Tras hablar de cuáles son las oportunidades para las compañías independientes de música, continuamos con aspectos sobre la lógica e impacto económico de sellos independientes y major.
Dentro del ámbito de los artistas y sellos independientes puede ser instructivo a continuación, mirar a algunos de los éxitos logrados en el escenario mundial en los últimos días como Adele, Chet Faker, Metric, MUCC, Rasmus Seebach, Taylor Swift y muchos otros han trabajado con sellos independientes en territorios clave para construir sus bases de fans globales.
Es cierto que en algunos países individuales éstos artistas pueden tener acuerdos con los principales sellos pero los días de aquellas empresas que dominan la comercialización y distribución mundial se han terminado y artistas de alto perfil son mucho más propensos a armar una red de socios en todo el mundo basado en las relaciones y en el campo de experiencia en los distintos países.
Los sellos independientes son motores de la innovación y la diversidad dentro de la música, tanto para la industria musical, el público y los consumidores, jugando un papel crítico en el descubrimiento y desarrollo de talento en bruto.
La compañía de música independiente se caracteriza tanto por un deseo de buscar nuevas formas musicales y artistas, y de tomar riesgos empresariales.
En el mercado actual, los sellos independientes continúan balanceando las prioridades artísticas y comerciales. Un sello se considera independiente si es controlado por ninguna de las tres «grandes» corporaciones multinacionales de la música, lo que finalmente permite adoptar una medida mucho mayor de libertad artística.
Fundamentalmente, los sellos independientes no son manejados solamente por consideraciones de valor económico.
Un artista podría tener valor artístico antes de que sea comercialmente viable; considerando el potencial artístico y el rendimiento comercial a largo plazo más que a corto plazo, el sello independiente puede ayudar a realizar ese potencial.
Pueden darse el lujo de correr riesgos donde grandes sellos no pueden debido a que su volumen de negocios y umbrales de rentabilidad son relativamente más bajos.
Esto no significa que las realidades comerciales pueden ser ignoradas, pero tampoco dictan la elección de la música.
Nos centramos aquí en la primera etapa de la cadena de valor, el descubrimiento y la creación de nueva música.
Aquí los sellos independientes son un motor de la innovación y diversidad, tanto para la industria de la música como para el público y los consumidores.
La innovación está ligada a las cualidades estéticas y expresivas de la música, pero está inevitablemente ligado también al valor comercial.
La innovación artística y la libertad de expresión conducen a beneficios económicos a través del ciclo de vida del producto o artista, incluso si éstas no son las principales preocupaciones para empezar.
La música independiente se asocia a menudo con el estilo ‘indie’ que ofrece una «alternativa» a la música popular.
Los sellos independientes no pertenecen o están controlados por las grandes discográficas, y esto permite una mayor medida de libertad artística.
Al mismo tiempo, la música «independiente» también promueve entre el público el deseo de diferenciación social que a su vez puede ser comercialmente atractiva.
De diversas formas el ‘indie’ se ha relacionado con la aparición del “grunge” en la década de 1990 como una reacción contra la música rock estadounidense exagerada a través de la década anterior, o al “DIY” un estilo del punk a finales de la década de 1970 en respuesta a los excesos de la música rock ‘progresiva’ en el Reino Unido.
Últimamente “indie” es a menudo una etiqueta genérica para las bandas a base de guitarra que operan al margen de la corriente principal del pop.
Cada iteración de la música “indie” se absorbe rápidamente en la corriente principal de la cultura popular, lo que provocó una reacción fresca.
Los sellos discográficos independientes son acreditados para descubrir no sólo nuevos talentos sino nuevas direcciones a seguir por el resto de las industrias.
Entonces históricamente, la música «independiente» se refiere más a una actitud que a un género, que abarca la música electrónica, rock, pop y música clásica.
Lo que une a esta gama dispar de músicas es una reacción crítica frente a la música popular y la búsqueda de un nuevo estilo «alternativo».
En consecuencia, el sonido indie está siempre en un proceso de reinvención por artistas y sellos críticos.
En el ecosistema musical, la música independiente realiza una función vital, reinyección de la diversidad y la innovación dentro de un sistema de música popular el cual tiende a reciclar éxitos con fórmulas “hit” hasta el punto de estancamiento.
Los sellos discográficos independientes, como fuerza cultural, independientemente de su género, llena el vacío entre la cultura artística y comercial, y forman un enlace vital entre el valor cultural «alternativo» y la explotación comercial.
Por esta razón, los sellos discográficos independientes son acreditados para descubrir no sólo nuevos talentos sino nuevas direcciones a seguir por el resto de las industrias.
