Este trabajo trata de explicar los acontecimientos que han conmocionado a la industria discográfica en los últimos años y que han desencadenado todo el proceso que se está desarrollando ahora con gran intensidad.
Todo empieza con una serie de querellas presentadas por las discográficas, representadas por la RIAA –Recording Industry Association of America- que gestiona los derechos de autor en Estados Unidos, contra los MSPs –Proveedores de Servicios Musicales en Internet. Éstos son denunciados por delitos contra la propiedad intelectual y los derechos de reproducción mecánica, que ostentan las discográficas sobre cualquier obra musical editada.
Estos MSPs eran, en principio, organizaciones –como MP3.com- que ponían a disposición pública temas musicales, almacenados en sus servidores, que se podían descargar -a través de Internet a los ordenadores particulares.
Una vez almacenados para reproducir, a través de utilidades instaladas en el ordenador y grabar un CD o cargarlas en un reproductor multimedia.
El formato utilizado es el MP3 que emplea ciertos algoritmos –basados en codificación perceptiva- para reducir el espacio que ocupa el fichero, acelerar la transferencia y reducir el espacio necesario para su almacenamiento.1
Pronto aparecieron particulares que ponen a disposición de los internautas algunas aplicaciones –como el conocido, criticado por unos, amado por otros, acosado y finalmente clausurado Napster- que permite comunicar entre sí ciertos directorios de los discos duros de los ordenadores donde se almacenan las grabaciones musicales. De este modo, vía FTP –protocolo de transferencia de ficheros- los archivos se copian y viajan de una localización a otra -con un coste casi nulo- y el supuesto perjuicio para los titulares de los derechos de autor de la obra musical.
Estas demandas no prosperan en los tribunales, normalmente por lagunas en la legislación o diferencias entre la ley norteamericana basada en el DMCA -Digital Millennium Copyright Act- y las leyes europeas, en proceso de normalización y homologación entre los distintos países de la Unión Europea. La LSSICE -Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico- en España- está siendo discutida en el parlamento español.
Las discográficas, entonces, adquieren los proveedores de música en Internet para aprovechar el modelo de negocio y, al mismo tiempo, eliminar la competencia.
Presiones políticas y nuevas interpretaciones de las mismas leyes están consiguiendo, no obstante, cerrar algunos MSPs.
A continuación –en unos casos y, simultáneamente, en otros- se producen acuerdos multimillonarios entre grandes compañías discográficas que acaparan cerca del 80 % del mercado musical mundial. Algunas de éstas son desautorizadas por el tribunal de la competencia de la UE, otras siguen adelante llevando a cabo ciertas prácticas especulativas de dudosa legalidad –como pactar entre ellas el precio de los discos.3
De hecho, las discográficas están siendo –también- investigadas por la Comisión de Cultura de la Unión Europea y la FTC –Federal Trade Comission, Comisión Federal de Comercio- en Estados Unidos. Por cierto, en 2003, volverán a ser investigadas por el mismo motivo4. Resulta, cuando menos, curioso que estas discográficas pretendan regular el mercado discográfico con la honestidad como estandarte…
Es interesante comentar, a este respecto, que los procesos de concentración ya habían comenzado en la década de los noventa con fusiones de la envergadura de la que se produjo entre el grupo Time y la productora cinematográfica Warner Bros.
Culminará con la adquisición por parte del operador de Internet America Online, formando AOL – Time Warner…
O la adquisición en 1998 de la discográfica Polygram por parte de la compañía Universal, propietaria, entre otros, de los estudios cinematográficos Universal…
Desde el origen del Universo hasta la gestación de un embrión humano, el sonido siempre ha estado presente. Desde la Gran Explosión hasta los latidos del corazón de la madre, la vida está irremisiblemente unida al sonido, desde el instinto de supervivencia hasta el placer de escuchar una sinfonía. La música (forma organizada de una sucesión de sonidos, por definición, agradable) es una de las artes más nobles y una de las aficiones más extendidas en todo el planeta Tierra.
Vinculada a ritos mágicos, protagonista o invitada en innumerables actos sociales y capaz de despertar todo tipo de emociones, la música ha sido una de las más fascinantes expresiones artísticas de la libertad y la imaginación.
Sin embargo, últimamente, parece estar sujeta a todo tipo de presiones, especulaciones y de afán de control por parte de las multinacionales. Las mismas multinacionales que limitan la creatividad de músicos y artistas decidiendo qué se produce y qué no, están intentando controlar la distribución a través de Internet. Y lo están consiguiendo…
Por otro lado, algunas discográficas –las del grupo EMI, en concreto- están ensayando la distribución a través de Internet de música a precios mucho más asequibles de lo corriente; mientras los sitios de distribución “pirata” siguen proliferando y los usuarios se preguntan en qué acabará todo esto.
Ciertos sectores de la política internacional presionan para regularizar el control de las comunicaciones en Internet, en un intento de intervenir todo tipo de tráfico a través de La Red que un día supuso un medio libre de la especulación política, de libre acceso: un nuevo medio de comunicación y expresión al alcance de todos.
El objetivo de este estudio es, en esencia, describir el desarrollo de la concentración empresarial en el ámbito de la industria discográfica mientras se hace referencia a las distintas denuncias por parte de la RIAA y a los variopintos arreglos a los que la industria llegó en cada caso –unas veces con la RIAA y otros con los MSPs.
De este modo, el lector puede irse formando una idea clara del proceso en el que la posición dominante de determinadas empresas discográficas ha conseguido ir eliminando la competencia y repitiendo el modelo de negocio, en principio exclusivo de los proveedores de música en Internet, sin tener que retribuir a los verdaderos creadores del software que permitirá el intercambio de música a través de La Red.
