¿Crees que eres una persona productiva? ¿Alguna vez te has preguntado que es lo que permite que compatibilices todo con eficiencia?
La productividad no es algo sólo para gente inteligente o con fuerte autodisciplina, se trata más bien de poner atención en desarrollar rutinas diarias y rasgos personales que te permiten sacar el máximo partido a tu tiempo.
A continuación te presento 5 consejos que te guiarán hacia una forma de vida más productiva.
- Crea una lista de prioridades diarias
Casi todos los sistemas de productividad desde el GTD al “No rompas la cadena” del actor J. Seinfeld comienzan con una lista de acciones. Comienza con algo pequeño (una rutina diaria no debería sobrepasar las 30 acciones, o será demasiado y no lo seguirás) aunque el proyecto en el que te embarques sea grande de por sí. ¿Cuáles son las cosas indispensables que necesitas conseguir para considerar tu día un éxito? Fuérzate a pensar en pequeños pasos de acción, y te sorprenderás de lo rápido que puedes llegar a tu meta.
- Vence al perfeccionismo
El perfeccionismo es un asesino de la productividad, tal cual. Es un estándar imposible que te llevará a sentir derrotad@ y deprimid@ antes de tiempo. La gente productiva acepta que con hacer las cosas lo mejor que puedan en ese día, es suficiente. El miedo a fracasar o no estar a la altura es algo natural claro está, pero bastante inútil. Mejor es ver los errores como lo que realmente son: una oportunidad para aprender y crecer, unos auténticos maestros.
- Establece límites
La gente productiva dice que “NO”, todo el tiempo. No hay nada de malo en ser un poquito egoísta si se trata de tu tiempo y tu energía. De hecho, es una clave para el éxito. Si eres una persona que constantemente dice “Sí” a todo, acabarás corriendo al hacer la tarea importante, para completar a tiempo las que no lo son. Elige cuidadosamente a qué y a quién le dices “Sí”.
- Sé capaz de abandonar
Si te das cuenta de que el libro, proyecto o incluso camino vital que has comenzado no es el correcto para ti, párate da la vuelta. A veces mejor opción y la más productiva es simplemente abandonar y dejarlo.
No tienes que terminar TODO lo que empieces. El fino arte de ser capaz de darte cuenta cuando algo no te encaja y creer que es mejor dejarlo y comenzar otra cosa de cero que quedarte atascados intentando arreglar algo que realmente no funciona para ti, se traduce en energía para un nuevo proyecto y tiempo que ahorras en un camino equivocado. Recuerda, los errores son maestros, pero el tiempo no se recupera. Si no funciona, abandona y comienza algo nuevo.
- Optimiza tu tiempo entre tarea y tarea
Tienes seguramente muchos huecos en tu actividad. Utiliza ese tiempo a tu favor. Puede ser mientras conduces, te desplazas al trabajo o de vuelta, esperas a la gente… esos momentos son sumamente valiosos. La gente altamente productiva, inventa formas de optimizar su agenda. Te sorprenderás de cuántas cosas enriquecedoras puedes añadir a tu vida como leer, meditar o escuchar redifusiones (podcast).
Si tienes a tu alrededor personas que deben mejorar su productividad hazles llegar este artículo 😉