La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha emitido un nuevo código de conducta para el personal detrás del escenario y los artistas después de la controvertida actuación de Eurovisión 2024.
El año pasado, Eurovisión estuvo plagado de problemas entre bastidores, con el sistema de votación y protestas por la participación de Israel en el concurso y una investigación policial sobre un incidente en el que estaba involucrado el concursante holandés Joost Klein terminó con su descalificación del concurso.
Puedes leer aquí el nuevo código de conducta de Eurovisión.
Klein fue acusado de hacer un movimiento amenazador hacia una camarógrafa. El incidente ocurrió después de su actuación en la segunda semifinal, mientras salía del escenario. Las acusaciones incluyen que Klein golpeó la cámara de la camarógrafa, lo que provocó que ella cayera y sufriera heridas leves. Klein declaró que no se suponía que lo filmaran mientras salía del escenario, por lo que reaccionó de la manera en que lo hizo.
La UER suspendió a Klein de los ensayos y finalmente lo descalificó para participar en la Gran Final, citando su comportamiento hacia el operador de cámara. La policía sueca investigó el incidente, pero un fiscal sueco abandonó la investigación debido a la falta de pruebas de que el altercado tuviera «la intención de causar miedo o amenaza grave». Klein se disculpó, pero el incidente dio lugar a un nuevo código de conducta para todos los participantes en Eurovisión de ahora en adelante.
Para Eurovisión 2025, un productor de bienestar estará disponible para cuidar de los artistas y el personal. La UER también ha optimizado el calendario de ensayos para dar a los artistas más tiempo libre e introdujo «zonas prohibidas para filmar», que se derivan de los problemas con Joost Klein el año pasado.
“Por primera vez, el compromiso de respetar el código de conducta será un requisito para la acreditación al evento, lo que indica el compromiso de la EBU de fomentar un entorno respetuoso y solidario”, afirma la EBU. “El protocolo de Deber de Cuidado enfatiza la responsabilidad compartida de la EBU, la emisora anfitriona y las emisoras participantes de proteger a los artistas de la angustia física o emocional innecesaria”.
Las nuevas medidas incluyen la prohibición de filmaciones en las áreas clave para los artistas, más ensayos a puerta cerrada y un calendario de ensayos optimizado para permitir que los artistas tengan tiempo de sobra para descansar y disfrutar de la ciudad anfitriona. Estos cambios estratégicos han sido aprobados por el consejo directivo del evento, el Grupo de Referencia ESC, tras una revisión exhaustiva de los eventos en Malmö. Los cambios se realizaron tras consultar a las 37 emisoras participantes y otras partes interesadas clave para garantizar el éxito continuo del Festival de la Canción de Eurovisión.
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