Para que los hechos hablen por sí mismos, se recoge la evolución de los acontecimientos en las empresas discográficas a través de artículos aparecidos en distintos medios electrónicos de manera que se deje al lector sacar sus propias
conclusiones.
Este estudio pretende ser una introducción a un proceso tan actual como es el de la concentración empresarial de las compañías discográficas a la vez que una aproximación al fenómeno de Internet como vehículo de intercambio de cultura, rentable para unos –los fabricantes de productos culturales- y asequible para otros –los consumidores, a quienes personalmente prefiero llamar aficionados. La perspectiva incluye, esencialmente, una descripción de estas empresas discográficas, la absorción de los distribuidores de música a través de Internet –los MSPs- por parte de las primeras y su influencia en el mercado discográfico.
En un sentido más amplio, siempre en el sector de la industria cultural, basta con repasar los intentos de las editoriales tradicionales, las productoras de vídeo y, por supuesto, las discográficas de crear un sistema “seguro” de distribución de contenidos a través de Internet. El futuro de la cultura –sin lugar a dudas- pasa irremisiblemente por La Red y en lugar de reprimir la tendencia, lo que hay que hacer es crear sistemas de seguridad que protejan las obras sin perjudicar ni al autor ni al usuario.
La constante evolución de los medios vinculados a la electrónica y las comunicaciones requiere un proceso de seguimiento constante. En concreto, los avances tecnológicos que están afectando a la disponibilidad de productos culturales en La Red.
Tales son: el incremento exponencial en la disponibilidad de acceso a Internet en los hogares, el paulatino aumento del ancho de banda en las comunicaciones a un coste cada vez más reducido, la evolución de los algoritmos de compresión de audio y vídeo y, por supuesto, la demanda -cada vez mayor- de cultura y entretenimiento más diversos por parte de las personas.
Todos estos factores requieren de un profundo análisis que no termina con la redacción de este estudio. Las oportunidades que la tecnología brinda a la humanidad no están exentas de riesgo que, en nuestro caso, van desde la perdida de privacidad por tener que exponer ciertos datos sensibles en un medio que puede ser accedido indiscriminadamente con intenciones maliciosas, hasta la posibilidad de traficar con productos culturales sin retribuir a los autores.
No obstante, este problema -el de los usos irregulares de un medio- es inherente a toda nueva tecnología y la solución no es, solamente, endurecer la legislación. La información, la tolerancia y, sobre todo, el respeto a los creadores debe ser el pilar que sustente el acuerdo entre industria, arte, tecnología y público.
Sin embargo, el concepto de acceso a la cultura hay que contemplarlo a corto plazo siendo consciente de que los cambios –que son muy rápidos- también son necesarios. La cuestión radica en plantear innovaciones tecnológicas beneficiosas para todos.
No está siendo fácil desarrollar el estudio por la cantidad de factores que operan sobre él. El inmenso flujo de información vertida acerca del proceso de concentración de las discográficas, todas las opiniones sobre el intercambio de ficheros musicales en La Red, aparte de todas las discusiones que están generando los soportes digitales regrabables crean grandes dificultades de gestión de toda la información que generan.
La discográficas no ofrecen números reales en cuanto a costes de producción, edición de los soportes, gastos de distribución y promoción de los discos. Sólo han ofrecidos números en los que se comparan ingresos reducidos con respecto a años anteriores. Las discográficas hablan poco o nada de la recesión económica –señalada por los especialistas como una consecuencia de los atentados del once de septiembre en Nueva York- ni de los elevados precios de los discos compactos, ni de los estrictos contratos que ofrecen a los músicos…
Mientras son, cada vez más, las plataformas y asociaciones –al margen de la explotación de los recursos culturales- quienes denuncian este trato contraproducente tanto para la música y la industria como para los artistas y los aficionados (consumidores), en el otro extremo.
Las Principales Compañías Discográficas
a) Bertelsmann Music Group
La multinacional alemana –Bertelsmann Entertainment Group, de la cual es filial el Bertelsmann Music Group- fue la primera en prestar atención al fenómeno Internet.
Tras su fusión estratégica con el gigante de contenidos AOL Time Warner años atrás, en octubre de 2000, Napster –la conocida y controvertida aplicación de intercambio de música entre particulares en formato MP3. La operación tiene un coste de unos cien millones de dólares (109 millones de euros).
Por supuesto, esta adquisición se lleva a cabo una vez que las querellas contra este proveedor de servicios musicales en Internet no prosperan en los tribunales.
Y, curiosamente, ha ido realizando ciertas operaciones financieras y reestructuraciones de altos cargos dentro de la empresa para ir reduciendo el peso específico de Napster dentro de la compañía y adquirir todos los derechos sobre la aplicación.
Consiguen la dimisión de su creador Shawn Fanning y de su presidente ejecutivo Konrad Hilbers, que fue nombrado por Bertelsmann para sustituir al primer presidente de Napster, antes de la absorción, Hank Barry. Recientemente, la compañía les ha vuelto a readmitir. El proceso sigue aún de actualidad. Lo analizaremos detalladamente.
Mientras tanto, ha creado una aplicación alternativa a Napster, conocida como Snoopstar y ha constituido una plataforma legal de distribución en Internet: BeMusic. Junto a AOL – Time Warner ha creado la plataforma Musicnet que utiliza los servicios de los proveedores RealNetworks y America Online lo que le ha permitido hacerse con los millones de clientes potenciales de este último. Cuenta, también, con el operador de Internet Lycos, lo que le confiere una promoción muy extensa sin apenas gasto.
