En esta penúltima entrega exploramos la mezcla de un tema al azar. En esta ocasión es un tema basado principalmente en sintetizadores y una voz no melódica, pero los principios de mezcla que veremos en este caso se aplican a todos los temas que vayamos a mezclar en un futuro.
Vamos a ver también de qué forma y en qué orden podemos aplicar diferentes procesos, en función del resultado que esperamos conseguir, pero hay un detalle que considero importante dejar establecido antes de lanzarnos a ver esta entrega.
La mezcla es una etapa en la producción de un tema musical con tantas variaciones como géneros y temas existen. Es por ello que no se puede abarcar absolutamente todo lo que uno necesita aprender en un curso; pero sí es importante que quede claro lo siguiente: No existen normas. No hay una forma concreta y mágica de ecualizar cada elemento, o de comprimir una voz, o de configurar una reverberación. Existen situaciones en las que una configuración funciona, y situaciones en las que esa configuración suena horrible; pero lo único que debe cumplir con unos mínimos es nuestro propio oído. Esto supone un entrenamiento, muchos fallos y pocos aciertos, comparar mucho y aprender a diferenciar cuándo hemos llegado al límite.
Conocí en la universidad a un chico que estaba obsesionado por mejorar su sonido, y para ello se encerraba en los estudios durante horas y mezclaba sin parar el mismo tema. Cada cierto tiempo me pedía que fuera a escuchar la nueva mezcla que había hecho de ese tema, y siempre me encontraba con mezclas muy opacas o muy chillonas (exceso o carencia de agudos). Él sabía que sus oídos ya no le decían la verdad, pero nunca aceptaba tomarse un descanso, sino que pedía opiniones y seguía encerrado intentando escuchar lo que otros escuchaban y él no, cuando tomarse un descanso de una hora, o un día, sin ejercitar en ningún aspecto sus oídos, habría sido la solución a su problema.
En definitiva, aprended a escuchar y a analizar, pero no os olvidéis de que la fatiga auditiva existe. Dedicad tiempo a conocer vuestros efectos. Experimentad sin miedo, pero nunca forcéis vuestros oídos o vuestras mezclas se verán afectadas.
Dicho esto ¡Veamos qué nos encontramos en esta mezcla en concreto!
Y no os olvidéis de comentar y valorar cada entrega para que sepamos qué mejorar y qué hemos hecho bien 🙂
¡Ah! y por si te perdiste alguno de los capítulos anteriores haz click en el siguiente enlace: