unos pasos atrás nos permite avanzar. Por ejemplo, si estás teniendo problemas en alcanzar notas agudas, invierte tiempo en realizar ejercicios alrededor de algunas notas graves. Esto te servirá para ejercitar la memoria muscular, y que tu cerebro reconozca qué hacer automáticamente de forma relajada cuando volvamos a intentar esas notas agudas. Es lo que en el NYVC llamamos “trabajar los antagónicos”.
9. Escucha a tu cuerpo. NUNCA JAMÁS debes experimentar ningún DOLOR o malestar cuando cantas.
10- Confía en el proceso. No es por ponernos místicos, pero a veces aprender a cantar pudiera parecer un acto de fé en si mismo.
Si has experimentado este camino, sabrás que de repente y de algún modo todo es revelado cuando estás preparado para “aprehenderlo” e integrarlo en tí. Es el momento que llamamos “Eureka!”.
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