En junio de 2001 empleaba a más de 9500 personas y contaba con unos ingresos de 3993’76 millones de euros.
En España hay negociaciones para participar con Telefónica y el BBVA, que se materializan en noviembre de 2000.5
BMG es la discográfica que lleva a artistas de la talla de Aretha Franklin, Carlos Santana, Vaya con Dios o Tony Braxton. En España distribuye a Cristina Aguilera, Valeria Rossi y a Niña Pastori. En 2002, además, presenta a la cantante Rosa al festival de Eurovisión…
Evolución
Bertelsmann Music Group posee más de doscientos sellos en cuarenta y cinco países. Entre ellos se encuentran los legendarios Arista –que distribuye a Carlos Santana y Patti Smith, entre otros; Ariola, que graba a gente como Estopa o Victor Manuel en España, RCA con artistas como The Silencers o Island Records, que graba a U2.
Después de participar en la demanda interpuesta por la RIAA contra Napster, decide retirase y entrar en negociaciones con el proveedor, a través de BeCG – Bertelsmann eCommerce Group, la división de comercio electrónico de Bertelsmann. El acuerdo se ratifica el 31 de octubre de 2000.6
Durante este tiempo, la presidenta ejecutiva, Eileen Richardson, sostiene la idea de que no hay que pagar a las discográficas porque unos usuarios intercambien música a través de la aplicación 7. Inmediatamente, sería sustituida por Hank Barry
El 24 de julio de 2000 Bertelsmann retira al presidente ejecutivo de Napster, Hank Barry, y lo sustituye por el veterano Konrad Hilbers, hasta entonces vicepresidente ejecutivo de BMG Entertainment, la división musical de Bertelsmann.a
Una de las medidas que toma el nuevo presidente Hilbers, mientras se trabaja en un sistema de filtrado para las canciones cuya licencia no se posee, es el despido del quince por ciento de la plantillab en octubre de 2000 y al treinta por ciento, unos meses después –en abril de 2001.c
El 11 de julio de 2001 Napster es clausurado oficialmented aunque sus directivos y la plantilla siguen trabajando en la aplicación.
Toda esta operación se lleva a cabo al tiempo que una reducción en el presupuesto destinado a operaciones en Internet, mientras concentra sus esfuerzos financieros en arreglar cuentas con las discográficas: veintiséis millones de dólares (28.340.000 euros) en concepto de pago de derechos de autor -con efectos retroactivos- por la música distribuida a través de Napster.e
El día 30 de este mismo mes de abril, el presidente ejecutivo Konrad Hilbers y el creador de Napster, Shawn Fanning, presentan su dimisión. A los setenta empleados que quedan se les ofrece marcharse con una indemnización o tomarse “una semana de vacaciones sin sueldo” mientras esperan a que se resuelva la situación, si alguien decide hacerse cargo del desarrollo de la aplicación cumpliendo los requerimientos de la industria discográfica.f
Napster recibe de Bertelsmann una inyección de 85 millones de dólares (92,65 millones de euros) que permita desarrollar el tan ansiado sistema de seguridad – screening- que permita eliminar de sus servidores canciones protegidas por los derechos de autor de las discográficas y congraciarse con la RIAA.g
El tres de junio de este año 2002, Napster se declara en bancarrota para no hacer frente a las indemnizaciones que la industria discográfica le exige –cien millones de dólares (109 millones de euros)- acogiéndose a la protección del capítulo 11 del Código de Bancarrota de los Estados Unidos de América, ante el Tribunal de Quiebras de Delaware.h
Ochenta millones de usuarios han quedado sin servicio de intercambio de ficheros musicales sin que ni siquiera se les propusiera pagar las reducidas cuotas por descarga que Bertelsmann planteó al principio de la operación. Algo que fue rechazado por la RIAA, a pesar de suponer un avance en la venta de música On Line: de 2.95 a 4.95 dólares (de 3’21 a 5’50 euros) al mes por el servicio Básico y de 5.95 a 9.95 (de 6’50 a 10’84 euros) por un servicio Premium.i
La RIAA reclamaba mil millones de dólares (1090 millones de euros) en concepto de indemnización por derechos de autor de obras distribuidas por Napster sin el consentimiento de aquellos.
La RIAA, no obstante, no pudo demostrar que poseía los derechos de autor de todas las canciones que, en un principio, manifestó.j
No se puede, en cualquier caso, dejar de comentar como las distintas sentencias que han culminado con el cierre de Napster –aplicación pionera en el intercambio deficheros musicales- han estado plagadas de irregularidades.k
b) Warner Music Group
Ocupa el puesto número cinco en la clasificación mundial de sellos discográficos y forma parte del primer conglomerado cultural y de ocio del mundo AOL Time Warner.
Primero, fue la fusión entre la editorial de prestigiosa publicación Time con el gigante de contenidos audiovisuales Warner Bros, para formar Time Warner. A continuación, America Online (AOL) –la compañía del visionario Steve Case- adquiere Time Warner, en una operación financiera sin precedentes, lo que le permite añadir a sus veintidós millones de clientes la quinta empresa discográfica, en volumen de negocio, en el ámbito internacional. Además, por supuesto, de los cincuenta millones de usuarios del IRC –Canal de Chat (Charlas interactivas entre usuarios de Internet) y de las aplicaciones de mensajería instantánea.
Con esta fusión se ha creado el grupo de entretenimiento más importante del mundo cuya división musical –Warner Music Group- es una de las discográficas con más “gancho”.
Una división de WMG es WEA, que distribuye a los inmortales Blues Brothers Band, a la controvertida Madonna y productos nacionales e hispanoamericanos de alta calidad como Alejandro Sanz y Maná y a los rockeros Platero y Tú y La Fuga, entre otros, a través de discos Dro.
