A. Propuestas en el ámbito tributario
2. Eliminación de la obligación de presentar el pago fraccionado de la renta y la reducción de las declaraciones trimestrales del IVA por la obligación de presentar solamente una al final del ejercicio Inversión del sujeto pasivo Aceptación por parte de los profesionales del sector de conocer las “herramientas del comerciante”.
Las obligaciones tributarias y formales que los profesionales de la cultura tienen que afrontar son muchas y complicadas. Además, estas obligaciones en muchas ocasiones implican para el artista o creador la necesidad de recurrir a servicios de profesionales especializados con el consiguiente coste que esto representa, sobre todo si se tiene en cuenta la precariedad económica de algunos profesionales del sector.
En este sentido, se plantea la reducción y la simplificación de las obligaciones formales tributarias que supondrían reducir de forma efectiva la dificultad de los trámites que tienen que realizar. La aplicación de las propuestas planteadas en materia de IRPF por sí mismas supone una mejora en la gestión de las obligaciones del artista y el creador.
Por lo tanto, como se ha propuesto anteriormente, sería aconsejable que las facturas emitidas por el profesional fueran objeto de retención, si bien de un tipo reducido, del 1 ó del 2%, como máximo. Esto permitiría que se pudiera aplicar el artículo 109 del RIRPF que exime de la obligación de presentar el pago fraccionado del IRPF (modelo 130) en el supuesto de que más de un 70% de los ingresos procedentes de la actividad profesional estén sometidos a retención. Este porcentaje de ingresos con retención sería fácil de lograr, teniendo en cuenta que los terceros que habitualmente contratan al artista o al creador, no son particulares, sino otros operadores económicos, es decir, empresarios o instituciones públicas o privadas, por lo cual en la práctica totalidad de las facturas que tendría que emitir el artista se debería hacer retención. De este modo, quedaría suprimida la obligación de presentar las cuatro declaraciones trimestrales relativas al pago fraccionado de la renta.
También se podría reducir a una única presentación anual la declaración del IVA que actualmente se presenta en cuatro declaraciones trimestrales más el resumen anual que se presenta junto con la declaración del último trimestre. La forma de reducir esta obligación tributaria sería a través de la aplicación del medio denominado “de inversión del sujeto pasivo” previsto en la LIVA para determinados casos.
La aplicación de este medio implica que, cuando el profesional emite una factura con la correspondiente repercusión del IVA —hay que recordar que tendría que ser un tipo reducido—, el destinatario de la factura no le paga el IVA al artista o creador sino que ingresa la cuota soportada directamente en el tesoro público. Teniendo en cuenta que los contratantes de los profesionales de la cultura no suelen ser particulares sino operadores económicos, es decir empresarios o instituciones públicas o privadas, la implantación del medio propuesto no les tendría que suponer ningún problema dada la estructura de gestión que normalmente tienen estos organismos; en cambio, a los creadores, los artistas y los técnicos les supondría una simplificación considerable de sus obligaciones. Con este sistema, la Administración tendría una mayor garantía del ingreso del tributo generado por la actividad artística o cultural de que se trate, mientras que la única obligación que tendría el artista o el creador sería la de presentar una declaración anual a final de cada ejercicio para obtener la devolución del impuesto soportado, lo cual simplificaría extraordinariamente su gestión.
Fuente: El documento “36 propuestas para mejorar la condición profesional en el mundo de la cultura” ha sido elaborado por el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (CoNCA) con el asesoramiento jurídico de Brun i Guiu Advocats.
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Barcelona: 20 de junio de 2014
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