4. Aplicación del criterio de caja y realización de presupuestos para no tener que tributar antes de cobrar una factura
El hecho de que la regla general sea tener que tributar en el momento de la realización de la prestación del servicio o de la entrega de la obra, en el caso de los artistas visuales, genera un grave problema al profesional que se ve obligado a avanzar el pago de un impuesto antes de obtener el cobro de la factura. Para evitar esta situación se presentan dos propuestas, que se concretan en dos recomendaciones de fácil aplicación sin que en ningún caso se tenga que hacer modificación legislativa alguna.
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La primera propuesta para mitigar el problema objeto de estudio es acogerse a la opción que ofrece el artículo 7 del RIRPF que permite tributar en IRPF por los ingresos y los gastos que se obtienen siguiendo el criterio de caja en lugar del criterio de devengo. Es decir, no se tendrá que tributar cuando se hace o se recibe el servicio o la entrega del bien de que se trate, que acostumbra a coincidir con el momento de emisión o recepción de la factura, sino que se tributará cuando se cobre o se pague el servicio o el bien en cuestión.
El artículo 7 pide como requisitos para aplicar este sistema que el profesional tribute en estimación directa, normal o simplificada y que, una vez acogido a este sistema de tributación, lo mantenga durante un periodo de tres años. Además, el artículo mencionado, en su apartado 3, permite que, en los casos donde haya ingresos derivados de la cesión de la explotación de los derechos de autor donde se abonen anticipos por adelantado de estos derechos, exista la opción de cargar el anticipo por adelantado de los derechos mencionados a medida que se vayan reportando.
La segunda propuesta con relación al problema objeto de estudio es de tipo práctico, y consiste en la realización y la entrega de un presupuesto económico por el servicio o encargo que se hace. El uso de esta herramienta permite planificar el sistema de pagos y de cobros tanto por encargos que se pudieran prolongar en el tiempo como por servicios de corta duración.
Por ejemplo, en el caso de un bailarín, de un coreógrafo o de un músico que tiene que llevar a cabo una serie de actuaciones para un mismo cliente, ya sea este público o privado, la realización de un presupuesto permite poder hacer previsión de los costes que el profesional en cuestión tendrá que afrontar (transporte de instrumentos, vestuario, etc.), a la vez que puede establecer un calendario de emisión de facturas y de su cobro para poder cuadrar el pago de los gastos. Lo mismo se puede aplicar en el caso de proyectos de más larga duración como pueden ser algunos proyectos de artistas visuales o escenógrafos.
Realizar el presupuesto permite evitar el adelanto de gastos, dado que se puede establecer el calendario de emisión de facturas y de su cobro de acuerdo con el cumplimiento de unos objetivos dentro de la realización del proyecto.
Fuente: El documento “36 propuestas para mejorar la condición profesional en el mundo de la cultura” ha sido elaborado por el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (CoNCA) con el asesoramiento jurídico de Brun i Guiu Advocats.
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Barcelona: 20 de junio de 2014
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