Detalles de la operación
La fusión entre el operador de Internet America Online y el conglomerado Time Warner, valorada en 57 billones de pesetas (unos 343.000 millones de euros), aparece en los medios de comunicación el 10 de enero del año 2000.7 Entre las empresas de Time Warner, encontramos las compañías de la editorial Time, de Henry Luce: AOLTW Books; compañías de producción audiovisual como Time Warner Cable, Turner Broadcasting y Warner Bros así como el sello discográfico WMG –Warner Music Group.
La operación, llevada a cabo brillantemente por Steve Case –presidente de AOLconsigue reunir la infraestructura de comunicaciones de un avanzado proveedor de servicios en Internet con la experiencia en el terreno editorial de Time Inc y el operador de cable Time Warner Cable, con el gancho de la producción audiovisual y musical de Warner Bros, New Line Cinema y el Warner Music Group, la división discográfica.
Otro de los impulsos esenciales de esta fusión, en el ámbito de las comunicaciones, es la infraestructura que ya posee la división de cable de Time Warner.
Alcanza a la quinta parte de la población estadounidense con redes de banda ancha, lo que le va a facilitar la distribución bajo demanda de contenidos multimedia de alta calidad sin que suponga, en principio, ninguna nueva inversión en este terreno.8
Participa junto a Bertelsmann de la plataforma de descargas por suscripción Musicnet9 que, de momento, no facilita información sobre la marcha de las altas en el servicio. El proveedor de servicios de Internet -ISP10- para la empresa es el reputado Real Networks, creador, entre otras de las aplicaciones de streaming – difusión, a través de Internet, de música y sonido en tiempo real- Real Player y, la versión reproductor Real Jukebox.
Una de las operaciones que le destaca y, personalmente, creo que le honra, es lacompra de Nullsoft a Justin Frankel11 y Tom Pepper -al frente del desarrollo y mantenimiento de WinAmp, una de las aplicaciones para reproducción de ficheros musicales –en formato MP3 y otros- más populares y versátiles del momento. En este punto, debo señalar que si bien esta aplicación comenzó distribuyendo como Trailware –una forma de Shareware, software compartido, cuyos costes se reparten entre el diseñador y los usuarios, una vez que el programa se ha probado de forma gratuita durante un tiempo determinado. Las últimas versiones de Winamp12 se han distribuido de forma gratuita -Freeware- a través de La Red.
Una interesante manera de contribuir a la difusión y al disfrute de la música. Desfortunadamente, otras aplicaciones que Frankel y Pepper distribuyeron empleando los servidores de AOL les costará conflictos con la empresa. Una de estas aplicaciones es el conocido GNUtella13 cuyas primeras vesiones fueron -sin conocimiento de la dirección de AOL-TW- distribuidas desde las páginas web de la firma. Varias presiones contra estos programadores conducen a la dimisión de Frankel el 22 de enero 2004.
c) EMI Recorded Music
Es el sello discográfico más codiciado, filial de The EMI Group. Con una gran tradición artística cuyo origen se remonta a 1897 y con el mejor catálogo de fondo, incluye los lanzamientos de Virgin, entre otros. Se ha visto envuelta en varios intentos de absorción, tanto por parte de Bertelsmann –en primer lugar- como por parte de Sony- Universal, algo después. Ambos intentos de fusión fueron desautorizados por el Tribunal de Defensa de la Competencia, en Bruselas. Lunes, 24 de enero de 2000. EMI y Warner estudian crear la primera discográfica del mundo, pero la operación es desautorizada. En mayo de 2001, repitiendo sus reticencias y recelos sobre posibles desequilibrios en el panorama musical mundial, las trabas impuestas por la Comisión Europea a la fusión de EMI y BMG, echan atrás el proceso.14
Los acuerdos a los que ha llegado, finalmente, para distribuir su música por Internet con los conocidos proveedores Gnutella y Liquid Audio están fuera de toda sospecha de irregularidad.
La tercera discográfica del mundo, cuenta con unos mil quinientos artistas y emplea a más de diez mil personas en cuarenta y cinco países. Administra más de un millón de Copyright y obtuvo, en las cuentas de marzo de 2001 unos ingresos de más de 2500 millones de libras (3950 millones de euros). EMI crea el primer sistema de distribución legal de sus temas, a través de La Red:Streamwaves.
En su catálogo, aparte de los discos de los Beatles y los Rolling Stones, se encuentran cantantes y grupos como Luz Casal y Placido Domingo, así como Pink Floyd y Supertramp. A través de Virgin encontramos a Jarabe de Palo, Gary Moore y Mick Jagger, entre otros muchos.
Últimamente, se ha visto obligada a reducir plantilla como consecuencia de malos resultados en las cuentas anuales del pasado ejercicio, donde los dos últimos trimestres del año arrojaron un saldo inquietante para la compañía.
Es una forma más inteligente para salvaguardar la industria que los nuevossistemas de protección anti-copia incluidos en los CDs originales, como son Key2Audio, SafeAudio y Cactus Data Shield16. Estos nuevos sistemas, de hecho, ya han producido reacciones adversas que señalan la imposibilidad de transportar a otros soportes e, incluso, que producen fallos en los ordenadores en los que se reproducen y causan errores en los sistemas operativos.17
EMI, además, participa con licencias concretas en Musicnet y Pressplay.
d) Universal Music Group
Es la división musical del grupo Vivendi-Universal que nace, oficialmente, el 20 de junio de 2000 cuando el CSA –la autoridad audiovisual francesa- da el visto bueno a la fusión entre Vivendi y Universal. A Vivendi pertenecen el emporio canadiense de bebidas alcohólicas Seagram y Canal Plus, además de los estudios cinematográficos Universal y el Universal Music Group, tras la fusión.18
Se trata de hacer frente a la unión entre Bertelsmann y AOL Time Warner, al tiempo que adquiere también una plataforma de distribución –bajo licencia- en Internet.
