IMPF (Foro Internacional de Editores de Música Independientes), que representa a 200 de las principales editoriales musicales independientes del mundo, ha propuesto hoy un conjunto de directrices éticas para el desarrollo y uso de la IA generativa en lo que respecta a la industria musical.
El objetivo de los principios es fomentar una relación más transparente y colaborativa entre los creativos (en el caso de IMPF, compositores y editores de música) y las empresas de tecnología que desarrollan aplicaciones de IA.
La propuesta llega el primer día de la segunda Cumbre Mundial de la Industria Creativa y Emprendedora de la Música IMPF, que dio comienzo el pasado 9 de octubre en Palma y contará con la asistencia de más de 340 profesionales de primer nivel de la industria musical.
IMPF ha propuesto los siguientes cuatro principios para el uso ético de la música en el entrenamiento de aplicaciones de IA (las pautas completas se pueden encontrar en detalle aquí ).
1. Todas las partes interesadas en el campo de la aplicación de la IA deben cumplir con los principios básicos de la propiedad intelectual y las leyes de derechos de autor.
2. Se deben mantener registros de las obras musicales y/o literarias utilizadas en el proceso de aprendizaje automático.
3. Debería haber una clara diferenciación y demarcación entre las obras musicales creadas por humanos y las generadas por IA.
4. Además, debería haber una delimitación entre las aplicaciones de IA de asistencia y las de IA totalmente generativa.
La presidenta del IMPF, Annette Barrett, dijo:
“Ha habido mucho debate y, de hecho, a menudo pánico, sobre el rápido desarrollo de la inteligencia artificial y las implicaciones que tiene para las industrias creativas. Pero la tecnología llegó para quedarse y será cada vez más sofisticada. En muchos casos, realmente mejorará nuestro trabajo y nuestras vidas. No deberíamos luchar contra estos avances, pero sería negligente dar rienda suelta a los desarrolladores de tecnología en lo que respecta al uso del trabajo humano artístico, que conlleva su propio valor intrínseco e irrefutable, para permitir el aprendizaje automático. Hemos establecido estos cuatro principios éticos clave para lograr un cuidadoso equilibrio entre progreso y protección, hacer valer los derechos creativos y, en última instancia, forjar una relación más sana entre las industrias creativa y tecnológica”.
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