Desde el momento en el que la tecnología digital se hizo presente, ha existido un debate en torno a lo analógico y lo digital. Y no está cerca de ser resuelto, pues el punto de la discusión no es encontrar una respuesta definitiva. El placer se encuentra en la propia discusión como tal, al igual que el punto de ser audiófilo no necesariamente es crear la experiencia musical perfecta, sino disfrutar el proceso crear tales sistemas.
Déjanos puntualizar algunas cualidades de escuchar música en vinilo. No estoy tratando de decirte que esta es la única forma de escuchar música y que lo mejor que puedes hacer es comprarte uno de los mejores tocadiscos crosley, pero también creo que si realmente disfrutas de esta actividad, no deberías perderte de la experiencia ofrecida por la tecnología analógica.
Algunas de las principales razones para tener un tocadiscos entran en dos categorías: La primera puede ser descrita como “estilo de vida” dado a que tener un álbum de vinilo y tener el equipo necesario para reproducirlo requiere ciertos tipos de estilos de vida y de escucha; la segunda categoría es una categoría técnica, y te ofrece razones relacionadas a la calidad del sonido como tal.
Claro, vivimos en el siglo 21 y realmente es complicado no escuchar música en un formato digital. Este formato es práctico, y te permite almacenar enormes cantidades de música de forma virtual sin tener que necesitar un espacio físico. Pero el hecho indiscutible aquí es que la digitalización de la música ha cambiado nuestra experiencia musical.
Puedes bajar por las listas de canciones y nunca dedicarte a escuchar una canción por completo, obteniendo sólo la idea básica del sonido, las letras, la instrumentación, etc. Al menos, esta es la primera razón por la cual deberías comprarte un tocadiscos.
Te permite disfrutar de tu música de una manera física. Y claro, también puedes tener control y propiedad de tu música cuando compras un CD, pero con el vinilo, el cual es más grande, también puedes apreciar mucho mejor las obras.
Cuando sostienes un disco, estás sosteniendo una verdadera obra de arte, música e imagen, y puedes llegar a conocer realmente al artista cuando aprecias el álbum como un todo. Un factor importante a tomar en cuenta cuando se trata de esta sensación de ser dueño de un disco es el hecho de estar sosteniendo una pieza histórica en tus manos.
Gracias al estatus histórico de los discos en la historia de la música es imposible no sentirse especial. Además, si dispones de un álbum en vinilo, deberás escuchar toda la obra en su totalidad, sin omitir ninguna de las canciones.
Esta también es una excelente forma de adentrarse en la mente del artista y entender a mayor profundidad el concepto detrás del álbum.
Debes disponer del equipo necesario cuando tienes discos. Esta es otra parte divertida en el debate entre lo analógico y lo digital: Tal y como cualquier otro audiófilo te dirá, es divertido crear tu propio sistema de música, coleccionando los componentes y probando diferentes combinaciones.
Es un hobby costoso, pero también te ofrece mucha satisfacción. La cuestión aquí es la satisfacción de buscar el equipo, no encontrar la combinación perfecta.
Y ahora, el aspecto técnico: Los sonidos análogos son distintos a los digitales. Esta diferencia se hace más notables si creciste escuchando sólo MP3, al punto de encontrarlo interesante y refrescante. El sonido analógico es el sonido natural.
Cuando grabas algo con tecnología analógica, grabas cada aspecto mínimo del sonido. Esta es la razón principal por la cual los audiófilos disfrutan de los tocadiscos. El sonido es mucho más natural y fiel a la música original, y escuchar música en vinilo te llevará lo más cerca posible a ese sonido que se tocó originalmente.
Cuando la música es digitalizada pierde algunos de sus aspectos. La digitalización significa que ciertos sonidos son quitados de la grabación analógica original, pues la parte engañosa aquí es que existe un número limitado de sonidos por segundos disponibles.
Una vez que esos sonidos son eliminados, son convertidos en información digital con cierta precisión. Entonces, dependiendo del formato, puede que pierdas algunos aspectos de la canción que fue digitalizada. Una grabación de CD toma 44.100 sonidos por segundos, y la precisión es de 16 bits.
El MP3 por ejemplo es tan sólo una pequeña muestra de la música que en realidad fue tocada. Aunque claro, existen formatos digitales de alta calidad (como el .flac o el .ape) que te permitirán obtener la mejor representación posible del sonido original. Incluso si tu oído no puede escuchar que ciertos aspectos del sonido fueron eliminados, sigue habiendo una diferencia. Para mí, las canciones digitales nunca podrían reemplazar al suave y cálido sonido del vinilo.
Entonces el punto aquí es: No puedes apreciar por completo la música sin haberla escuchado antes de manera análoga. Compra un tocadiscos y tendrás tu experiencia musical más enriquecida.