Se trata de MP3.com una empresa de gran prestigio que también se vio envuelta –de hecho, en primer lugar- en las querellas interpuestas por la RIAA.
Adquiere MP3.com por 372 millones de dólares (405 millones de euros) en mayo de 2001 para hacer frente a la alianza Bertelsmann-Napster que se había producido escasos meses atrás.
La RIAA, les reclamaba en agosto de 2001 ciento sesenta millones de dólares (174’4 millones de euros) para hacer frente a las infracciones contra los derechos de autor, por distribuir música a través de La Red, sin las autorizaciones pertinentes.19
Sin embargo, parecía muy difícil denunciar una tecnología como la de MP3, avalada por el Instituto Fraunhofer y Thomson Multimedia, un prestigioso laboratorio de investigación tecnológica en Alemania y un poderoso fabricante de equipos para electrónica de consumo, respectivamente.
En mayo de 2000 crea Pressplay junto a Sony Music, para distribuir sus catálogos a través de Internet.20
En la actualidad, es el segundo grupo de comunicación mundial, inmediatamente detrás de AOL Time Warner. Emplea a 86.000 personas -y en el 2001 obtuvo unos beneficios de 6.560 millones de Euros.21
En el catálogo de Vivendi aparecen artistas de la talla de U2, Mark Knopfler, Diana Krall, Sheryl Crow o Elton John, junto artistas nacionales como Isabel Pantoja, Ismael Serrano o Ketama y, a través de ECM – Polygram, Pat Metheny.19
Otros sellos del grupo son: Barclay, Decca, Deutsche Grammophon, Interscope Geffen A&M, Island Def Jam Music Group, MCA Records, MCA Nashville, Mercury Nashville, Motor Music, Motown Record Company, Philips, Polydor, Universal Records y Verve Music Group.
Gestiona, además, cuatro sitios proveedores de música en Internet www.MP3.com, www.Emusic.com, www.GetMusic.com, www.InsideSessions.com y la edición electrónica de la revista Rolling Stone. El proceso de concentración continúa mediante un acuerdo en 2003 con la norteameticana General Electric.*
Este 2003 lleva la distribución de David Bisbal (producido por Vale Music), artista revelación en Los Grammy Latinos.
e) Sony Music
Sony Music, tal y como hoy la conocemos, ha pasado por innumerables transformaciones, desde que se creara a partir de la compañía Sony Electronics – división de Sony Corporation- fabricante de prestigiosos equipos electrónicos desde el ámbito profesional al doméstico en todas sus gamas. Hagamos un poco de historia.
En 1934, Columbia y Okeh son adquiridos por ARC-BRC (American Record Company – Brunswick Record Company). En 1938, William Paley, presidente de Columbia Broadcasting System (CBS) compra ARC-BRC.
En 1953 CBS crea un nuevo sello: Epic Records que llevará, en los noventa, en España, a grupos con mucha acogida, como Melón Diesel o Los Fabulosos Cadillacs. En 1968, CBS se une a Sony Corporation formando CBS/Sony con el propósito de extender su influencia al mercado doméstico de Japón, Macao y Hong Kong. En 1978, las ventas internacionales alcanzan los mil doscientos millones de dólares (1308 millones de euros).
En enero de 1988, Sony Corporation adquiere CBS Records Group, y se forma Sony Music Entertainment Inc, conocida coloquialmente como Sony Music.
En enero de 1994, a la vista del éxito mundial y el crecimiento de la empresa, Sony Music Entertainment se reorganiza formando cuatro sellos discográficos: Epic Records Group, Columbia Records Group, Relativity Entertainment Group y Sony Classical.22
Participa, junto a Vivendi-Universal del sitio Pressplay y ofrece su catálogo a través del portal Yahoo.
En España, el Grupo Prisa, está asociado con Sony Music a través de Gran Vía Musical y su sello Muxxic, desde junio de 2001.23
Cronología
Primero se asocia con Vivendi-Universal para distribuir música a través de Internet creando el sitio Duet24 que no ha tenido mucho éxito. En la actualidad es un sitio de servicios audiovisuales múltiples…
Sin embargo, la creación de Pressplay –en la que participan Sony, Vivendi- Universal, MP3.com, el portal Yahoo y MSN, Microsoft Network- la está consolidando como una firma con gran entidad dentro de la industria discográfica, en el ámbito de los Proveedores de Servicios Musicales.25
Ya en el año 2000 algunos artistas de MP3.com grababan en Sony Music Studios –como John Gray y su tema “Smile” un excelente Rhythm & Blues- lo que explica las buenas relaciones entre compañía discográfica y MSP, a pesar de todos los problemas judiciales en los que estaban envueltos discográficas y MSPs.26
En concreto, aparte de las fusiones con las compañías de acceso a Internet, el catálogo de Sony Music ya, en principio, exhibe autores de gran talla. Cuenta con artistas como Julio Iglesias, Jennifer López y Bruce Springsteen, entre otros muchos.
Recapitulación
En nuestra opinión, la tendencia a la concentración empresarial va a limitar la disponibilidad de contenidos –en este caso, musicales- en favor, simplemente, de la rentabilidad económica.
Por otro lado, la proliferación de sistemas de intercambio de música entre particulares puede hacer peligrar la supervivencia de los músicos que no obtienen ninguna compensación por su trabajo.
