Para los alumnos más pequeños, uno de sus problemas más frecuentes es que tienen dificultad para tocar el fagot debido a que sus manos son aún demasiado pequeñas y sus dedos no llegan a las llaves. Para solventarlo, el mercado ofrece el fagotino y el fagot manos pequeñas (ver imagen 1).
Una solución a este problema consiste en adaptar el instrumento a la mano. Durante una entrevista realizada a Kiki Puyana, profesor de fagot, éste me comentó que para la iniciación al fagot de los niños pequeños, recomienda el fagotino o el fagot manos pequeñas, pero cuando no es posible (debido a su elevado precio), adapta el fagot convencional a manos pequeñas de una forma ingeniosa; utiliza “palitos” de helado y una funda termoretráctil, la cual puede modelar hasta adaptarla a la forma que quiere (ver imágenes 2 a 4). Con ello, lo que consigue, en definitiva, es alargar las llaves para que el alumno pueda tocar. Además utiliza colores para identificar las diferentes notas.
Sobre el peso del fagot y la postura
Por otro lado, añadió que siendo el fagot convencional un instrumento de grandes dimensiones y peso para los alumnos más pequeños, durante el proceso de iniciación a la música, él le quita la campana del fagot y, con ello, peso, favoreciéndole una mejor postura, ayudada por el uso del arnés para equilibrar el peso.
Además, utiliza en sus clases el uso del pie (o soporte) para tocar con el fagot montado. Todo ello con el fin de “prevenir lesiones que se manifestarán en los próximos años si no se han trabajado aspectos como el de la postura” según afirmó.
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