Es evidente que el tiempo de pandemia nos hizo valorar más los encuentros sociales y el ocio compartido. Donde más lo notamos en el contexto cultural es en los festivales de música, que cada vez son más, así como su número de asistentes.
Ya desde los primeros festivales de música del país en los años 60, España se fue afianzando como uno de los principales destinos europeos donde disfrutar de sol y música. Poco a poco, el abanico de opciones se fue abriendo, de unas pocas opciones estivales a un gran número de eventos que se reparten a lo largo de todo el año con una gran variedad de estilos. Desde el indie y el rock de festivales ya míticos como el FIB o el Primavera Sound o más nuevos como el Mallorca Live Festival, pasando por la música pop, o la electrónica de Monegros, hasta la música urbana en tendencia del Reggaeton Beach Festival o Madrid Salvaje.
El éxito de los festivales de música no nos pilla por sorpresa
Desde el auge de la música en streaming y las caídas en la ventas de discos en formato físico, los artistas recurrieron a las actuaciones en vivo como su principal fuente de ingresos. Así, nos encontramos con una amplia oferta de festivales de todos los géneros musicales que son muchísimo más que un concierto, para convertirse en “una experiencia, unas ganas de encontrarse, una comunidad de gente con la cual estás alineado” según Gaby Salaverry, director de marketing de Last Tour.
En España, esta industria está experimentando un gran crecimiento gracias a los festivales. Es más, el país se ha consolidado como uno de los 15 mercados más importantes a nivel mundial en este ámbito, y anualmente, se llevan a cabo más de 870 de estos eventos en el territorio nacional posicionándose en el primer puesto como el destino preferido para viajar a festivales de música en vivo en 2019.
Esta cultura de festivales también se refleja en la impresionante asistencia que se registra en los principales eventos batiendo récords año tras año, llegando a atraer a más de 100.000 personas, o en el caso del Primavera Sound en 2022, a más de 500.000 melómanos.
Este incremento de actuaciones en vivo congregadas también ha hecho surgir cuestiones relacionadas con su sostenibilidad, ya que en 2023 preveían inquietudes en cuanto a los numerosos festivales en España y Europa durante 2024, como la subida de costes de producción y honorarios de los artistas principales, o la brecha de género de los artistas por falta de mujeres, suponiendo apenas el 13,4% de la oferta musical en 2022.
Ante todo, está claro que los festivales reúnen los requisitos para escapar de la rutina mientras disfrutamos a través de la compañía y en un entorno único de nuestros artistas favoritos, creando recuerdos que llevaremos siempre con nosotros a través de la música.
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