Sin embargo, algunos expertos –como la firma de estudios sobre Internet Jupiter Media Metrix- señalan que hay mucho más peligro en la piratería tradicional que emplea la venta en las calles para distribuir las copias íntegras de los discos compactos originales.
Otros medios, simplemente, señalan, por ejemplo, el ascenso en las ventas de CDs durante el verano de 2002.27
Es interesante, para suavizar posturas ante el fenómeno, conocer –entre otros- un estudio realizado en abril de 2000 por Soundscan –empresa dedicada al seguimiento de los distintos fenómenos de la comunicación. En él se cita como las ventas de discos han
subido un ocho por ciento en el primer trimestre de ese año, a pesar de que los sistemas de intercambio de ficheros musicales llevan algo más de un año funcionando.28 Debe quedar claro que las discográficas están también siendo investigadas por los mismo tribunales que defendieron sus derechos ante los MSPs. Esta investigación tiene lugar para dilucidar si las principales discográfica están queriendo consolidar un control monopolístico del mercado musical. 29
Mientras tanto, en España por ejemplo, se producen varios esfuerzos legales destinados a controlar el tráfico en La Red30 que ya han tenido que ser rectificados por el gobierno 31. Este impulso de controlar las comunicaciones a través de Internet está promovido por la Unión Europea a través nuevas directivas32 que obligan, por ejemplo a los ISPs –Proveedores de Servicios en Internet- a guardar durante un año datos sobre los usos de Internet de sus abonados.
La solución es más educativa que represiva ya que los medios tecnológicos siempre van por delante de la legislación. Por otro lado, ya se ha señalado alguna vez la culpabilidad de las discográficas en la piratería, dados los elevados precios de venta al público de los CDs.33
Al mismo tiempo, aparte de los problemas relacionados con Copyright y nuevos medios, aparecen respuestas profesionales de parte de los músicos, productores, consumidores y otras asociaciones relacionadas con el excesivo control perseguido por las discográficas.
Por ejemplo, la FMC –Future of Music Coalition, Coalición por el Futuro de la Música- que, recientemente edita un artículo titulado “Crítica a las Cláusulas de los Contratos de las Discográficas” se tratan varios aspectos que “obligan” a los músicos a replantearse las actuales condiciones contractuales con sus respectivos sellos. Se comentan asuntos como que ciertas cláusulas obligan a los creadores a ceder la autoría de los temas musicales a las discográficas; que los royalties –compensaciones por derechos de autor- servirán para pagar gastos de producción hasta que estos se recuperen. También, se limita el porcentaje percibido por la venta del disco, dependiendo del número de canciones que incluya… En general, cláusulas “incómodas” que los músicos deben aceptar si quieren grabar sus discos con los “grandes de la industria.” 34
Ya todos saben que los sistemas de intercambio de ficheros musicales, con servidores no centralizados o las aplicaciones de Mensajería Instantánea35 están proliferando y es más difícil actuar sobre ellos para clausurarlos y cada vez hay más opciones36. Éstas, surgen a partir de la práctica de la ingeniería inversa –que consiste en encontrar el código máquina de una aplicación, a partir de su interfaz de usuario y su funcionalidad. Grosso Modo.
El impacto que Internet tiene en la vida contemporánea y sus posibilidades como unuevo medio de comunicación al alcance de todos despierta muchos recelos en todos los estamentos desde la industria, la cultura y, por supuesto, en los políticos que se apresuran a hacerse con su control.
Con todo, siguen apareciendo sistemas destinados a compartir información a través de Internet que puedan mantenerse al margen de opciones políticas o comerciales –ya se imaginan todos los intereses poco éticos que acechan a Internet. Por ejemplo, el proyecto de Ian Clarke, Freenet que consiste, como explica la página principal, en un Sistema Distribuido y Descentralizado de Almacenamiento y Recuperación de Información. Es una red, dentro de Internet, cuyas comunicaciones están encriptadas, de modo que sólo puedan ser compartidas por usuarios registrados y es de difícil acceso desde el exterior permitiendo al usuario mantener la privacidad.
O la iniciativa para compartir y mejorar programas con las aportaciones de usuarios y programadores a través de plataformas como Free Software Project.37
Tranquiliza, en todo este asunto, conocer que hay algunos artistas que también están defendiendo la bajada del precio de los discos y que el 11 de junio de 2002 participaron, junto a otros muchos profesionales de la industria discográfica, del Día Sin Música.38
En su momento, hubo ciertos apoyos de los músicos a plataformas evolucionadas de distribución de música por Internet.39
Porque, en definitiva, lo importante es la música y, en la actualidad, la tecnología brinda oportunidades para hacer de la cultura un bien extendido, respetado y disfrutado por todos. Y, en términos generales, a los verdaderos aficionados a la música la piratería no nos interesa pero creemos que las oportunidades que brinda la tecnología hay que aprovecharlas a favor del conocimiento, el arte y el entretenimiento.
Los medios y las técnicas de producción han cambiado y también lo han hecho los hábitos de consumo cultural y de ocio. Hay ciertos costes que se han visto enormemente reducidos lo que la industria discográfica debe aprovechar para replantearse sus modelos pensando más en la cultura como servicio que como negocio.
En el momento de cerrar este estudio, aparece una noticia en RollingStone.com donde señala que las discográficas empiezan a bajar los precios40 para hacer los CDs más asequibles al público. Algo que no ha sido ningún acto de generosidad si no una respuesta al descenso en las ventas motivado por el rechazo que su política monopolística produce en los verdaderos aficionados a la música. Un gran paso adelante que esperemos que culmine en una dinamización de la industria, con el apoyo a los músicos independientes y un aumento de la oferta musical.