Principalmente estilos independientes, como Atlántic y King Records, introdujeron el Blues y la música R&B en la década de 1940.
Algunos de los primeros sellos independientes especializados en folk, como Topic Records en el Reino Unido como defensor de la música de canción protesta y el estilo de vida popular en los EE.UU. capturando la diversidad musical de diferentes grupos étnicos en todo el país.
En Estados Unidos, la fusión de la música blues con jóvenes intérpretes blancos en sellos independientes fue el comienzo del rock and roll.
Island Records, fundada en 1959, presentó una función similar de introducción de una nueva generación de artistas de rock y reggae para audiencias globales a través de los años 1960 y 1970. Inicialmente el estilo estaba asociado con la música jamaiquina, ska y reggae popularizada en el Reino Unido, en particular, la música de Bob Marley. El estilo también promovió una serie de grupos de rock, en especial U2.
Island Records fue adquirida por Polygram en 1989, más tarde absorbida por Universal, y en la actualidad forma parte del sello discográfico más importante del mundo.
El viaje desde lo independiente hasta los aspectos más destacados de la relación cíclica y simbiótica entre majors e independientes, y el valor económico a largo plazo proceden del experimento cultural «alternativo».
Los sellos independientes, como ningún negocio empresarial, están dispuestos a asumir riesgos inseguros que no sería posible para un negocio más grande y más sólido.
Por mucho que sus eclécticos gustos musicales ayudaron a asentar las bases de la industria mundial de la música de hoy en día, una comprensión aguda de lo que el mercado compraría también impulsó estos primeros empresarios musicales.
Es esta combinación de sensibilidades culturales y comerciales que ha permitido a los sellos discográficos independientes tender un puente sobre la innovación artística y la cultura comercial, y que sustenta su valor económico y cultural continuo para la industria en general.
Parte de esta libertad viene de una decisión a no continuar con las economías de mercado a escala de masas, sino de conectar distintos tipos de música para un público de nicho, permitiéndoles a los artistas emerger y experimentar y al mismo tiempo construir una base de fans.
Para el sello ruso Geometry, el distintivo de su música tiene sus raíces en un distintivo “rock ruso” que refleja un deseo de preservar la cultura rusa, y valores. Mientras que culturas nacionales o regionales podrían invocarse, esto no significa excluir diversos rangos de influencias musicales.
Otro sello de Rusia, Russian Association of Independent Genres (RAIG), como el mismo nombre sugiere, promueve una variedad de géneros, desde psicodélico, vanguardista y progresista a música electroacústica y experimental; actualmente firman con artistas de todo el mundo, incluyendo de Estados Unidos, Perú y Serbia.
Parte de la tarea del sello es forjar relaciones entre los artistas y el público; por esta razón se prefiere gestionar con copias físicas en lugar de con «información sin rostro de la distribución digital”.
Debido a estas estrechas interacciones entre artistas, sellos y aficionados, la industria de la música independiente pueden permitirse el lujo de centrarse en mercados de nichos y productos en lugar de perseguir la corriente principal de «éxito».
Esto a su vez crea un espacio para la experimentación y la innovación cuyo producto puede ser recogido en el tiempo por las audiencias mainstream y los principales sellos discográficos.
Mientras tanto, los sellos independientes también deben inicialmente sobrevivir y, a menudo han tenido que ser inventivos para identificar nuevos mercados y fuentes de ingresos.
Naxos, un sello independiente con sede en Alemania y Hong Kong promovió grabaciones de new opera en un momento en que esto se consideró comercialmente inviable, y ahora se ha construido la biblioteca online más grande del mundo para la música clásica que consiste en aproximadamente 1.421.700 pistas.
Naxos también ha diversificado en otros productos, incluyendo audio libros, textos y recursos educativos para las escuelas y estudiantes.
Sellos independientes y músicos como Peter Gabriel y Trent Reznor (con Nine Inch Nails y como artista en solitario), han sido creativos en el uso de los medios digitales para construir nuevas relaciones entre los fans y artistas y cultivar nuevas fuentes de ingresos.
La innovación artística ha sido la madre de la invención empresarial.
Esta combinación ha proporcionado un flujo constante de nuevas ideas para el resto de la industria, no solo en la forma de nuevas músicas, nuevos artistas y géneros, sino también en forma de nuevos enfoques para la comercialización y distribución.
El valor cultural del sector independiente y su valor económico están estrechamente entrelazados.
Fuente: «Worldwide Independent Market Report. The Global Economic and cultural contribution of independent music», Bilton, C., Mulligan, M., WIN, 2016.
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