Todos los caminos de Judea
se ven alumbrados por el resplandor
de una estrella que en el cielo centellea.
Jesús, nuestro Redentor, nació.
Luna blanca, blanca luna,
ese niño no tiene cuna.
Tú no me llores, mi niño “Manué”
Que entre mis brazos una cuna te haré,
una cunita yo te haré,
y con un cante y dos luceros,
Niño del alma, te haré un sonajero.
VAMOS APRISA, ANTES DE QUE LLORE “MANUE”,
VAMOS APRISA, ANTES DE QUE TENGA FRÍO.
VAMOS CORRIENDO QUE HA NACIDO ALLÁ EN BELÉN
EL MEJOR DE LOS “NACÍOS”.
Esa estrella que nos ilumina
será luz de esperanza y de ilusión.
Luz que desde el cielo a un niño da la vida,
Un Rey sin raza y color nació.
Sombra negra, mala sombra,
Siendo Rey, tú sin corona.
Pero tú no me llores, mi Niño “Manué”
Que ante tu inmensidad yo me rendiré.
Ante ti me rendiré
porque los rayos de esa, tu estrella
serán, mi Rey, la corona más bella.
VAMOS APRISA, ANTES DE QUE LLORE “MANUE”,
VAMOS APRISA ANTES DE QUE TENGA FRÍO.
VAMOS CORRIENDO QUE HA NACIDO ALLÁ EN BELÉN
EL MEJOR DE LOS “NACÍOS”.
Y con un cante y dos luceros,
Niño del alma, te haré un sonajero.
VAMOS APRISA, ANTES DE QUE LLORE “MANUE”,
VAMOS APRISA ANTES DE QUE TENGA FRÍO.
VAMOS CORRIENDO QUE HA NACIDO ALLÁ EN BELÉN
EL MEJOR DE LOS “NACÍOS”.