Epílogo
A la fecha de cierre de esta tesis, ha habido muchos cambios en la organización de las empresas mencionadas. Reestructuración de los cuadros directivos (junto a algunos despidos y procesos judiciales contra gerentes), cambio de nombre de empresas, así como nuevos acuerdos entre proveedores de acceso, MSPs y discográficas (y productoras de contenidos audiovisuales) en distintos movimientos de concentración de los conglomerados culturales.
Imposible predecir el comportamiento en el ámbito empresarial ya que, además de los intereses cambiantes en la industria, algunas leyes antimonopolio están quebrando ciertos intentos de fusión. No obstante, los próximos años serán decisivos en el definición del mercado cultural que, definitivamente, está tomando rumbo a la distribución electrónica de contenidos. Cuestiones cómo disponibilidad de catálogos, seguridad en los pagos y privacidad en las comunicaciones o formatos compatibles entre distintas aplicaciones y hardware reproductor propietario, están aún por resolver.
Mientras tanto, cada vez es más frecuente el tener acceso a alguna noticia relacionada con la fusión entre discográficas y de éstas con proveedores de acceso a Internet, así como de todo tipo de demandas presentadas entre proveedores de aplicaciones de audio y grandes monopolios de la industria, por ejemplo, informática.41
Al final, esta concentración empresarial va a producir una limitada oferta musical (y, por extensión, cultural) cuyo dominio pertenece a unos pocos oligopolios de gran poder económico y cuyos intereses se alejan de la difusión cultural, tal y como la entiende este trabajo: circulación de todo tipo de contenidos y accesible por todo tipo de personas, independientemente de su estatus económico, formación o posicionamiento ideológico.
La última noticia a este respecto se refiere a la fusión entre Bertelsmann y Sony42, para formar Sony-BMG, la primera asociada con Warner43 y la segunda con Universal.44 Parecen quedar pocas opciones al mercado independiente.
Por su lado, Apple Computers Inc, se encuentra en negociaciones para adquirir la división musical de Vivendi-Universal, el Universal Music Group.45 Es curioso, pero en 2004 se admiten las fusiones que fueron desautorizadas en 2001, del estilo de la que propuso Bertelsmann a EMI46. Parece que los tribunales actúan siguiendo extraños códigos…
Y, a propósito de Bertelsmann, en junio de 2004 es denunciado por Universal Music Group, acerca de su gestión al frente de Napster47, en 2001. En 2006, la Comisión Europea desautoriza la fusión Sony-BMG y cuestiona la fusión EMI-Warner.
Otra conexión que detectamos profundizando en los acuerdos de la industria del entretenimiento y la de la electrónica, se refiere a la que se produce con el equilibrio entre proveedores de contenidos y fabricantes de equipos de grabación y reproducción digitales.
Si Universal trabaja con Sony, principal fabricante de mecánicas de transporte para CD y de discos compactos regrabables, el otro poderoso fabricante, Philips, está asociado con AOL – Time Warner48, la otra fuerza del entretenimiento internacional.
Si, al final, las tecnológicas se hacen cargo de las discográficas no se puede saber que orientación ni que cobertura darán a los géneros musicales menos comerciales. O, tal vez, sea buen plan… si creemos que las Tecnológicas no imprimen ningún carácter ideológico a su producción artística y sólo se limitan a aprovechar el bajo coste de la producción y distribución electrónicas para aumentar la oferta musical…
(Fuente: San Gil, G., «El impacto de internet en la industria discográfica v2.1)
Referencias:
1 Una introducción a todos estos detalles técnicos, así como direcciones para ampliar información, se pueden encontrar en el Capítulo 7.
2 Esta ley fue aprobada el 12 de octubre de 2002. Ver 2.1.f.
3 www.baquia.com/: “Las discográficas, condenadas por incrementar artificialmente el precio de
los discos”. Redacción de Baquía. 01/10/2002.
4 www.theregister.co.uk/: “Labels charged with price-fixing – again”. Ashlee Vance in Chicago.
29/07/2003.
5 www.expansiondirecto.com/: “BBVA se incorporará a la alianza entre Terra y Logista.
- Montalvo. Madrid. 31/3/2000.
6 www.dealinfo.com/ BeCG-Napster 21/10/00
7 www.wired.com/news/: “Napster new tune: Pay labels”. Brad King. 7/9/01.
a www.wired.com/news/: “Napster: Barry Out, Hilbers In.”. Associated Press. 24/4/2001
b www.wired.com/news/: “The Day the Napster Died”. Brad King. 15/5/02
c www.el-mundo.es/navegante/: “Napster anuncia el despido de casi el 15% de su plantilla”.
Reuters. 24/10/01
d www.el-mundo.es/navegante/: “Napster despide al 30% de su plantilla”. Reuters. 22/2/02
e www.wired.com/news/: “The Day the Napster Died”. Brad King. 15/5/02.
f www.wired.com/news/: “Last rites for Napster”. Brad King. 14/5/02.
g www.wired.com/ “Napster gets help”. Wired News Report. 26/10/01.
h www.BBCMundo.com/ “Napster en bancarrota”. BBC World Service. 3/6/2002.
i Del artículo antes citado de www.BBCMundo.com
j www.wired.com/news/: “Judge: If You Own Music, Prove It”. Brad King. 22/2/2002.
k www.elpais.es/ “Un tribunal de San Francisco considera a Napster culpable de piratería, pero
aplaza su cierre”. Isabel Piquer. 13/2/2001.
7 www.el-mundo.es/: “America Online y Time Warner crean el mayor grupo mundial de
comunicación” Redacción. 10/1/2000.
