Si te identificas como un verdadero gamer seguramente podrás evocar rápidamente la melodía de Super Mario Bros ante la sola mención del mítico personaje, o identificar los acordes y hasta las emociones que te acompañaron cuando te sumergías en la Batalla de la Tierra de Halo. Es el efecto de la música, que definitivamente moldea la experiencia de juego.
La música se ha utilizado siempre en la industria del entretenimiento para exacerbar las emociones. En el cine, por ejemplo, es inconcebible una película sin una banda sonora que ayude al espectador a interpretar el sentimiento de un personaje en un momento determinado o que sirva de marco a una escena de terror o de romance.
En la industria del videojuego, la importancia de la música ha evolucionado hasta colocarse a la par de su importancia en el cine y al igual que en el séptimo arte, la música y los videojuegos forman hoy en día un dueto inseparable.
Con las mejoras tecnológicas, la industria del videojuego también se ha masificado. Hoy es común incluso jugar juegos gratis online, los cuales están disponibles en distintos navegadores, en redes sociales y en dispositivos móviles y pueden ser descargados o no a las computadoras personales.
La masificación de la industria del videojuego es evidente cuando se reporta que en 2020 generó ingresos estimados de $175.000 millones en todo el mundo. Y este repunte está arrastrando a la industria de la música que ha identificado a los videojuegos como una plataforma de lanzamiento de nuevos artistas.
Según Steve Schnur, un ejecutivo de Music for Electronic Arts, cualquier canción en Fifa 19, se escuchará en todo el mundo casi mil millones de veces. De manera que la música y el videojuego es una dupla ganadora que se complementa para llevar al máximo la experiencia de juego.
Breve historia de la música en el videojuego
Hoy en día la música es parte integral de los videojuegos, pero no siempre fue así. Inicialmente la mayoría de los videojuegos solo contenían pitidos simples como el Pong de Atari lanzado en 1972. Desde entonces, el componente musical de los videojuegos ha logrado avanzar hasta consolidarse como un género propio.
Con los años la música de los videojuegos fue avanzando a la par del avance tecnológico en las consolas de juego. Ya a mediados de los 80, los procesadores mejoraron y se pudo desarrollar música más sofisticada para incorporarla a los videojuegos y así ofrecer una experiencia inmersiva.
Comenzaron a surgir algunos compositores notables como Nobuo Uematsu que destacó por componer la música de Final Fantasy y Blue Dragon o Kōji Kondō que trabajó para Nintendo en la música de Super Mario Bros y The Legend of Zelda.
En la década de los 90 las consolas eran más potentes y con mayor capacidad. Aparecieron las épicas bandas sonoras de Nobuo Uematsu para la serie Final Fantasy. En 1997 se lanza Jurassic Park: The Lost World, con la primera banda sonora totalmente orquestada para un videojuego.
En 1998 hay un giro radical con Dance Dance Revolution, en donde la banda sonora es el juego en sí. Este juego se hizo tan popular que incluso se hacen campeonatos internacionales. Otro tanto ocurrió en 2005 con el lanzamiento de Guitar Hero por parte de Harmonix.
A partir del año 2000 se entra a la etapa dorada de la música de los videojuegos y se comienza la creación de música al estilo de una superproducción de Hollywood.
La importancia de la música en el videojuego
La música siempre ha jugado un papel integral en los videojuegos y su rol fundamental es llevar al máximo la experiencia de juego. Ese fondo musical que acompaña al jugador a medida que éste se sumerge en la fantasía del juego, encierra un poder motivador y controla la emoción a lo largo de la historia.
La música ayuda a contar la historia. Es una herramienta que puede controlar las emociones y definir el tono de la historia que se quiere contar. Es por esto que para un desarrollador de videojuegos es vital contar con una banda sonora verdaderamente cautivadora.
En los videojuegos de terror las bandas sonoras dominan la escena. La música acompaña la imagen para crear una atmósfera que petrifica al jugador y lo mantiene en tensión y pegado a su asiento.
Otro tanto ocurre en los juegos de acción. La banda sonora de Halo es un clásico que incluye cánticos, orquesta de cuerdas y percusión y que definitivamente llevan al máximo la experiencia de juego.
La música es clave para que el videojuego logre el impacto que se desea y una banda sonora puede ser la diferencia entre el éxito o no de un nuevo producto de videojuego.
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