¿Conoces esa sensación cuando escuchas los primeros acordes de tu canción favorita?
Ya sabes cómo todo tu estrés parece desaparecer, tu mente va a un lugar y un momento más felices y, de repente, ¿todo lo que te aqueja parece ser un poco menos importante?
Podrías pensar que es solo porque la melodía es realmente genial, y en parte se debe a eso. Sin embargo, hay más.
Los neurocientíficos han demostrado que escuchar música es bueno para todo nuestro cuerpo, y puede hacer que mente y cuerpo sean más saludables y felices al mismo tiempo.
A continuación, veremos cuatro beneficios de la música en tu vida que podrías obtener la próxima vez que escuches una de tus canciones favoritas.
1. La música aumenta nuestras emociones positivas.
Nuestros cerebros tienen porciones llamadas «centros de recompensa», que se activan cuando estamos expuestos a algo que nos hace sentir positivos o felices.
Cuando escuchamos una canción que amamos, nuestras neuronas lanzan una sustancia química en nuestro cerebro llamada dopamina.
En resumen, la dopamina es un neurotransmisor que actúa como un mensajero, el cual transmite señales entre nuestras células cerebrales.
Los científicos han conectado la dopamina específicamente a las porciones de recompensa y motivación de nuestros cerebros, en otras palabras, las partes que nos hacen sentir eufóricos.
Además, escuchar música también estimula casi todas las demás partes de nuestro cerebro y la exposición regular puede mejorar la salud y el bienestar en general.
Esto, ha permitido a los investigadores descubrir nuevas e innovadoras formas en las que se puede utilizar la aplicación de la música de ondas cerebrales.
2. La música puede aliviar el estrés.
Todos hemos tenido días en los que solo queremos volver a casa, ver una película sin sentido, colocar música lenta y descansar en el sofá después de unas duras ocho horas en la oficina.
Resulta que hay pruebas científicas de que la música puede aliviar esos sentimientos de estrés y ansiedad.
Especialmente, cuando la canción elegida tiene un tempo lento, un tono bajo y es primordialmente instrumental, puede ralentizar los aumentos que sentimos tanto en la frecuencia cardíaca como en la presión arterial a medida que aumentan nuestros niveles de estrés.
Después de permitirles a los pacientes que se recuperaban de una cirugía de hernia la oportunidad de escuchar música, un estudio de un equipo de investigadores descubrió que aquellos que lo hicieron tenían niveles más bajos de cortisol en plasma y no dependían de medicamentos para el alivio del dolor durante la recuperación.
¿Eres más propenso a tocar en lugar de escuchar música? ¡Genial! La investigación revela que se disfrutan los mismos efectos si estamos sentados en nuestra habitación disfrutando de la música o estamos en el escenario haciéndola.
3. La música puede aliviar nuestro dolor.
El dolor es una construcción real del cuerpo humano y la música es pruincipalmente una experiencia mental, ¿verdad? En realidad, es cierto y hay muchos hallazgos de investigación para respaldar la afirmación.
Considerando un estudio reciente que contó con la colaboración de 60 personas que sufren de fibromialgia. Esta, es una enfermedad que causa estragos en el sistema musculoesquelético.
Los científicos asignaron aleatoriamente a los pacientes escuchar música una vez al día durante un período de un mes.
En comparación con aquellos que no estuvieron expuestos a la música, los que sí lo hicieron se les reportó menos dolor y también fueron menos propensos a experimentar depresión.
Si bien, la producción de dopamina se ha relacionado con este fenómeno, también puede estar relacionada con el hecho de que la música libera el estrés y nos permite deshacernos de los desencadenantes de la ansiedad.
4. La música puede ayudarnos a prevenir enfermedades.
Cuando se trata de nuestro sistema inmune, una de nuestras primeras líneas de defensa contra la enfermedad son nuestros anticuerpos.
En particular, el llamado Inmunoglobulina A (IgA) es especialmente combativo.
Teniendo esto en cuenta, los científicos han investigado cómo escuchar música afecta nuestros niveles de IgA, y lo que encontraron fue emocionante.
Al exponer a los estudiantes a innumerables ruidos, incluyendo un tono de clic, emisión de radio y una canción tranquilizadora, los investigadores descubrieron que después de solo 30 minutos, todos esos estudiantes experimentaron diferentes niveles de IgA.
De todos los estímulos, la música tuvo el mayor efecto, elevando más los niveles de esos estudiantes.
Por lo tanto, el estudio concluyó que no solo el ruido en general mejora nuestra capacidad para combatir enfermedades. Por el contrario, es la música, especialmente cualquier tipo que sea lenta, tranquila y relajante.
Otro estudio encontró que las personas que escuchan música también pueden experimentar niveles más bajos de interleuquina-6 en la sangre.
Esta proteína reveladora, a menudo está relacionada con la diabetes, los problemas cardíacos y las tasas de mortalidad temprana.
Nunca has necesitado una excusa para escuchar tu melodía favorita y relajarte.
Ahora, sin embargo, eres más consciente de los cambios físicos y mentales que experimentas cuando lo haces.
Así que ve a buscar ese disco de blues instrumental que solo guardas para un día lluvioso y melancólico.
Saca tu equipo de sonido, sirve una taza de café caliente y ponte cómodo para recibir el impulso cerebral y corporal que necesitas.
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