8 www.ciberpais.elpais.es/ “AOL TIME, el nuevo peso pesado” 20/1/2000.
9 www.idg.es/iworld/: “Musicnet anuncia la puesta en marcha de su servicio en otoño”
17/9/2001.
10 ISP: del inglés Internet Services Provider, Proveedor de Servicios de Internet.
11 en.wikipedia.org/wiki/Justin_Frankel
12 La página de Winamp en Internet: www.winamp.com. Se puede solictar, De Pago, Winamp Pro.
13 Ver 5.2.b.
14 www.iactual.com/: “Bertelsmann y EMI rompen su fusión por las trabas de Bruselas”. César L. Solaz.
IActual. 8/5/2001.
15 Estas equivalencias Euro – Dólar son de junio de 2002. En el mismo mes, en 2003, 1 Dólar =
0’88 Euros… para conocer estas equivalencias al día, ver, por ejemplo, http://www.xe.com/ucc/.
16 club.cdfreaks.com/: “How to recognise and copy/rip protected audio CDs”. Última
actualización el 25/5/2002
17 www.wired.com/news/: “Record Biz Has Burning Question”. Brad King. 14/6/2002.
18 www.idg.es/iworld/: “Nace Vivendi Universal, el segundo grupo de comunicación en el mundo
tras AOL-Time Warner” 20/6/2000
19 www.wired.com/news/: “MP3.com goes Universal”. Brad King. 21/5/2001.
20 www.umusic.com/: “Sony Music Entertainment and Universal Music Group to create joint
venture to develop subscription-based service” 2/5/2000
21 www.vivendiuniversal.com/ Presenting_vu.pdf
* www.5dias.com/: “Vivendi y General Electric cierran el acuerdo por el que crean un nuevo
gigante mediático”. Fuente: VUE/NBC . Agencias / PARÍS 08-10-2003.
22 (N. del A.) Ver www.sonymusiceurope.com/eu/history Interesante artículo sobre la evolución
empresarial y comercial de Sony, en la página principal de Sony Europa
23 www.hipanicprwire.com/: “Grupo Prisa, Sony Music Enertainment, Crescent Moon crean una
nueva marca musical. Contacto: Sony Music Entertainment. Melani Rogers. 15/6/2001.
24 www.duet.com/ Empresa de servicios musicales con el nombre de un proyecto previo del
grupo Universal y Sony Music, que no sale adelante.
25 www.wired.com/news/: “Pressplay Arrives in Music Fog”. Brad King 23/1/2002.
26 (N. del A) Para comprobar este hecho hay que revisar los registros (MP3 Tags) incluidos en
algunos ficheros musicales distribuidos, gratuitamente, por MP3.com en los que se muestra
como autores noveles graban en Sony Music Studios, antes de las querellas interpuestas por la
RIAA y de la absorción por parte de Vivendi Universal.
27 www.wired.com/news/: “Holiday Net Sales Not So Bad” Joanna Glasner. 8/1/2002.
28 www.wired.com/news/: “Despite ‘Piracy,’ CD Sales Up” Brad King. 24/4/2000.
29 www.wired.com/news/: “And Now: Assault on Music Labels”. Brad King. 19/10/2000.
30 www.telepolis.com/:“El PP obligará a los ISPs a guardar los datos de los internáutas”.
Redacción Telepolis. 5/6/2002.
31 www.telepolis.com/: “El PP ‘suaviza’ a última hora su enmienda sobre el ‘espionaje’ en
Internet”. Redacción Telepolis. 14/6/2002.
32 www.telepolis.com/: “Los ISPs europeos se van a convertir en espías del Gobierno”.
Redacción Telepolis. 14/6/2002
33 www.delitosinformaticos.com/ “Distintas posturas en cuanto a la descarga de música por
Internet”. Fuente: Wanadoo.es. 27/05/02.
34 www.futureofmusic.org/: “Major Label Contract Clause Critique”. FMC. 3/10/2001. Ver 6.5.d.1.
35 www.bbc.co.uk/: “Why MP3 piracy is much bigger than Napster” Marc Ward. 13/2/2001.
36 www.ultimateresourcesite.com/: The Ultimate MP3 Resources Site – Programs
37 Free Software Project: salon.com/tech/fsp/index.html
38 www.telepolis.com/: “El 11 de junio , “Día sin música’ contra la piratería” Redacción
Telepolis. 10/6/2002.
39 www.wired.com/news/: “Artists Hope Napster Evolves”. Brad King. 7/3/2001.
40 www.rollingstone.com/: “CDs Getting Cheaper”.Jenny Eliscu. 14/6/2002.
41 www.iblnews.com/: “RealNetworks interpone una demanda antimonopolio contra Microsoft”.
IBL News Agencias. 19/12/2003.
42 www.Audiorevolution.com/ : “Sony Music and BMG To Merge – Warner Music Is Likely Next”.
Redacción. 6/11/2003.
43 Ver 1.1.a
44 Ver 1.1.d
45 www.theregister.co.uk/: “Apple in talks to buy Universal Music Group – report.” Tony Smith.
11/04/2003.
46 Nota Pág 45 de este capítulo. www.iactual.com/: “Bertelsmann y EMI rompen su fusión por las
trabas de Bruselas” 8/5/2001
47 www.cnet.com/: “Case against Napster backers gets green light”. John Borland. 14/7/2004. www.washingtonpost.com/: “Sony BMG deal approval voided; EMI-Warner in doubt”. Jeffrey
Goldfarb y Michele Sinner. Reuters. 13/7/2006.
48 www.finanzas.com/: “Philips y AOL Time Warner se alían para desarrollar nuevas
plataformas de marketing y comercio online’”. Europa Press. 12/07/2001.