Reconozco que no siempre es fácil dar con aquello qué nos hace vibrar, descubrir ese área para la que tienes un especial talento, esa zona de fusión entre tus aptitudes naturales y tus inclinaciones personales.
Quizá sabes perfectamente de lo que estamos hablando, quizá no, o quizá aún no sabes cómo acceder a ella, o hasta dónde podría llevarte…
Todos tenemos un talento especial, aunque los músicos jugáis con ventaja, estoy convencida de ello. Y es que la música permite ser quienes realmente somos, a través de ese maravilloso lenguaje de creación, comunicación y comunión. Llámalo como quieras, duende, alma, ADN, cromosoma… Yo lo llamo la quinta dimensión.
¿Conoces cuál es tu mejor registro, tu potencial, tu elemento? Tratemos de encontrar a tu musa a través de un sencillo proceso en 4 fases:
1º.- Lo entiendo.
Es la capacidad natural que tienes para hacer algo, una percepción, la intuición y comprensión de que algo funciona dentro de ti y de que sabes cómo utilizarlo. Aquí el tiempo se percibe de forma distinta, así que date tiempo para explorarla y conocerla mejor y averiguar a dónde te puede llevar.
2º.- Me encanta.
Es la pasión de tu vida, te entusiasma y sientes un gran placer. No se trata de afición sino de vocación. Es esa convicción profunda de que lo que haces es lo mejor y lo único que puedes hacer. Y la clave es seguir alimentándola para recorrer la distancia que separa a un profesional de un virtuoso, a un pintor de un Picasso.
3º.- Lo quiero.
Es cuestión de actitud, la tuya. Es la perspectiva personal que tienes de ti mismo y de tus circunstancias. Es la manera en que miras la vida y tu disposición ante ella. Volviendo a Picasso “Puede quien cree que puede, y no puede el que cree que no puede. Esta es una ley inexorable.»
4º.- ¿Dónde está?
Esta es quizá la única limitación para encontrar tu quinta dimensión, la necesidad de que se produzcan las circunstancias adecuadas. Ahora bien, esa dependencia es relativa, porque es cierto que influyen las oportunidades que tenemos, pero sobre todo las que creamos y fundamentalmente de que las aprovechamos.
Recuerdo una frase de un gurú del management durante una formación en Amsterdan, que nos decía “uno es la media de las 5 personas con las que se relaciona”. Somos seres sociales y las relaciones son uno de los mecanismos más poderosos de crecimiento y supervivencia.
Encuentra otros músicos que te aporten y suban tu media. Encuentra tu tribu, tu grupo de gente con la que compartir tu vocación, con quién cocrear y explotar tus capacidades. Encuentra personas con una dosis mayor de locura que la tuya que te permitan equivocarte y te empujen a continuar.
Y es que “descubrir tu pasión lo cambia todo”, como afirma Ken Robinson en su libro “El Elemento” el cual te recomiendo y de donde sale parte de la tesis del post que hoy comparto contigo.
¡Bienvenido a la quinta dimensión!
¿Te gustó el artículo?
(2 Votos, Promedio: 5,00 de 5)
Cargando...
